La historia tiene una forma curiosa de entrar en nuestras vidas. Puede ser en una sala de clase, con un profesor apasionado, o quizás a través de una conversación casual entre amigos. ¿Te has preguntado alguna vez cómo ciertos eventos históricos moldean nuestra percepción del presente? Bueno, hoy vamos a hablar de un acontecimiento que está marcando el territorio de la memoria colectiva en España: la conmemoración del cincuentenario de la muerte de Franco y la designación de Carmina Gustrán como nueva comisionada para este evento.

Pero antes de entrar en detalles, permíteme poner un poco de contexto. Franco no es solo una figura histórica; es un símbolo que evoca emociones intensas, desde la nostalgia hasta la rabia. Y ahora, con la nombramiento de Gustrán, el gobierno español ha decidido hacer de este cincuentenario un evento significativo, y no un simple recordatorio de un pasado que muchos preferirían olvidar.

¿Quién es Carmina Gustrán?

Con un currículo que haría que incluso a los historiadores más experimentados les suden las manos, Carmina es una historiadora y gestora cultural acreditada. Tiene una licenciatura en Historia por la Universidad de Zaragoza y un Doctorado Europeo en Historia Contemporánea, donde exploró el papel del cine español en la sociedad post-franquista. Su tesis, “El franquismo en el cine español (1975-2000)”, es un testimonio de cómo las películas pueden funcionar como un espejo de la realidad social. ¡Vaya tarea!

Además de su formación académica, Gustrán tiene un perfil de X que no muestra actividad desde hace más de cinco años. Y aquí me surge una pregunta: ¿qué se le debe a la gestión cultural? Es como ser el conductor de una orquesta, pero de una sinfonía que a menudo toca notas desafinadas. A veces hay que hacer malabares con las expectativas del público y las realidades del pasado. Pero Gustrán ha mostrado interés por el 15-M y la defensa de la educación pública, dando una pista de que su gestión podría ser más inclusiva y consciente de las voces marginales.

Un sueldo con sustancia

Aún no se ha hecho público el salario que Gustrán percibirá como comisionada. Sin embargo, sabemos que su predecesores en el Gobierno de Pedro Sánchez superan ampliamente los 100,000 euros brutos al año. Así que la pregunta en el aire es: ¿vale todo esto el esfuerzo y los retos del cargo? Para algunos podría parecer una gran fortuna, pero en el mundo de la gestión cultural, los desafíos son igual de abundantes que los ceros en la cifra de sueldo.

El dilema histórico

Ya hemos establecido que la figura de Franco es polarizante. ¿Deberíamos conmemorar su muerte, o más bien conmemorar lo que ocurrió después de ella? Algunos argumentan que celebrar un evento que viene cargado de connotaciones tan controvertidas es un subterfugio, una forma de rendir homenaje a lo que debería permanecer en el olvido. ¿Quién puede culparlos? La historia no es solo una serie de hechos; es un tejido de narrativas que se entrelazan con nuestras vidas.

Recuerdo una vez, durante una discusión en clase sobre el franquismo, que un compañero dijo: “¿Se puede realmente dejar atrás algo así?” A lo que yo respondí: “Quizás no debemos dejarlo atrás, sino aprender de ello.” Gustrán se enfrenta a un reto similar, donde el pasado y el presente chocan de maneras inesperadas.

Bienvenidos a la historia contemporánea

Gustrán se ha movido en el amplio campo de las humanidades, lo que le proporciona una perspectiva única sobre la importancia de tratar adecuadamente las narrativas del pasado. Antes de asumir este nuevo rol, era investigadora postdoctoral en la Universidad de Zaragoza y también trabajó en el Ayuntamiento de Madrid durante casi dos años. Su experiencia se extiende incluso al turismo cultural, lo que podría resultar clave en su nuevo papel. ¡Imagínate tener que encontrar la manera de hacer que una conmemoración de un dictador suene fascinante para el público!

La importancia del cine

Su investigación sobre el cine español y su relación con el pasado franquista es reveladora. Películas como “Asignatura Pendiente” de Garci o “La Escopeta Nacional” de Berlanga ofrecen imágenes y narrativas que llenan los vacíos de lo que se vivió durante esa época. Es un recordatorio de que, a veces, el arte tiene más poder que cualquier libro de historia. Estas películas pueden ayudar a catalizar conversaciones sobre lo que ha cambiado y lo que aún podría no haber cambiado.

A medida que Gustrán avanza con sus planes para la conmemoración, una de las preguntas fundacionales que podría abordar es: ¿cómo puede el arte ayudarnos a reconciliar nuestro pasado con nuestro presente? En un tiempo donde las plataformas de streaming en línea son parte de nuestra vida cotidiana, ¿podría haber una serie o un documental producidos específicamente para conmemorar estos 50 años? Podría ser una forma de abrir la conversación en un espacio más accesible.

La construcción de la memoria colectiva

Hablando de accesibilidad, la gestión cultural va más allá de las exposiciones y los discursos; se trata de sumar diversas voces a la conversación. Gustrán probablemente tendrá que lidiar con las disparidades en cómo diferentes grupos en España ven la figura de Franco. ¿Acaso su plan incluirá intervenciones artísticas, foros o debates? La memoria colectiva se forma en la intersección de diferentes puntos de vista, y construir un espacio inclusivo para el diálogo es fundamental.

Un año de desafíos

Este evento se manifestará no solo como un recuerdo del pasado, sino como un espejo donde cada uno puede ver sus propias contribuciones y su propia historia. Sin duda, Gustrán enfrentará desafíos significativos en su papel, desde la crítica por la conmemoración hasta la presión de mantener el evento relevante. Es como un juego de malabares, tratando de mantener el equilibrio entre lo que es correcto hacer y lo que el público realmente quiere ver.

La presión del tiempo

Esas menos de 24 horas entre su nombramiento y el primer acto nos llevan a la mente una pequeña anécdota de mi propia vida. Una vez llegué a un evento sin preparme y tuve que improvisar un discurso. No sólo fue mortificante, sino que también me di cuenta de que cuando se trata de historia, no puedes improvisar. Cada palabra cuenta, cada gesto es analizado. Con Gustrán asumiendo su cargo de esta manera, hay un enfoque por parte del gobierno en mostrar que este proceso será cuidado y significativo, y no una mera formalidad.

Un futuro incierto

Por supuesto, la hoja de ruta que Gustrán trazará en los próximos meses será de gran interés no solo para quienes estudian historia, sino también para la sociedad española en su conjunto. No hay duda de que se nos presentarán diversas reflexiones sobre el pasado, y cómo ese pasado ha tejido e impactado la narrativa contemporánea en España.

La historia no se detiene, no se olvida, y mientras unos celebran, otros lamentan. ¿Y tú, qué opinas de la figura de Franco? ¿Debería conmemorarse su muerte o construirse un futuro más basado en la reconciliación?


A medida que avanzamos hacia este cincuentenario, es fundamental recordar que cada momento de la historia está cargado de significados y emociones. La designación de Carmina Gustrán simboliza la complejidad de gestionar estas emociones de manera efectiva. Por lo tanto, cuando el día llegue, así como el rey Felipe VI se abstendrá de participar, nosotros también deberíamos considerar cómo nos sentimos sobre esta historia compartida.

Así que, ahí lo tienes. La conmemoración del cincuentenario de la muerte de Franco está en marcha, y con Carmina Gustrán al timón, el viaje promete ser tan complejo y fascinante como la historia misma. ¿Estás listo para explorar esta historia con nosotros?