Si hay algo que despierta mis sentidos y me hace sonreír de inmediato es un cruasán perfectamente crujiente. Ya sea crujiente por fuera y esponjoso por dentro, o relleno de un exquisito chocolate, este manjar francés tiene un lugar especial en mi corazón (y en mi estómago). Esto me lleva a preguntarme: ¿Quién puede resistirse a una buena pastelería con cruasanes gloriosos? Yo definitivamente no.

En este artículo, voy a llevarte de paseo por Madrid, donde exploraremos algunas de las mejores pastelerías de la ciudad que ofrecen este delicioso bollo. Pero no solo te listaré los lugares, también compartiré algunas anécdotas y reflexiones personales sobre el maravilloso mundo de los cruasanes. Así que, agarra un café, siéntate cómodamente y prepárate para un viaje dulce.

El cruasán: una delicia con historia

Pero antes de sumergirnos en nuestro tour, hablemos un poco sobre la historia del cruasán. Este delicioso hojaldrado no solo es un simple bollo: está cargado de historia y cultura. Su origen se remonta a un panecillo austriaco llamado kifli, que ya existía en el siglo XIII. Este detalle siempre me sorprende. ¿No es curioso que algo que disfrutamos tanto hoy en día tenga raíces tan antiguas?

Se dice que el cruasán, tal y como lo conocemos hoy, tomó forma en Francia gracias a la influencia de la realeza. ¡Y pensar que todo comenzó con una simple pieza de pan! Es un recordatorio de que a veces, las cosas más sencillas pueden transformarse en algo grandioso.

Estela Hojaldre: pioneros en el arte del hojaldre

Estela Hojaldre es de las primeras paradas en nuestra aventura. Esta pastelería, dirigida por la talentosa Estela Gutiérrez, se ha ganado un merecido reconocimiento. Ganó el Premio Pastelero Revelación en el Madrid Fusión de 2021, lo cual no es poca cosa. Ya solo por eso, deberías considerar hacer una visita.

Nota personal: Recuerdo una mañana de domingo cuando decidí darme un gusto y probar uno de sus cruasanes. La cola estaba fuera de la tienda, pero la espera valió completamente la pena. No puedo describir la calidad de su hojaldre; si pudieras morder una nube, probablemente saber a esto. Y es que, si vais a dedicar los últimos minutos de tu cama a salir a la calle, que sea por un cruasán digno de ser mencionado en historias.

Precio: Desde 2 euros
Dirección: Plaza Jesús, 5

La Duquesita: tradición en cada bocado

Ahora nos dirigimos a La Duquesita, una joya de más de un siglo de historia. Fundada a principios del siglo XX por Oriol Balaguer, esta pastelería se ha establecido como un símbolo de calidad en Madrid. Sus cruasanes son producidos con mantequilla francesa y fermentaciones largas, lo que resulta en una textura y un sabor que es simplemente imposible de imitar.

No hay nada como degustar un cruasán aquí mientras saboreas el ambiente clásico y elegante de La Duquesita. ¿Te imaginas una comida vegetariana en una elegante mesa de madera? Bueno, yo puedo imaginarme deleitándome con uno de sus cruasanes mientras me dejo llevar por este buen ambiente.

Precio: Desde 2,20 euros
Dirección: Fernando VI, 2

Café del Art: cruasanes para todos los gustos

Si estás en la zona del Rastro, no puedes dejar de visitar el Café del Art. Este pequeño rincón es lo que podrías considerar un paraíso de los cruasanes al puro estilo parisino. Tienen versiones dulces, con chocolate o mermelada, y salados, con jamón y queso. Eso sí, mientras tomas un café de especialidad.

Confesión: Una vez pedí un cruasán con jamón y queso y una taza de café que parecía una obra de arte. La combinación de este cruasán salado en medio de un bullicio tan acogedor me hizo creer que la felicidad existe. Pero, ¿y el chocolate? Bueno, eso ya es un capítulo completamente diferente.

Precio: Desde 1,80 euros
Dirección: Plaza del Cascorro, 9

La Mallorquina: tradición y leyenda

En la emblemática Puerta del Sol, encontramos a La Mallorquina, una pastelería que lleva décadas ofreciendo lo mejor de la repostería. Sus cruasanes son elaborados con mantequilla, huevo y otros ingredientes, siguiendo recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. La combinación de horas de amasado y laminado cuidadoso aseguran un cruasán ligero y delicioso.

Referencia personal: Recuerdo la primera vez que entré a La Mallorquina, porque no entendía cómo podía haber tantos sabores y tan poco tiempo en la vida de uno. Al final, lo único que me quedó fue un cruasán en la mano, y la sensación de que había tomado la decisión correcta.

Precio: 3,60 (dos unidades)
Dirección: Puerta del Sol, 8

Pan y Cacao: creatividad al poder

Si buscas algo más innovador, entonces tienes que visitar Pan y Cacao. Aquí, el cruasán brilla no solo por su sabor, sino también por su creatividad. Con más de 300 unidades saliendo del horno diariamente, su especialidad incluye cruasanes clásicos, así como variantes de chocolate o rellenos de turrón.

