El reciente anuncio del Gobierno español sobre la implementación de un IVA del 21% para los alquileres turísticos ha causado revuelo entre propietarios y arrendatarios por igual. Tras la trascendental «revolución de las llaves» y con las preocupaciones sobre la oferta de vivienda asequible, este movimiento representa una nueva estrategia para abordar uno de los mayores desafíos en el sector inmobiliario español. Pero, ¿realmente esta medida marcará un cambio significativo o es simplemente otro giro en un complicado juego de ajedrez político? Vamos a explorar esta cuestión.

La situación actual del alquiler turístico en España

Imagina que eres un propietario y tienes una propiedad en una zona turística popular. Las oleadas de turistas, la fragancia de los churros por la mañana y la música en la terraza se han convertido en parte de tu vida. Tener un alquiler turístico parece la mejor opción: ingresos extra y la posibilidad de disfrutar de tu lugar durante las temporadas bajas. Sin embargo, también hay un trasfondo más complejo.

La Agencia Tributaria ha dejado clara su postura. Los alquileres turísticos se consideran empresarios, pero su tributación cambia según el tipo de servicios que ofrezcan. Si dejas que un grupo de amigos se quede en tu apartamento sin más compromiso que la entrega de las llaves, estás en el limbo tributario. Pero si comienzas a ofrecer servicios como limpieza o desayuno, ¡sorpresa! El IVA entra en escena.

En este escenario, la rentabilidad del alquiler turístico ha hecho que muchos propietarios prefieran esta opción frente al alquiler residencial. Se estima que la rentabilidad bruta media de un alquiler turístico puede ser de hasta un 7%, comparado con un 3.9% en el alquiler de larga duración. ¡Es un gran incentivo!

La propuesta del Gobierno: ¿una solución?

El paquete fiscal propuesto por PSOE y Sumar que incluye el IVA del 21% al alquiler turístico busca reducir esta rentabilidad. La idea es clara: si haces que la opción del alquiler turístico sea menos atractiva, los propietarios podrán ver como viable el alquiler a largo plazo, liberando así más propiedades para aquellos que realmente necesitan un hogar.

La premisa parece lógica, pero la pregunta es: ¿será efectivo? Históricamente, los cambios en políticas fiscales han tenido diferentes niveles de éxito, y a veces el impacto en el comportamiento del mercado no es tan predecible como uno desearía.

¿Realmente funcionará el IVA del 21%?

He aquí donde las cosas se complican. Aunque el Gobierno busca hacer que los propietarios se queden en el mercado de alquiler residencial, algunos estudios sugieren que, para ciertos propietarios, el alquiler turístico sigue siendo más rentable que el residencial. Por ejemplo, un informe reciente del Banco de España indica que el alquiler turístico tiene un peso modesto en el mercado general, pero su concentración en áreas turísticas acentúa las tensiones en el mercado inmobiliario.

¿Y si en lugar de alejarse del alquiler turístico, los propietarios simplemente repercuten el coste del IVA al inquilino? Esto podría llevar a un aumento en los precios de los alquileres, lo que haría aún más difícil para las personas alquilar a precios razonables.

Empatizando con los caseros

No puedo evitar pensar en la situación de los caseros cuando escucho este tipo de propuestas. Muchos de ellos han trabajado arduamente para adquirir sus propiedades, y ahora se encuentran atrapados entre la espada y la pared. Podrían optar por subir los precios, salir del mercado completamente o simplemente tratar de mantenerse a flote en un mundo donde la regulación y la rentabilidad parecen ir en direcciones opuestas. Solo mirando a mi alrededor, veo cómo una familia que convirtió un viejo piso en un alquiler turístico ahora está considerando vender, asustados por la amenaza de un IVA que puede hacer que su pequeña inversión se vuelva insostenible.

Perspectivas a futuro

El camino hacia la implementación de este IVA del 21% no será fácil. Si bien los primeros pasos ya se han dado, aún falta mucho por negociar en el Congreso. Sin embargo, el desafío va más allá de la política; abarca el impacto que tendría en la vivienda accesible en todo el país.

Por ejemplo, tomemos el caso de ciudades como Barcelona y Madrid, donde la crisis de la vivienda es palpable. Se han visto obligadas a implementar moratorias para los nuevos alquileres turísticos, y el aumento de la vivienda de corta estancia ha hecho que los precios para los residentes locales sean cada vez más inalcanzables. La idea del IVA podría ser una solución, pero también puede provocar un efecto contrario, complicando aún más la situación.

El rol de las plataformas de alquiler

Al mencionar mercados como Airbnb, es fácil ver cómo la popularidad de estas plataformas ha transformado el panorama del alquiler. La disponibilidad de opciones a corto plazo ha facilitado que más propietarios entren al juego del alquiler turístico. Pero, ¿han considerado los efectos a más largo plazo sobre la comunidad y su bienestar?

El hecho es que, aunque tomar medidas drásticas como incrementar el IVA puede sonar a una solución rápida, no aborda el problema fundamental: la escasez de viviendas asequibles. Aumentar la cantidad de viviendas disponibles para alquilar a largo plazo requeriría un enfoque más integral que solo aumentar la carga fiscal.

Conclusión: ¿Qué podemos esperar?

Cuando analizamos la situación, queda claro que el IVA del 21% en los alquileres turísticos es un intento de encontrar un equilibrio en un mercado desbordado. Sin embargo, como hemos visto, la solución puede generar más problemas de los que resuelve. Este enfoque podría asustar a los propietarios y fomentar un aumento en los precios de los alquileres, perpetuando la crisis de vivienda.

Al final del día, la implementación de políticas efectivas para asegurar la disponibilidad de vivienda para todos requiere más que solo ajustar impuestos; demanda un enfoque integral que considere las realidades del mercado, la necesidad de regulaciones y, lo más importante, el bienestar de las personas.

Así que la próxima vez que pienses en el IVA del 21% para pisos turísticos, pregúntate: ¿es el camino correcto o simplemente otro intento que podría complicar aún más la situación?

Es una pregunta que queda en el aire, al igual que muchas otras que rodean el debate sobre vivienda en España. Como siempre, el tiempo dirá si esta medida es una solución viable o simplemente otro paso hacia un enredado laberinto de políticas.


Espero que estas reflexiones hayan sido útiles para comprender la compleja situación que enfrentamos en el mercado inmobiliario español. ¡Hasta la próxima!