¿Alguna vez te has preguntado por qué el café que te tomas un martes se siente diferente al que pides un sábado? Quizás sea la compañía, o tal vez el ambiente. Pero lo que probablemente no sabes es que el precio también puede variar, y no solo porque decidas ir a un lugar de moda en lugar de tu cafetería de siempre. En 2024, muchos españoles destinan parte de sus ahorros a salir a comer o cenar; sin embargo, cada vez que decides ir a tu restaurante favorito, lo que pagas puede depender de una serie de factores que incluyen la demanda, el día de la semana e incluso el clima. Aquí es donde entran en juego los precios dinámicos.
?? ¿Te imaginas que la próxima vez que salgas a comer, en lugar de tener un precio fijo, el costo de tu plato varíe según el día? Es como si los restaurantes estuvieran en una especie de subasta de precios, donde los que llegan más temprano o eligen menos frecuentados días obtienen descuentos. ¡Suena interesante, ¿verdad?!
La llegada de los precios dinámicos: un cambio de paradigma
La idea de ajustar precios según la demanda no es nueva. Las aerolíneas han estado utilizando esta estrategia desde los años 80; sí, gracias a American Airlines, quienes hicieron que volar fuera más accesible en días con poca demanda. Así, si el viaje a Bali es un sueño que persigues, ahora puedes elegir volar un martes y no en un fin de semana, ahorrando bastante.
Pero, ¿por qué no aplicar la misma lógica a los restaurantes? Aquí es donde entra DynamEat, una innovadora compañía que ha automatizado este proceso mediante Inteligencia Artificial. Javier Espinosa, su CEO, detalla que su sistema se conecta en tiempo real con el restaurante, ajustando los precios basados en el comportamiento del cliente. Imagina una carta digital en la que tu plato favorito tiene un precio diferente según las horas del día o el día de la semana.
Una pequeña experiencia personal
Permíteme compartir una anécdota rápida: el otro día decidí salir a comer con algunos amigos. LLegué a la misma pizzería de siempre, el lugar donde siempre he pedido una deliciosa pizza margarita. ¡Oh sorpresa! Me encuentro con un cartel que indica precios distintos según el día. Pagé un poco menos, y no pude dejar de sentirme como un astuto negociador. «¿Me estás diciendo que he hecho una inversión inteligente al elegir un martes?» pensé orgullosamente.
Beneficios de los precios dinámicos para consumidores y restauradores
La implementación de precios dinámicos tiene implicaciones tanto para los comensales como para los restaurantes. Para los consumidores, uno de los principales beneficios es la oportunidad de encontrar precios más bajos cuando son flexibles en sus fechas. ¿Quién no quiere ahorrar un par de euros mientras disfruta de su plato preferido?
Por otro lado, los dueños de restaurantes también se benefician. Fernando Jover, director de una cadena de restaurantes en Madrid, menciona que esta estrategia no busca hacer más caros los platos, sino más bien equilibrar la afluencia de clientes durante la semana. Al final del día, si un restaurador puede atraer a más comensales un lunes, en lugar de solo concentrarlos el fin de semana, ¡todos ganan!
Como dice Fernando, «no es que el fin de semana sea más caro, sino que queremos incrementar la visita del público en días de entre semana.» Si una pizzería puede ofrecer una pizza margarita a un precio amigable un lunes, eso podría convertir un día aburrido en una excelente ocasión para salir a disfrutar.
¿Qué piensan los consumidores?
A pesar de sus claras ventajas, muchos consumidores pueden sentirse un poco escépticos ante este nuevo enfoque. ¿Cambiará esto nuestra percepción de los restaurantes? ¿Estaremos como en un mercado donde tales precios altos podrían hacernos sentir menos apreciados como clientes? La respuesta, según la experiencia de Javier Espinosa, es que muchos se sorprenden gratamente. Después de un período de prueba en restaurantes que adoptaron precios dinámicos, los clientes han adaptado rápidamente a este nuevo sistema, incluso llegándose a sentir más satisfechos.
Pero seamos honestos, la idea de que un plato de pasta costara más un sábado que un lunes podría chocar con nuestro concepto de «salir a cenar como un placer». Tal vez nos sintamos un poco manipulados, pero ¡hey!, quienes tienen un poco de flexibilidad podrían considerarse los «ganadores» de esta dinámica.
Un proceso de adaptación
Es importante destacar que la transición a precios dinámicos no ha sido fácil para todos. Algunos restauradores, aunque ven los beneficios a largo plazo, aún tienen sus dudas. En un sector que es reconocido por su tradición, adoptar nuevas prácticas puede ser un desafío. Sin embargo, como menciona Espinosa, «tras varios meses de prueba, los servicios no solo mejoran, sino que los clientes también se adaptan».
Yo mismo me he sentido abrumado tratando de adaptarme a los constantes cambios en las políticas de precios en varias aplicaciones y marcas. Tal vez esto solo demuestra que todo requiere un período de ajustes.
El futuro de los precios dinámicos en la restauración
Así como los marcos de referencia cambian en tecnología e industrias, se espera que el sistema de precios dinámicos evolucione en la hostelería. En estos tiempos de tecnología avanzada e inteligencia artificial, lo que hace diez años puede parecerle anticuado a las empresas de hoy. Por supuesto, el desafío será la forma en que los restauradores gestionen la percepción de sus clientes y la experiencia general que ofrezcan.
“La mayoría de los restaurantes fijan el precio de los platos en base al coste de la materia prima, pero si un restaurante prepara el pollo mucho más sabroso que el solomillo… ¿por qué debería ser más caro el solomillo si para el consumidor el valor del pollo es mayor?”, reflexiona Espinosa.
Con este enfoque, los restaurantes podrían llegar a tener una mayor flexibilidad para ofrecer precios más económicos en platos que resulten ser más valorados por los clientes.
Reflexiones finales: ¿Te atreves a probar?
Para mí, el concepto de precios dinámicos en los restaurantes representa una forma moderna de disfrutar de la experiencia culinaria. Me parece fascinante que esa economización podría darnos más razones para salir a comer. Y aunque pueda presentar algunas incógnitas y resistencia inicial, al final del día, todo se reduce a la experiencia de compartir momentos gastronómicos.
Así que la próxima vez que pienses en hacer una reservación, tal vez te animes a probar un lugar nuevo en un día menos concurrido. ¿Quién sabe? Tal vez tu plato favorito esté a un precio increíblemente atractivo.
¿Listo para reservar tu mesa al mejor precio? ¡Que comiencen las cenas de martes!
No olvides seguir disfrutando de nuevas experiencias gastronómicas y, ¿por qué no?, estar atento a las ofertas que te puedan sorprender. En un mundo donde el dinero siempre parece ser un tema, ser un cliente inteligente puede hacer todas las diferencias. ¡Buena suerte, y que tus cenas sean cada vez más asequibles!