Localizado en la provincia de Burgos, Frías no solo es uno de los 28 pueblos que Castilla y León aporta a la lista de los ‘Pueblos más bonitos de España’, sino que también ha sido señalado por National Geographic como el destino perfecto para noviembre de 2024. Si alguna vez te has preguntado por qué los viajeros se obsesionan con ciertos lugares, déjame contarte por qué Frías es uno de esos encantos que sobrepasa cualquier expectativa.
Un viaje al pasado en cada esquina
La historia de Frías se remonta al siglo IX, y al caminar por sus calles empedradas, puedes sentir cómo el tiempo se detiene. Imagínate paseando por un pueblo donde cada piedra, cada ladrillo y cada esquina susurra historias de la Edad Media. Este es un lugar donde la historia y la modernidad coexisten, y tengo que confesarte que, cuando estuve allí la primera vez, me sentí como un protagonista de una novela histórica, buscando dragones y castillos encantados.
El majestuoso castillo de los duques de frías
Uno de los atractivos más impresionantes es el Castillo de los Duques de Frías, que se alza con majestad sobre el pueblo. Esta fortaleza del siglo XII me dejó sin aliento —bueno, y un poco cansado también, porque la subida al cerro no es para los débiles de corazón—. Desde allí arriba, la vista del pueblo y sus alrededores te hace sentir que eres parte de un cuadro pintado por un maestro. Es el selfie perfecto para impresionar a tus amigos en redes sociales, ¿no crees?
Las casas colgadas: un espectáculo visual
A solo un breve paseo desde el castillo se encuentran las casas colgadas, que me recordaron a las de Cuenca, pero con un encanto propio que las hace únicas. Te presentaré un pequeño secreto: si te quedas a observarlas, podrás ver cómo los propietarios salen a sus balcones durante la tarde, como si fueran actores en una obra de teatro improvisada. ¡Un espectáculo digno de ver!
La iglesia de san vicente mártir y su historia fascinante
No puedes visitar Frías sin hacer una parada en la Iglesia de San Vicente Mártir, cuyo pórtico románico ha tenido su propia aventura internacional: ¡estuvo en Nueva York durante 120 años! Según cuenta la leyenda, la torre del templo se derrumbó y el pórtico viajó a tierras extranjeras, un recordatorio de lo que puede suceder en esta increíble vida de altibajos.
En el interior, te encontrarás con capillas que parecen haber salido de un cuento. Te aseguro que la atmósfera serena que se respira es ideal para una reflexión personal, o simplemente para disfrutar de un momento de paz.
Un entorno natural que te dejará sin aliento
Si eres de los que «solo» busca edificios antiguos, ¡ten cuidado! Te podrías perder de la magnífica naturaleza que rodea a Frías. A las afueras del pueblo, el hermoso paisaje de Las Merindades te invita a explorar, gracias a las rutas de senderismo que serpentean a través de paisajes escarpados y ríos cristalinos. Si te gustan los desafíos, no puedes dejar de visitar el Monumento Natural de Ojo Guareña, un laberinto subterráneo que parece sacado de un libro de fantasía. Te advierto, es fácil perderse allí —en más de una ocasión, he tenido que recurrir a la brújula!
Un vistazo a Tobera: ermitas que te robarán el aliento
Dado que Frías es solo el comienzo de la aventura, te recomiendo aventurarte a Tobera, un pueblo vecino donde se encuentran dos de las ermitas más impresionantes de Castilla y León: la de San Cristo y la de Santa María de la Hoz. La última es especialmente famosa por estar incrustada en la roca, ofreciendo una vista única que parece sacada de una película de Indiana Jones. No es de extrañar que muchos fotógrafos se adentren aquí buscando capturar la belleza de este entorno.
Imagina estar allí al amanecer, con el sonido del agua fluyendo en el fondo, el canto de los pájaros y la luz dorada iluminando la roca. Es un momento que se imprime en tu memoria, y si me permites ser un poco nostálgico, me hace recordar mis propias aventuras al aire libre de la infancia, corriendo a través de paisajes naturales sin preocupaciones.
Conclusiones: ¿es frías el destino ideal para noviembre?
La respuesta es, sin duda, ¡sí! Frías te ofrece la combinación perfecta de historia, naturaleza y una comunidad acogedora. No importa si eres un amante de la arquitectura medieval, un entusiasta de la naturaleza o simplemente alguien que disfruta de un buen tazón de sopa en un café pintoresco; aquí hay un poco de todo para todos.
Si decides visitarlo, asegúrate de llevar tu cámara (e incluso un buen par de zapatos cómodos) porque te perderás en un rincón de España que te robará el corazón. Recuerda que los pueblos más bonitos no son solo un lugar para ver, sino una experiencia para vivir. ¿Y tú, ya has incluido a Frías en tu lista de destinos por explorar?