Si alguna vez has estado en una cena donde el aceite de oliva ocupaba un lugar destacado en la mesa, me atrevería a decir que en algún momento te hiciste esta pregunta existencial: “¿Por qué el aceite de oliva es tan importante? ¿Es solo una moda o realmente tiene beneficios?”. Vamos a sumergirnos en el apasionante y, a veces, confuso mundo de este “oro líquido”, que no solo es una joya de la dieta mediterránea, sino también un tema que da mucho de qué hablar (y comer).

La época dorada del aceite de oliva

Voy a ser honesto. Crecí en una familia donde el aceite de oliva era casi sagrado. Recuerdo a mi abuela sirviendo pan con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, mientras que mis primos se peleaban por el último trozo de pan. “¡No hay nada mejor que esto!”, proclamaba mientras disfrutaba con una sonrisa. Mencionaba un dicho popular: «Aceite de oliva, tierneza en la vida». Y qué razón tenía.

Pero la realidad va mucho más allá de recordar viejas anécdotas familiares. En España, el mayor productor mundial de aceite de oliva, se produce una increíble variedad de aceites, cada uno con sus particularidades y beneficios. Y si bien es cierto que el aceite de oliva se ha ganado un lugar en nuestras cocinas, también hay mucha diferencia entre un tipo y otro, y eso merece una explicación.

La dieta mediterránea: no es solo una moda

Cuando hablamos de la dieta mediterránea, lo primero que se nos viene a la mente son aceitunas, pan crujiente y un buen vino (pero eso es otra historia). España no solo es famosa por su cultura vibrante, sino también por su compromiso con una alimentación saludable. La evidencia científica muestra que este estilo de vida puede contribuir a una mejor salud cardíaca y a disminuir el riesgo de enfermedades crónicas, lo cual es un win-win.

Cómo se fabrica el aceite de oliva

Hablemos un poco sobre cómo se produce el aceite de oliva. Imagina una escena idílica en un campo de olivos, donde aceitunas brillantes y jugosas son recogidas a mano. A diferencia de los procesos industriales que pueden parecer un poco fríos, el aceite de oliva virgen se obtiene mediante un proceso mecánico en frío que no utiliza productos químicos ni alta temperatura. Pero no todos los aceites son iguales, así que aclaremos un par de conceptos.

  1. Aceite de oliva virgen extra: Es el más puro y tiene una acidez inferior al 0.8%. Aquí es donde tienes todos los nutrientes, antioxidantes y sabores auténticos.
  2. Aceite de oliva virgen: Tiene un poco más de acidez, hasta un 2%, pero sigue siendo bastante bueno.

  3. Aceite de oliva refinado: Este pasa por un proceso químico que reduce su acidez, pero también elimina muchos compuestos beneficiosos. Tolera bien las altas temperaturas, pero ¿realmente vale la pena?

  4. Aceite de orujo de oliva: Este se obtiene de los restos de la extracción y, aunque puede ser útil para frituras industriales, no es apto para el consumo directo.

Así que, cada vez que te veas en la tesitura de comprar aceite, piensa en lo que realmente estás eligiendo.

Hablando de acidez

¿Sabías que la calidad del aceite se mide, en gran parte, por su acidez? La acidez se refiere a la cantidad de ácidos grasos libres en el aceite. Imagina que hay unos factores que influyen en esto: si las aceitunas se dañan o si no se procesan adecuadamente, la acidez sube. Por eso, el aceite de oliva lampante, con una acidez superior al 2%, no se vende al público. Pero también puede ser refinado para crear un producto más útil (aunque menos nutritivo).

Entonces, cuando veas una botella de aceite en la estantería de tu cocina, no olvides mirar la etiqueta. A veces, un pequeño detalle como la acidez puede cambiar la experiencia culinaria.

Propiedades del aceite de oliva

Hablemos de la ciencia. O mejor aún, de las buenas noticias. El aceite de oliva virgen no es solo una grasa; es un cóctel saludable lleno de ácido oleico (un ácido graso monoinsaturado) y otros compuestos que benefician tu salud. Varios estudios han demostrado que el consumo de aceite de oliva está asociado a la mejora de los niveles de colesterol y a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares.

No tiene por qué ser un cuento de hadas para que lo creas. Si revisas los últimos estudios, verás que se ha encontrado evidencia que señala que el aceite de oliva virgen está vinculado a un riesgo menor de diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. En resumen, ¡un pequeño chorrito al día puede mantener alejado al médico!

La comparación con el aceite refinado

Ahora, déjame decirte algo que probablemente ya sospechabas. El aceite refinado, aunque tiene un sabor neutral y puede ser más barato, no es tu mejor amigo. Durante el proceso de refinado, pierde muchas de sus propiedades beneficiosas. La cantidad de polifenoles, esos maravillosos antioxidantes que ayudan a combatir el estrés oxidativo, puede reducirse hasta un 90% en comparación con el aceite de oliva virgen extra.

Así que, si te encuentras en una encrucijada entre estos dos tipos de aceite, recuerda: el precio más bajo puede costarte un poco más a largo plazo, especialmente en el ámbito de la salud.

Diversidad en el aceite de oliva en España

El amor por el aceite de oliva en España es innegable. En 2023, cada español consumió aproximadamente 6 litros de aceite de oliva al año. Pero, ¿qué tipo de aceite es el más popular? Sorprendentemente, el aceite de oliva virgen extra representa solo un 30% de este consumo. Tal vez se deba a su creciente popularidad y a los precios que, al parecer, han decidido subir como la espuma.

El aceite de oliva virgen ocupa un 10% del consumo total, y el aceite de oliva refinado, junto con un poco de virgen, se lleva el pastel con un 60%. Nadie puede resistirse a esos precios más bajos. Pero, ¿no sería genial ver a más personas optar por el virgen extra si supieran lo que se pierden?

Mitos sobre el aceite de oliva: ¿realmente no se puede freír?

¡Alerta de mito! Una idea presente en muchas conversaciones es que el aceite de oliva virgen no debe usarse para freír. Si alguna vez te has sentido culpable por no seguir esta regla, ¡alivia esa culpa! Estudios recientes han demostrado que el aceite de oliva virgen puede mantener sus propiedades incluso a altas temperaturas. A veces, parece que la comida sabe mejor cuando se cocina con un buen aceite de oliva.

Un estudio internacional incluso encontró que el contenido de polifenoles puede aumentar con la fritura a alta temperatura. ¿Te imaginas? Es como encontrar un trozo de chocolate en una galleta. Queriendo disfrutar de tus frituras, al mismo tiempo estás ayudando a tu salud.

Conclusión: el aceite de oliva como parte de nuestra cocina

Así que, querido lector, la próxima vez que estés ante esa estantería de aceites en el supermercado, toma un momento. Piensa en la historia, en los beneficios y en la calidad que estás eligiendo para tu mesa. Al fin y al cabo, el aceite de oliva no es solo un ingrediente; es un símbolo de salud, arte culinario y tradición.

Recuerda que no todos los aceites son iguales. La sabiduría está en elegir el que realmente te brindará todos esos beneficios que tu cuerpo necesita. Y quien sabe, ¡tal vez hasta se convierta en el nuevo centro de tus anécdotas familiares!

Así que, ¡a llenar esas botellas y a disfrutar de todo lo que el aceite de oliva tiene para ofrecer! ¿Qué esperas para hacer de este “oro líquido” el rey de tu cocina?