Cuando piensas en la música española, hay ciertos nombres que destacan con luz propia. Coque Malla es uno de ellos, un artista cuya trayectoria nos permite reflexionar sobre el arte, la creatividad y la relación con el público a través de experiencias compartidas. Recientemente, tuve la suerte de sentarme con él en un acogedor bar de Ópera en Madrid, justo antes de que celebrara sus 40 años de carrera con un emocionante concierto especial en el WiZink Center. Si alguna vez te has preguntado qué hay detrás de la chispa creativa de un músico experimentado como Coque, aquí encontrarás algunas respuestas.
La travesía musical de Coque Malla: un explorador de sonidos
Una de las cosas más interesantes que surgió durante nuestra conversación fue la reflexión de Malla sobre su trayectoria artística. Cuando le pregunté si había algo que le quedara por contar después de 40 años, respondió con una serenidad casi filosófica: “Tengo que pensarlo, pero seguro que hay muchas preguntas, muchas cosas que se repiten.” Sin embargo, fue contundente en su crítica a la rutina en las entrevistas, destacando que es trabajo de los periodistas innovar y hacer preguntas nuevas. ¿No es curioso cómo la rutina puede infiltrarse incluso en el periodismo?
Coque es un explorador, y no solo en el sentido literal. Habla del arte como un campo sin límites, donde picotea de aquí y allá, en lugar de enfocarse en un único estilo. “Me he perdido en mi propia divagación”, confiesa. Esto resuena profundamente con muchos de nosotros que, en nuestras propias vidas, a veces nos preguntamos si estamos siguiendo el camino correcto o si simplemente estamos dejando que la corriente nos lleve. ¿Eres de los que buscan la respuesta a la pregunta del sentido de la vida en una taza de café mientras escuchas a Malla? Yo, definitivamente, he estado allí.
La relación con el pasado y la sombra de Los Ronaldos
Una de las partes más fascinantes de nuestra plática fue la relación de Coque con su pasado, especialmente su vida con Los Ronaldos. Durante años, expresó cómo lidiar con esa «sombra» no fue fácil. “Es como tener dos hijos: uno fuerte e independiente y el otro un poco más débil”, explica. Describiendo su carrera en solitario como el “hijo débil” que necesitaba más atención, se percibe un tono de reconciliación. “Ahora que ese bebé se ha hecho un hombre, ya estoy en paz con Los Ronaldos”, añade, bromeando sobre la relación entre ambos.
Es fácil conectar con esa metáfora. ¿Quién no ha experimentado la lucha entre seguir las expectativas de otros y encontrar su propio camino? A veces, los “hermanos” de nuestra vida pueden ser los sueños que dejamos de lado o las versiones de nosotros mismos que sentimos que no alcanzamos. Pero, al final, todos esos aspectos son parte de lo que somos hoy, y Malla lo resume perfectamente: ambos proyectos han encontrado su lugar y conviven sin conflictos.
Reviviendo un legado: el impacto de la colaboración
Con el 40 aniversario en el horizonte, el ambiente entre los músicos se siente especial. Malla menciona que varias celebridades, como Joaquín Sabina, contribuyeron con video saludos. Este sentido de comunidad es palpante. Desde Dani Martín hasta Leiva, la generosidad de sus compañeros es un tema recurrente. “Hemos hecho un calendario porque sería feísimo no usarlos todos después del coñazo que hemos dado”, bromea, demostrando que a pesar de la industria llena de egos, hay un espacio para la camaradería.
Esa admiración mutua entre colegas revela la química única que puede existir en un ambiente que, a menudo, sólo se conoce por su competencia. Al final del día, todos ellos enfrentan desafíos similares, ya sea el miedo escénico o la presión de un contrato. ¿No es reconfortante pensar que la frustración y el llama-llama de la fama no son exclusivas de uno?
La complejidad de la fama en España
La fama y el reconocimiento son cosas delicadas, especialmente en un país como España, donde, según Coque, “la cultura se relaciona con el ocio y con una especie de servicio”. En lugar de ser celebrado como un artista transformador, a menudo se les ve como meros entretenedores. Esto puede ser una carga pesada.
Es cierto que, en muchos países, los artistas son reverenciados como portadores de su cultura, pero aquí existe esa noción errónea de que su éxito se deba a su papel como “camareros” del entretenimiento. La pregunta es, ¿cómo afecta eso a la percepción de quienes crean esos momentos mágicos? La ironía es casi cómica cuando lo piensas, pero también es trágico. Malla lo expresa de manera honesta y directa: “Eso hace que la relación de los artistas con el público en España sea difícil”.
Conciertos: la experiencia que todos desean
Nos encontramos en una época en la que los conciertos no son solo eventos musicales, sino experiencias meticulosamente planificadas donde cada uno quiere estar presente. “Ahora, hay gente que no se sabe las canciones pero quiere decir que estuvo allí”, reflexiona Malla. Nos cuenta sobre su experiencia viendo a Bruce Springsteen, donde se dio cuenta de que el ambiente en las primeras filas ya no es lo que era. Es desconcertante pensar en cuánto puede afectar eso al artista, y a la autenticidad de la música misma.
Ahora bien, ¿no te hace preguntarte cómo sería si volviéramos a esos días en que las experiencias eran más sencillas y personales? Donde la conexión emocional entre el artista y el público era palpable y auténtica. Puede que nos hayamos perdido algo en el camino.
Vivir en una burbuja
Al discutir la actualidad, Malla se muestra firme en su decisión de mantenerse al margen del ruido político. “Hay tanto ruido que cada vez me resulta más difícil saber qué es verdad”. ¿Te ha pasado alguna vez sentir que la información es abrumadora? A veces, es mejor desconectarse un poco y vivir en esa burbuja, como lo hace Coque. Es el tipo de enfoque que muchos quisiéramos poder adoptar, pero rara vez lo hacemos.
El reconocimiento de que el arte debe permanecer libre de la carga de la moralidad es un punto crucial. Coque afirma que “el buen arte escarba en el subconsciente más profundo, más salvaje”, lo cual invita a una reflexión. El arte debería ser emocional, evocador, no un conjunto de reglas éticas que seguir. Es un recordatorio para todos nosotros de no limitar nuestra expresión o creatividad por las expectativas externas.
Reflexiones finales
A medida que concluyo este recorrido por la vida y obra de Coque Malla, me siento inspirado. Su disposición para explorar, reflexionar, y su visión honesta sobre la música y su lugar en la sociedad resuena. Como artistas, como seres humanos, todos navegamos en un océano de incertidumbres y búsquedas constantes.
Recuerda que, en el fondo, todos somos exploradores en nuestras propias vidas, persiguiendo las canciones que resuenan con nuestros corazones y luchando con las sombras de nuestro pasado. Como Malla concluye: “Si empezamos a querer conducir el arte en esa dirección, nos lo cargamos”. Así que, ¡dejemos que la música nos guíe y celebremos cada paso, cada nota, cada historia!
Así que, la próxima vez que escuches a Coque Malla, piensa en los años de exploración detrás de cada nota y palabra; piensa en lo que significa para ti la música en tu vida y, sobre todo, no olvides disfrutar del viaje.