La temporada navideña en Andalucía, con sus luces brillantes, villancicos y, cómo no, el aroma del turrón, es un momento del año que muchos esperamos como si fuera el gran final de una película épica. ¡Pero aguarden un momento! Porque, al parecer, el único que no descansa es el departamento de seguridad. Este año, se ha presentado un dispositivo curioso e impresionante en la comunidad andaluza: más de 13.700 agentes de seguridad se desplegarán en la región hasta el 12 de enero. Pero, ¿es esta una medida excesiva o melodramática? Vamos a desentrañarlo.
Un invierno, un ejército: los detalles de la operación
Pedro Fernández, el delegado del Gobierno en Andalucía, se levantó de su silla como si estuviera a punto de revelar el último truco de magia. 13.732 agentes estarán listos para atender todo tipo de eventualidades en la comunidad. De este ejército de seguridad, 9.446 son de la Guardia Civil y 4.286 de la Policía Nacional. ¡Eso es más que la triple de los refrescos que puedo consumir en una sola noche de celebraciones!
Pero no solo ellos estarán en la línea. Se unirán las Policías Locales y empresas de seguridad privada que custodian centros y zonas comerciales. Así que, en esencia, tu escapada a comprobar si el nuevo modelo de zapatillas deportivas está en oferta estará resguardada por un escuadrón como si estuvieras en un capítulo de «CSI».
Pero, ¿por qué tanto despliegue?
Personalmente, no puedo evitar recordar mi primera experiencia con la seguridad en un centro comercial. Era un día festivo, la tienda estaba abarrotada, y yo, un adolescente algo despistado, me perdí entre el estante de geles de baño y una montaña de juguetes. La seguridad estaba atenta, y aunque me hicieron un par de preguntas (que aún hoy me hacen sonrojar), lo recuerdo como algo más cómico que alarmante. Pero hoy, los sistemas de seguridad han cambiado, y en lugar de preguntas cortas, estamos hablando de más de 13.000 agentes al acecho. Con tantas fuerzas listas para intervenir, me pregunto, ¿realmente es necesario?
Un entorno seguro para todos
El objetivo de este despliegue no es otro que intensificar el trabajo de prevención. El delegado del Gobierno ha indicado que pretende proporcionar un entorno seguro para los “cerca de 200.000 establecimientos comerciales” que hay en Andalucía. Es un número que solo puede describirse como vasto, y entiendo que se quiera mantener el orden.
Además, ante el incremento de actividades comerciales en línea que se intensifican durante estas fechas, se prevé que habrá más controles para prevenir fraudes, que tiene su propio tipo de “criminalidad”. No obstante, la pregunta persiste: ¿cuántos de esos 13.732 agentes serán necesarios para un «simple» atraco en un centro comercial lleno de clientes tan entusiastas como para lanzarse a una venta de última hora de los juguetes de moda?
El impacto del nivel de alerta
Fernández también ha mencionado que el nivel 4 de alerta antiterrorista está vigente del 21 de diciembre al 8 de enero. Vaya, eso suena bastante serio, ¿verdad? Aunque por un momento me sentí como si estuviera en una película de espionaje, el hecho es que hay una necesidad real de mantener la vigilacia, especialmente en un mundo donde el peligro puede presentarse de maneras inesperadas.
La seguridad también se intensificará durante las aglomeraciones típicas de la temporada. Recuerdo cuando intenté hacer compras en diciembre. ¡Qué experiencia! Era como tratar de esquivar un tsunami de gente. Pero con este despliegue, al menos confiaré en que hay suficiente personal para evitar que me empujen al suelo mientras intento alcanzar el último modelo de regalo.
Más que solo control de aglomeraciones: un enfoque integral
Además de vigilar las multitudes, la operación también incluirá un conjunto de estrategias más que interesantes como:
- Controles contra alcoholemia al volante: ¡Así que cuidado, amigos fiesteros, que aquí no hay margen para los coqueteos con la carretera después de unas copas de más!
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Plan contra el tráfico minorista de drogas: Mientras me pregunto si me olvidé de comprar algo en la lista, otros están más ocupados impidiendo que el “tráfico de regalos” se convierta en algo más turbio.
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Vigilancia sobre productos pirotécnicos no permitidos: Desde que un amigo lanzó un petardo en una fiesta y casi baja el árbol de Navidad, me alivia saber que habrá un ojo vigilante sobre ello.
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Inspecciones previas a las ventas de juguetes y juegos: Este último punto es algo que me gusta escuchar. Recuerdos de juguetes defectuosos comprados en esas tempranas horas del Black Friday de un par de años atrás aún resuenan en mi mente.
Despliegue frío
La jornada de seguridad no solo afecta las calles principales donde el bullicio de las fiestas ambienta el aire. La vigilancia también se intensificará en polígonos industriales. ¿Ridículo? No creo. Robos de productos alimenticios típicos de estas festividades son bastante comunes, y los lugares más imprevistos pueden convertirse en el blanco de los criminales.
Recuerdo una vez que un amigo se quedó sin su turrón favorito cuando un camión que transportaba dulces fue asaltado en pleno viaje. El pobre tipo terminó comprando un paquete de galletas en un ascensor. Doloroso, ¿verdad?
Reflexiones finales: ¿una necesidad o un exceso?
En conclusión, es admirable el esfuerzo que se está realizando para mantener la seguridad en Andalucía durante esta temporada festiva. La protección de los establecimientos, la vigilancia de las celebraciones y la respuesta a situaciones de crisis son sin duda una prioridad.
Sin embargo, no puedo evitar preguntarme, ¿es necesario un despliegue tan grande? En una época donde el temor puede hipotecar la alegría navideña, quizás sea un alivio ver esas uniformes patrullando las calles. Pero también me hace apreciar las pequeñas tradiciones que se ven amenazadas por la intrusión de esta seguridad masiva, como esa maravillosa sensación de solo disfrutar de una tarde de compras sin la sombra de un vigilante a las espaldas.
Así que amigos, para esta Navidad, mientras brindamos por la paz y la alegría, ¡no olvidemos cuidar de nuestro “turrón” y nuestros secretos familiares de compra! Hay un ejército en las calles, y mientras eso podría parecer alarmante, también es una oportunidad de recalibrar nuestra percepción de la seguridad y la confianza durante las épocas de celebraciones.
¡Felices fiestas, Andalucía!