Si hay algo que todos los viajeros saben, es que las aerolíneas y los aeropuertos tienen reglas que a menudo parecen ser sacadas de una película de ciencia ficción. Recuerdo mi primer viaje al extranjero, lleno de emoción y una alarmante falta de organización: pasé más tiempo en la cola de seguridad que disfrutando del café del aeropuerto. ¡Ah, la vida del viajero! Un constante vaivén entre la adrenalina y la frustración. Pero, ¿sabías que hay un truco muy práctico que puede hacerte la vida más fácil al momento de volar? Y sí, ¡incluye botellas de agua congelada!

¿Qué es el truco de la botella congelada?

Recientemente, un video viral de TikTok ha reavivado la conversación sobre un método práctico para evitar el caro y frecuentemente insufrible proceso de comprar agua en el aeropuerto. Este truco consiste en congelar la botella de agua antes de llegar a la TSA (Administración de Seguridad en el Transporte) en los Estados Unidos. ¿El resultado? Puedes llevar contigo agua y ahorrarte esos precios inflacionarios que seguramente has notado en el aeropuerto.

Esto me recuerda a una vez en un viaje a Europa, cuando pagué, sin darme cuenta, 5 euros por un agua en una estación de tren. «¡Eso está más seco que el desierto del Sahara!», pensé. Así que si tú, como yo, tienes la inteligencia de planear con antelación, este truco es una salvación.

¿Cómo funciona el truco?

La idea es simple: llenar una botella de agua, ponerla en el congelador la noche anterior y, cuando sea hora de volar, tener una bodega líquida firme que pase los controles de seguridad. Según la TSA, los líquidos congelados son permitidos, siempre que estén completamente sólidos durante la revisión de seguridad.

Pasos para el éxito:

  1. Llena tu botella con agua (o tu bebida favorita, no se lo digas a la TSA).
  2. Congela la botella la noche anterior a tu viaje.
  3. Llévala al aeropuerto y observa la magia suceder.

A medida que te mueves por el control, la botella puede comenzar a deshacerse, pero tienes un pequeño as bajo la manga: puedes beber de ella para asegurarte de que siga siendo viable a los ojos de los inspectores, es decir, mientras tenga hielo. Esto no solo es inteligente, sino que también es una manera muy divertida de asegurarte de que tu tripulación de vuelo no se quede sin refrescos. ¡Más hielo, menos gasto!

¿Y en España?

Siempre hay que estar al tanto de las regulaciones locales y, cuando pregunté a Aena sobre esta norma, respondieron que, efectivamente, un viajero puede llevar una botella de agua congelada siempre que se respete la regla de estado sólido. Pero, como siempre, la decisión final recae en la Guardia Civil. Así que, después de todo, no olvides sonreír a los agentes de seguridad; nunca se sabe cuándo un sorbo de agua puede depender de ello.

La ciencia detrás de la regla

Lo más fascinante de todo esto es que, a pesar de la burocracia que rodea el mundo de los aeropuertos, existen razones lógicas detrás de muchas reglas. La restricción de líquidos en aerolíneas se implementó por razones de seguridad, específicamente para evitar que las personas ingresen substancias peligrosas a la cabina. Al llevar agua congelada, estás jugando con un sistema que la misma TSA ha dicho que es permitido. ¡Es casi como tener un superpoder!

Ventajas del truco: más allá de la hidratación

¿Cuáles son las otras ventajas de este truco que será el nuevo favorito de todos los viajeros?

Ahorro monetario

Hablemos de dinero. Con una botella congelada, no solo te ahorras un par de euros, sino que además puedes tener acceso a una bebida refrescante que puede hacer que esas largas esperas sean un poco más agradables. Además, ¿quién quiere gastar en una jarra de agua que prácticamente te sale del grifo?

Hidratación en viajes largos

Todos sabemos cuánto significa mantenerse hidratado, especialmente cuando vuelas. La baja presión y la deshidratación son pan de cada día en vuelos largos. Así que recuerda, cada sorbo cuenta. No hay nada peor que llegar a tu destino, como un viaje a la playa, ¡y darte cuenta de que estás más seco que un ladrillo!

Perfecto para situaciones imprevistas

Imagínate que tu vuelo se retrasa. En lugar de buscar desesperadamente un puesto de comida, puedes disfrutar de una botella fría de agua mientras esperas tu vuelo. Te puedes sentir como el rey o la reina del aeropuerto en ese momento, mientras otros alrededor tuyo están comprando bebidas a precios exorbitantes.

Lo que debes tener en cuenta

Aquí hay algunas consideraciones para asegurarte de que tu viaje vaya como la seda.

Reglas y regulaciones

Aunque este truco ha sido validado en varios puntos, siempre existe la posibilidad de diferentes regulaciones en aeropuertos de otros países. Por lo tanto, investiga antes de salir. Esto también incluye estar al tanto de cualquier cambio en las leyes de seguridad que puedan surgir repentinamente, ¡nunca se sabe!

Consejo de viajero experimentado: ten un plan B

Siempre ten un plan B, porque en el mundo de los viajes, la única constante es el cambio. Si por alguna razón no puedes llevar tu botella congelada, asegurarte de tener algo de dinero en efectivo para esos gastos imprevistos podría ser una excelente idea.

La importancia de una buena presentación

Cuando llegues a seguridad, asegúrate de que la botella se vea atractiva y limpia. Quizás adornarla con un sticker divertido o algo que la haga destacar. ¿Quién diría que los stickers tienen un papel vital en la forma en que otros perciben nuestras pertenencias?

Reflexiones finales: menos es más

Aunque esto pueda parecer un simple truco, encapsula algo más profundo sobre la naturaleza del viaje: a veces, el camino se hace más fácil con un poco de preparación. Las experiencias viajeras se enriquecen cuando incorporamos estrategias que nos permiten lidiar con las pequeñas frustraciones que pueden surgir en el camino.

Así que la próxima vez que estés a punto de emprender un viaje, no olvides revisar el congelador de tu casa. Puede que no solo estés llevándote agua, sino también una sonrisa en el rostro al ver cómo, con un poco de ingenio, puedes optimizar tu experiencia de vuelo. Después de todo, si puedes ahorrarte unos euros y mantenerte hidratado, ¿quién no querría hacerlo?

¡Buen viaje y que el hielo siempre esté a tu favor!