Los últimos años han estado llenos de cambios y desafíos en el ámbito deportivo, y no solo por los eventos internacionales que nos han mantenido al borde del sofá. Recientemente, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, ha hecho un anuncio que ha capturado la atención tanto de atletas como de aficionados: presentará su candidatura para un sexto mandato al frente del COE. ¿Qué significa esto realmente? Acompáñame en este recorrido por los matices de su decisión, el impacto en el deporte español y, por supuesto, algunas anécdotas personales que ilustran esta travesía.
¿Quién es Alejandro Blanco y cómo llegó hasta aquí?
Alejandro Blanco no es un desconocido en el ámbito deportivo. Desde que asumió la presidencia del Comité Olímpico Español en 2005, ha sido una figura clave en la gestión y promoción del deporte en España. Me acuerdo de la primera vez que escuché su nombre; estaba viendo una entrevista en la que hablaba sobre la importancia de las olimpiadas y del deporte como motor de unidad en el país. No puedo evitar sonreír al recordar mi intención de convertirme en olímpico (sí, mi época de soñador). Aunque creo que la única medalla que podría haber ganado sería a la mejor caída en la pista de atletismo.
Blanco llegó al COE después de derrotar a Mercedes Coghen. La competencia fue reñida; Blanco recibió 101 votos frente a los 84 de Coghen. Y desde entonces, no ha mirado atrás. Han sido años de trabajo constante, adaptaciones y, sobre todo, de observar cómo España ha pasado de ser una promesa a una realidad en el contexto olímpico. Con 18 medallas en los Juegos Olímpicos de París 2024, su gestión merece una valoración seria.
La nostalgia y los gratos recuerdos de un liderazgo en crecimiento
Imagina sentarte en el sofá un sábado por la tarde, viendo cómo tus deportistas favoritos representan a tu país, mientras te das cuenta de que todo el esfuerzo que has puesto en tus entrenamientos podría no haber sido en vano. Así es el deporte: una mezcla de emociones y sacrificio. Siento que esta es la esencia de lo que ha tratado de transmitir Blanco a través de su trabajo.
Alejandro Blanco ha mencionado en su anuncio que quiere «culminar el trabajo que empezó allá por 2005». Me pregunto cuántos de nosotros, en nuestra vida cotidiana, no desearíamos tener esa oportunidad de cerrar ciclos y entregar nuestra mejor versión. Y aunque puede parecer algo más propio de un superhéroe o de un personaje de película, en su caso es simplemente la dedicación de un líder que se niega a dar un paso atrás.
Un proyecto con recorrido: el futuro del deporte español
Cuando Blanco habla de un «proyecto con recorrido», no se refiere únicamente a actividades en el ámbito del deporte de élite. Hacer deporte debería ser un derecho de todos; necesitamos más accesibilidad, más recursos, y, sí, una buena dosis de motivación. ¿Cuántas veces hemos escuchado que el deporte forja el carácter y mejora la calidad de vida? Aunque yo nunca fui la persona más atlética del mundo, puedo afirmar con convicción que un poco de ejercicio nunca hizo daño a nadie… al menos no si usas el equipo adecuado.
Las elecciones del COE están programadas para el próximo mes de mayo y, según los rumores, se espera que Blanco no tenga competencia en la lucha. Esto podría parecer un paseo en un día soleado para él, pero me imagino la adrenalina en los días previos y la tensión que esta puede generar. ¿Quién no ha sentido ese famoso «nudo en el estómago» antes de un examen o una presentación importante? ¡Ay, las emociones humanas!
En su comunicado, Blanco expresa su agradecimiento por el respaldo y la confianza que ha recibido. Esto me hace pensar en la importancia de tener un equipo sólido que apoye nuestras decisiones. A veces, sólo necesitamos un poco de aliento. Recuerdo una vez en la que necesitaba motivación para correr; un amigo me dijo que no corría solo, sino que corría con todos en su mente. Cosas como esa marcan la diferencia.
El legado de un ciclo que continúa
Uno de los legados más obvios de Alejandro Blanco es el crecimiento general del deporte en España, especialmente en eventos como los Juegos Olímpicos. Recuerdo haber estado pegado frente a la televisión cuando nuestro equipo de baloncesto ganó la medalla de plata en Río 2016. El ambiente en casa era electrizante, y me di cuenta de que no solo se celebraba una victoria; se celebraba la unión y la pasión de todo un país.
Con un ciclo que se extenderá hasta 2029, hay grandes expectativas. Los Juegos Olímpicos son solo una parte de la historia; los atletas y entrenadores están en la línea de batalla no solo por los metales, sino por construir un futuro más justo y accesible.
Rubén, un amigo deportista, siempre dice que «el verdadero oro está en el esfuerzo diario». Creo que esta es una declaración válida para el mandato de Blanco. Detrás de cada medalla hay trabajo duro, desgastes y fracasos. El presidente del COE ha sabido canalizar esas emociones de manera que se reflejen en el rendimiento de nuestros atletas.
Un futuro esperanzador: los desafíos que afronta
Si bien la continuidad de Blanco parece asegurada, también se presenta una serie de desafíos. ¿Estamos listos para innovar y adaptarnos a las necesidades actuales del deporte? ¿El modelo deportivo español es sostenible a largo plazo? Estas son preguntas que no podemos ignorar.
En ocasiones, me atrevo a decir que necesitamos un cambio de mentalidad. Lo que funcionó en el pasado puede no servir ahora. No se trata solo de seguir la misma receta; a veces hay que experimentar y mezclar ingredientes. Duos como “Klarna” y “Spotify” nos han enseñado que, al unir fuerzas, se pueden crear sinergias extraordinarias. Spanish are, after all, great chefs in their kitchens, perhaps it’s time to take that zest into the sports world, too.
Reflexiones finales: un camino lleno de logros y pasión
Alejandro Blanco ha demostrado su compromiso con el deporte español a lo largo de más de una década. Si bien su candidatura para un sexto mandato promete continuidad, es de vital importancia que no solo se mantenga el status quo. Debemos exigir un enfoque dinámico que siga reflejando nuestras necesidades cambiantes.
También es crucial promover una cultura deportiva que no solo priorice las medallas, sino que celebre el esfuerzo, la perseverancia y el trabajo en equipo. Como dijo una vez el gran Michael Jordan: «He fallado una y otra vez en mi vida, y es por eso que he tenido éxito». La resiliencia es una virtud que debería estar al forefront de cualquier estrategia deportiva.
Y recuerda, al final del día, el deporte trata sobre confianza y unidad. Aunque me ría a veces al recordar mis propios fracasos en el gimnasio, sé que cada atleta y cada aficionado tiene una historia que contar. Así que, Alejandro, si decides quedarte un poco más, al menos asegúrate de entregarle al mundo un legado que inspire y motive a las futuras generaciones, en un ambiente donde todos puedan comerse la medalla con una sonrisa y un gran sentido de comunidad.
¿Y tú? ¿Qué esperas del futuro del deporte español? ¿Qué cambios crees que debemos buscar? ¡Hablemos!