La sanidad pública en España es un tema recurrente de conversación, especialmente ahora que crece la preocupación sobre la calidad y seguridad de los servicios que se prestan. La reciente crisis en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha reavivado estas preocupaciones, sobre todo después de que se delegara la esterilización del material quirúrgico a una empresa externa —Croma Gio.Batta—. La situación se ha tornado crítica, con reportes alarmantes de instrumentos quirúrgicos incompletos, sucios y, en ocasiones, incluso con restos biológicos. ¡Vaya escándalo! Pero, ¿qué está pasando realmente y cómo vamos a resolverlo?

La realidad detrás de la crisis

Es importante informarnos bien antes de crear un juicio sobre la situación. El consejero delegado de la Agencia de Contratación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, José Nieves González, ha tratado de calmar las aguas, asegurando que «los datos de incidencias y suspensiones quirúrgicas durante el pasado mes de febrero son los mismos que había antes». Allen, claro, es fácil decir eso desde su despacho, ¿verdad? Pero lo que realmente importa es lo que están experimentando los trabajadores y los pacientes.

Según los empleados, la realidad es muy diferente. Ellos han expresado su preocupación en un documento presentado a la Inspección de Trabajo, en el que mencionan la falta de material quirúrgico, daños en los instrumentos y casos de esterilización fallida. ¡Eso es algo que debería tenernos a todos en alerta máxima! ¿Te imaginas ser un paciente y descubrir que el instrumental utilizado para tu cirugía ha llegado con restos de alguna operación anterior? ¡Es para ponerse a temblar!

La respuesta de las autoridades

La diputada del PSOE, Sara Bonmatí, no se quedó callada ante estas inquietudes. En una reciente sesión de la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, cuestionó directamente la gestión del contrato con la empresa. «¿Se ha penalizado a la compañía por incumplimiento de contrato?», preguntó Bonmatí, dejando entrever que la única respuesta a la crisis debería ser resolver el problema y no hacer oídos sordos.

Sin embargo, Nieves González aseguró que «no se ha pagado ni un euro» a Croma debido a que están en un «periodo de transición». Yo no sé tú, pero cuando escucho palabras como «transición», especialmente en temas tan serios como la salud, me pregunto: ¿debería preocuparme más? Al final, la salud de muchos depende de decisiones que parecen más administrativas que médicas.

La externalización, ¿es realmente la mejor opción?

El debate sobre si externalizar servicios de salud ha sido candente durante años. La idea detrás de la externalización es simple: a menudo se dice que una empresa privada puede operar con más eficiencia que un organismo público. Pero, en la práctica, esto no siempre resulta ser cierto. ¿Alguien recuerda el caso famoso de los contratos de limpieza en algunos hospitales donde la calidad dejó mucho que desear? Un clásico de la ‘eficiencia’ en la gestión pública.

Algunos dirán que hay que reformar la gestión sanitaria pública, pero será suficiente si el enfoque no se cambia. Además, no todo está perdido: el consejero ha declarado que «la renovación del material debe ser del 80% en abril de 2025». La pregunta es, ¿podremos confiar en que esta renovación realmente se complete y que no estemos hablando de un sueño perdido en papeles?

La experiencia personal siempre cuenta. Mi amigo Juan, que lleva años trabajando en un hospital, me solía decir: «La esterilización es crítica, no un servicio más». Si un profesional del sector siente que se está jugando con la calidad de su trabajo para optimizar costos, ¿no es eso justo el tipo de historia que duele escuchar?

Estrés laboral y su impacto en el servicio

Pero no se trata solo de los pacientes. La falta de instrumental adecuado y la creciente presión laboral están afectando la salud mental de los trabajadores del hospital. Como bien sabemos, un profesional estresado no es el mejor para realizar una intervención quirúrgica. ¿Te imaginas que tu cirujano está preocupado por si le llegó el instrumental correcto o, peor aún, si está limpio? Esa combinación entre estrés y preocupación es una bomba de tiempo.

Un grupo de empleados del margen quirúrgico ha optado por presentar una denuncia a la Inspección de Trabajo, alegando que están bajo una presión laboral excesiva debido a la crisis. Y no puedo dejar de pensar en lo fácil que es olvidar que, detrás de cada número y cada informe, hay seres humanos entregando lo mejor de sí mismos, incluso en condiciones desfavorables.

¿Qué se puede hacer?

Puede que se note una ligera desesperanza en el aire, pero hay espacio para la oportunidad. Una vez que se identifican los problemas, la siguiente etapa es buscar soluciones. Es tiempo de hablar: tanto los empleados como los pacientes tienen que ser escuchados. Las quejas hacia la externalización deben ser consideradas, y es fundamental que se tomen acciones que realmente apunten a mejorar.

En este sentido, no podemos quedarnos con la idea de que la externalización es la única respuesta. Es fundamental evaluar el impacto de estas decisiones y reconocer que lo que se está jugando, en realidad, es el bienestar de todos.

Por supuesto, no hay soluciones rápidas ni fáciles. Pero empezar por resolver los problemas identificados, como la falta de material y la mejora de la comunicación entre organismos, podría ser un paso positivo. ¿Por qué no pensar en la creación de un comité que incluya a todos los partes interesadas: autoridades, empleados y hasta pacientes?

Reflexiones finales

La situación del Hospital Universitario 12 de Octubre es un claro recordatorio de que en el ámbito de la salud no se pueden tomar decisiones a la ligera. Ya sea una gestión pública o una empresa privada, la calidad de la atención y la seguridad del paciente deben ser siempre la prioridad. Y aunque queremos creer que la externalización es la solución ideal, debemos recordar que las decisiones mal tomadas pueden llevar a consecuencias graves.

A medida que seguimos estos eventos, es una oportunidad para que todos nos involucremos en la mejora de nuestro sistema de salud, ya que al final del día, cada uno de nosotros puede ser un paciente o un protagonista.

Por último, si te has encontrado alguna vez en una situación de estrés en el trabajo, entiendo lo que sientes. Opta por hablar, por alzar la voz y por buscar la solución. La salud, tanto física como mental, es a menudo un tema del que se habla poco, pero que necesita ser abordado con seriedad y compasión. ¿Interesante, verdad?

¿Y tú, qué piensas? ¡Deja tus comentarios y hablemos sobre la salud y lo que está en juego!