Me encanta explorar la variedad de cruasanes, porque siempre hay algo nuevo que probar. ¡Es como una caja de sorpresas! Un día puedes caer en la tentación de un cruasán de chocolate y al siguiente descubrir uno de queso mascarpone. ¿Ya lo ves? Mi corazón empieza a latir más rápido solo pensarlo.

Precio: Desde 1,80 euros
Dirección: Clara del Rey, 51

Madreamiga: una aventura de fermentación

En el barrio de Malasaña, encontramos Madreamiga. Este obrador se caracteriza por sus largas fermentaciones que dan como resultado un cruasán ligero y sabroso. La variedad de sabores, que incluye desde el clásico con chocolate hasta otros más originales con mantequilla y bechamel, hacen de este lugar un sitio imprescindible para los amantes del dulce.

Cuando probé un cruasán aquí por primera vez, no solo experimenté un bocado exquisito, sino también una pequeña explosión de felicidad en mi paladar que me hizo sentir como si estuviera en un viaje gastronómico.

Precio: Desde 1,90 euros
Dirección: Teruel, 26 y otras.

Moulin Chocolat: una pastelería con estilo francés

No podríamos terminar nuestro recorrido sin visitar Moulin Chocolat, una auténtica pastelería francesa que ha sido reconocida como la mejor de Madrid en 2021. Sus cruasanes, presentados de diferentes formas, te harán dudar si comerte uno o dos. La combinación de chocolate y frutos secos es, sin duda, uno de sus puntos fuertes.

Una vez, una amiga y yo decidimos hacer un cata de cruasanes, como esos en los que a menudo sueñas, ¿verdad? Entre el crujido de la masa y el sabor del chocolate, casi se me escapa un «oup’s» de placer.

Precio: Desde 2,50 euros
Dirección: Alcalá, 77

Doble Uve: calidad y creatividad se unen

En la calle Antonio Arias se encuentra Doble Uve, donde sus cruasanes se hacen con harinas ecológicas y fermentaciones largas. Lo que más me gusta son las ediciones limitadas que sacan de vez en cuando, que a menudo presentan sabores inusuales como tarta de queso o crema de pistacho.

Un día, un amigo y yo nos dirigimos hacia Doble Uve emocionados por las recomendaciones. Encontramos cruasanes cubiertos de almendra, y no te miento si te digo que se podrían convertir en un vicio muy rápido.

Precio: Desde 2 euros
Dirección: Antonio Arias, 5

Acid Café: fermentación extrema

Si eres un amante del café y los cruasanes, no puedes faltar a Acid Café. Las fermentaciones de hasta 72 horas les otorgan a sus piezas un sabor inolvidable. Con mantequilla de Denominación de Origen y una variedad de bollos, cada bocado es como un recordatorio de la felicidad simple que traen los alimentos.

Recuerdo que, tras una larga caminata en el centro, me detuve aquí y pedí un cruasán que acompañé con su café. Este momento me hizo sentir que había hecho las paces con el mundo.

Dirección: Magdalena, 27

Panem: el cruasán ganador

Enfermo del amor por los cruasanes, Panem es otra visita obligada. Ganador del mejor cruasán de España en 2021, sus piezas son elaboradas durante 48 horas. La variedad no se queda atrás; aquí puedes encontrar desde los clásicos hasta opciones de chocolate que te harán soñar despierto.

Una vez, estaba celebrando un cumpleaños y decidimos ordenar varios de estos cruasanes. Tuve que robar un par y esconderlos en mi bolso. No te preocupes, ¡no le dije a nadie!

Precio: Desde 1,90 euros
Dirección: Fernán González, 42

Ciento Treinta Grados: una joya en el barrio de Prosperidad

Por último, nos acercamos a Ciento Treinta Grados, que se sugiere abrir en su propio barrio, pero también cuenta con un local en Arapiles. Este obrador se especializa en un auténtico cruasán que combina crujiente y esponjoso, siendo una de las mejores elecciones para quienes busquen un bocado esencialmente dulce y satisfactorio.

¡Ah! Si te gustó algún horario del día anterior, no dudes en volver, porque sus cruasanes se vuelven a hacer al día siguiente con amor por la cocina.

Precio: Desde 2,20 euros
Dirección: Fernando el Católico, 17

Conclusión: un viaje dulce por Madrid

Así que, para todos ustedes amantes de los cruasanes y la repostería, este ha sido un pequeño recorrido por las mejores pastelerías de Madrid donde ¡la calidad y la tradición se encuentran! Cada uno de estos lugares no solo ofrece un dulce exquisito, sino también una historia que contar.

Al final del día, la vida se trata de disfrutarse, y un buen cruasán puede hacer la diferencia, ya sea después de un largo día de trabajo o simplemente como un capricho.

Así que, antes de que se me acabe el tiempo y el espacio en este artículo, te animo a que salgas, explores y encuentres tu cruasán favorito en Madrid. Alguien tenía que decírtelo: la felicidad se puede encontrar en un bollo crujiente. ¡Buen provecho! 🍪