La violencia de género en España ha sido un tema candente durante años. Sin embargo, el inicio de 2025 nos trae una desgraciada noticia que nos sacude a todos: el primer asesinato machista del año. La historia de Karilenia, una mujer de 40 años originaria de Cuba y madre de tres hijos, es un recordatorio desgarrador de que la lucha contra el machismo y la violencia de género aún tiene un largo camino por recorrer.

La trágica noche en Sama de Langreo

Todo comenzó un viernes por la noche en la localidad asturiana de Sama de Langreo. Según los relatos de vecinos, una discusión se desató entre Karilenia y su pareja, Francisco F., un hombre de 72 años. Lo que podría haber sido solo un altercado de pareja se tornó en una pesadilla. Imagina estar en tu casa, escuchando gritos y golpes. Eso hizo una vecina que, asomándose a la ventana, se encontró con una escena escalofriante. Francisco estaba agrediendo a Karilenia, y a simple vista, la situación se volvió extremadamente peligrosa.

Es fácil juzgar desde la distancia, pero ¿cuántos de nosotros hemos presenciado una pelea y hemos sentido la impotencia de no saber qué hacer? La valiente decisión de algunas personas de intervenir podría cambiar el rumbo de unos eventos fatídicos. En este caso, la intervención fue inmediata, pero aún así, el desenlace fue horrendo.

La vecina gritó, advirtiendo a Francisco sobre su comportamiento violento, solo para encontrarse con su respuesta escalofriante: “Me ha intentado matar”. La confusión y el terror de ese momento son difíciles de imaginar. Sin embargo, frente a esto, otras testigos también hicieron lo que pudieron. A pesar de que una de ellas intentó interponerse, Francisco empuñaba un cuchillo y su determinación no se detuvo. Las historias de héroes cotidianos son siempre inspiradoras, aunque en este caso, se trató de un valiente intento que no logró interferir en lo inevitable.

Un patrón de violencia

Lo alarmante no se detiene ahí. Francisco ya tenía un oscuro historial, incluyendo un trágico incidente en octubre de 2022 en el que su ex pareja, María Carmen, falleció en un incendio en su hogar. Pregúntate: ¿por qué a menudo los signos son ignorados? ¿Cuántas alertas tienen que sonar antes de que se tomen medidas significativas?

Las autoridades indican que no había denuncias previas de malos tratos, un hecho que subraya la complejidad de la violencia de género. Es importante recordar que la violencia no siempre deja marcas visibles. A menudo, las víctimas viven en un entorno controlado y manipulado que hace muy difícil visibilizar el abuso hasta que es demasiado tarde.

Reacciones de la sociedad

La tristeza y la rabia se apoderan de la comunidad. El presidente asturiano, Adrián Barbón, expresó su indignación y dolor tras el suceso, describiendo la violencia machista como un “terrorismo que vergonzosamente algunos niegan”. Esto resuena con muchas personas que han experimentado o han sido testigos de situaciones similares.

Las concentraciones en honor a Karilenia no tardaron en surgir. La comunidad se unió en un minuto de silencio, y una ola de apoyo se extendió, desde el Ayuntamiento de Langreo hasta el gobierno regional. Juntos, todos se han comprometido a promover una sociedad más justa, donde la igualdad sea la norma y no la excepción.

Sin embargo, las cartas no siempre se juegan de manera justa. Algunas declaraciones, como las del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, cada vez más comunes en debates sobre violencia de género en España, añaden un sinsabor a la contaminación social en la que vivimos. Cuando demandó que los minutos de silencio también se pronunciaran por los hombres que mueren, nos deja preguntándonos: ¿Realmente estamos dispuestos a separar el verdadero problema de la violencia de género en un mar de comparaciones?

Un panorama más amplio

Cada vez que se habla de violencia de género, también se debe considerar la historia en su totalidad. En 2022, 48 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en España, junto a nueve menores, una cifra alarmantemente alta que deberían despertar nuestra conciencia colectiva. Desde 2003, cuando comenzaron a registrarse estos trágicos eventos, el número asciende a 1.294 mujeres. Es un recordatorio abrumador de que, aunque hemos avanzado en muchos aspectos, aun queda un largo camino por recorrer.

Hablar de estadísticas puede parecer frío, pero hay un rostro humano detrás de cada número. Karilenia, con sus tres hijos, es solo una de las muchas historias perdidas en este entramado de horror. ¿Qué futuro aguarda a estos niños? ¿Quién se encargará de sanar las profundas cicatrices emocionales que dejará esta tragedia?

La importancia de la denuncia

Es fundamental recordar que, si tú o alguien que conoces se encuentra en una situación de violencia, es crucial buscar ayuda. El teléfono 016 está disponible las 24 horas del día para brindar apoyo. También existe una línea específica para menores, la Fundación ANAR, que ofrece recursos para aquellos que se sienten amenazados o inseguros.

La violencia de género no es un asunto que deba ser tratado como algo privado o vergonzoso. Hay recursos a disposición y, sobre todo, hay una comunidad lista para apoyar a quienes deciden dar el paso hacia un futuro más seguro.

Reflexiones finales

La tragedia de Karilenia nos llama a todos a la acción. Nos exige reflexionar sobre cómo podemos fomentar un cambio en nuestras comunidades y en nuestras propias vidas.

Discutir y promover la igualdad de género, colocar el tema en la conversación diaria y estar alertas ante situaciones que parezcan inusuales son acciones que pueden marcar la diferencia. Al final del día, somos responsables, no solo de nuestros actos sino también de crear un entorno donde las futuras generaciones crezcan sin miedo ni violencia.

Imagina un mundo donde esos números alarmantes se conviertan en una anécdota del pasado; un mundo donde el amor y el respeto prevalezcan sobre la violencia. ¡Eso es sin duda un futuro por el que vale la pena luchar!

Así que, querido lector, la próxima vez que escuches sobre un caso de violencia de género, hazte preguntas. ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo ayudar? La respuesta puede estar más cerca de lo que piensas y tus acciones, sin importar cuán pequeñas sean, pueden tener un impacto profundo.

La violencia de género no es solo un problema de mujeres; es un problema de todos. Así que unámonos en la lucha para erradicar este mal y construir una sociedad más igualitaria y respetuosa. Como siempre, recuerda mantener tu mente abierta y estar listo para actuar. Después de todo, héroes cotidianos son los que marcan la diferencia.