La gastronomía es una de esas experiencias que despiertan emociones, recuerdos y, en ocasiones, anécdotas que nos hacen reír o llorar. En este fascinante recorrido por los sabores de la vida, hay un nombre que ha comenzado a resonar entre los apasionados de la comida en Sevilla: Beirutina. Este nuevo restaurante no solo es un espacio donde disfrutar de platos libaneses de alta calidad, sino que es un auténtico viaje a los sabores de una cultura rica y vibrante. Así que, ¡agárrense los cubiertos y prepárense para una experiencia que no olvidarán pronto!

¿Quién está detrás de Beirutina?

Detrás de este prometedor establecimiento está Fourat El Achkar Gharios, una mujer que, al igual que muchos de nosotros, ha pasado por momentos inesperados en su vida. Como arquitecta, se mudó a España desde Líbano en 2006, junto a su marido, buscando un nuevo comienzo en un contexto en el que la situación en su país era compleja. Y, seamos sinceros, ¿quién no ha soñado con abrir un restaurante algún día, después de ver cosas deliciosas en Instagram? Fourat decidió dar el paso y, tras organizar cenas privadas bajo el concepto de «Grenillas dinners«, hemos llegado a Beirutina.

Es fascinante pensar que tras cada plato que sirve hay un pedazo de su historia y de sus recuerdos de infancia. ¿Alguna vez has cocinado algo que te haga recordar momentos felices de tu vida? Esa conexión emocional es precisamente lo que Fourat ha logrado materializar en este restaurante.

Una carta que despierta los sentidos

La carta de Beirutina es un verdadero festín para los sentidos. Desde el momento en que abres el menú, la mezcla de descripciones hace que tu estómago ruge como un león hambriento. Uno de los primeros platos que te llamará la atención es el hummus, un clásico que, en Beirutina, viene en varias versiones: desde el tradicional hasta una deliciosa combinación de remolacha o, para los más atrevidos, con carne de cordero especiada. ¿Quién puede resistirse a un buen hummus?

Entrantes para compartir (o no)

Los platos ‘untables’ son perfectos para compartir, aunque tu amigo (o esos pensamientos egoístas en tu cabeza) te digan lo contrario. El mutabal de berenjena, el labné con aceitunas negras y las ensaladas fatush y tabulé nos presentan una fusión de sabores frescos y tradicionales. Me acuerdo de una cena en casa de un amigo, donde preparamos una mesa repleta de entrantes para compartir y la risa fue el sabor principal de la noche. Beirutina te ofrece esa misma oportunidad, aunque lo más probable es que desees conservar esos fattés solo para ti.

Los protagonistas del horno

Si hay algo que destaca en Beirutina, ¡es su horno! La man’oushe, un pan plano que recuerda a una pizza, es otra estrella del menú. Desde el zaatar hasta el queso halloumi o la shawerma de pollo, cada bocado es una explosión de sabor. Imagínate una reunión de amigos, todos peleando por el último trozo de man’oushe. ¿Has tenido alguna vez una ‘guerra gastronómica’ en tu mesa? Eso es lo que Beirutina podría provocar.

Especialidades que no puedes dejar pasar

Beirutina también tiene un rincón para los más curiosos. Platos como el Wassouf (un barquito de pollo y huevo) o el Um, un tartar de berenjena que promete hacerte regresar por más. No olvidemos el Safi, esa sorprendente flor de coliflor con ajo y cilantro que, créeme, es un gusto que tu paladar no olvidará pronto.

Y, como todo buen restaurante que se respete, los postres son el tamaño final de la experiencia. Quien pruebe el fondant de chocolate con nueces y los tradicionales baklavas sabrá de lo que hablo. Pero, el verdadero protagonista es el knefek Beirutina, una tarta de queso libanesa que sirve caliente y que se ha convertido en el atractivo principal del restaurante. ¿Quién puede resistirse a un postre que es tan tentador?

A brindar por la buena vida

La sección de bebidas en Beirutina es variada y refrescante. Desde la limonada libanesa hasta el ayran, la elección es tuya. Si te sientes un poco aventurero, te recomiendo probar un vino tinto libanés como el Massaya. ¡Salud! (que en árabe se dice «سَلاَمَة»).

Un ambiente diseñado para se sentir como en casa

No solo los platos son impresionantes. La decoración del restaurante también merece una mención especial. Fourat, como arquitecta, ha dejado su huella en cada rincón. Desde los ladrillos vistos hasta el patio con el olivo, cada esquina te transporta a las encantadoras calles de Beirut. Han logrado crear un espacio que, de verdad, se siente como un pequeño rincón del Líbano en Sevilla.

Piénsalo así: cuando entras a un lugar con buen diseño y energía, te conviertes en un aventurero en un nuevo mundo gastronómico. Es como un viaje, pero sin necesidad de un pasaporte y con menos riesgos de perder tu equipaje.

¿Dónde y cuándo puedes disfrutar de Beirutina?

Si te has sentido intrigado hasta aquí y tu estómago ya ruge como un león (ese es el típico signo que indica que se aproxima la hora de cenar), entonces anota esta dirección en tu agenda: Calle Fernán Caballero, 6. Beirutina te espera con los brazos abiertos, listo para ofrecerte una experiencia inolvidable.

Aunque no tengo paquete de viaje, puedo asegurar que la experiencia te dejará lleno de alegría y nuevos recuerdos gastronómicos.

Reflexiones finales: más allá de la gastronomía

Mis experiencias en la cocina me han enseñado que la gastronomía no solo se trata de buenos alimentos; se trata de conexiones, de compartir momentos y de crear recuerdos que se vuelven historias. Así que, si alguna vez te encuentras en Sevilla y buscas sumergirte en los sabores del Líbano, Beirutina ofrece mucho más que comida: ofrece una experiencia genuina y cálida que no querrás perderte.

Así que la próxima vez que te preguntes dónde cenar, recuerda que Beirutina no solo es un restaurante; es el hogar de una historia, de un viaje y de sabores que están listos para ser compartidos con el mundo. ¿Estás listo para hacer esa reserva? ¡Te prometo que no te arrepentirás!