La vida tiene una forma particular de enseñarnos lecciones, y a menudo esas lecciones llegan en momentos inesperados. Acabamos de recibir la triste noticia del fallecimiento de Jesús Melgar, un ícono del periodismo en Andalucía que nos dejó a los 68 años. La onda expansiva de su partida se siente en cada rincón de Algeciras, pero su legado trasciende la geografía y nos coloca a todos a reflexionar sobre el impacto que tuvo en la vida de tantas personas.

Quien fue Jesús Melgar: un pionero en los medios

¿Alguna vez te has preguntado qué impulsa a alguien a dedicarse al periodismo? Para Jesús, la historia comenzó en Radio Algeciras (SER) a principios de los años 70. Desde el primer día, se veía que había algo especial en él. Con una voz que cautivaba y una pasión desbordante por la comunicación, Melgar rápidamente se fue abriendo camino en un mundo que, en ese entonces, estaba apenas comenzando a florecer.

Conocido por su cercanía y su ética profesional, Jesús pronto se convirtió en subdirector, productor y guionista de uno de los programas más emblemáticos de la televisión: El Loco de la Colina, de la mano del genial Jesús Quintero. La combinación del humor, la crítica social y ese toque personal que Melgar aportaba al programa, lo convirtieron en una figura querida y respetada.

Recuerdo una anécdota graciosa que leí en una de sus entrevistas. Melgar hablaba de cómo, en los inicios de su carrera, se daba cuenta de que cada vez que hacía una pregunta, el entrevistado se moría de risa. «Es que tenía un talento especial para preguntar de las maneras más absurdas posible. Pero eso es el secreto, ¡jeje!», decía. Esto me llevó a reflexionar que, a veces, el humor es la mejor manera de abrir la puerta a conversaciones profundas.

Un viaje que no se detuvo

Después de su época en Radio Algeciras y El Loco, Jesús continuó su carrera en la llamada televisión pública, donde produjo y guionizó programas como El Perro Verde. Claro, siempre recordando que la información no solo debe ser correcta, sino también entretenida.

Más tarde, regresó a la SER, donde dejó su huella en programas a nivel nacional como La Ventana Indiscreta y El Club de la Noche. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se siente ser una voz fundamental en la vida de tantos oyentes? A través de correos y llamadas, Melgar escuchaba historias que a menudo le hicieron sentir como un psicólogo más que un periodista. Eso es un testimonio de su conexión con el público.

La voz del presente: un legado en el aire

En 2006, Melgar se unió al equipo de Onda Cero Radio, colaborando con el popular Carlos Herrera en Herrera en la Onda. Durante este tiempo, Jesús se enfrentó a temáticas polémicas, desarrollando su característico estilo directo y perspicaz, siempre con un toque de humor que encantaba a la audiencia. Es sorprendente cómo, a pesar de lo serio que puede ser un asunto, la risa puede ser una herramienta efectiva para transmitir un mensaje importante.

Además, a lo largo de su carrera, Jesús no solo fue un gran comunicador; también era un amante de la cocina, como lo demuestra su libro Trucos cocineros para náufragos hogareños. En él, nos comparte sus aventuras y desventuras culinarias. ¿Te imaginas un programa de cocina presentado por un periodista? ¡A mí me encantaría!

Reconocimientos y el último adiós

En 2020, su excelente trabajo y dedicación le valieron el reconocimiento como Hijo Adoptivo de Algeciras. Esta medalla es más que un simple galardón; es un símbolo de la huella que dejó en su ciudad natal. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, expresó con palabras muy emotivas:

«Jesús Melgar ha regalado a los jóvenes periodistas de Algeciras, y los no tan jóvenes, una muestra de lo que debe y tiene que ser un profesional de raza y un gran maestro de la comunicación».

Al leer sus palabras, es inevitable sentir una punzada en el corazón. ¿No resulta conmovedor pensar en el legado que se deja a través de la pasión y el trabajo arduo?

El impacto de Melgar en la actualidad

Es natural que las nuevas generaciones de periodistas se pregunten cómo es posible en un mundo donde el periodismo enfrenta nuevos desafíos. Medina la comunicación puede parecer fundamentalmente diferente hoy en día, pero el espíritu de lo que representó Jesús Melgar sigue vivo. Su historia no solo es un recordatorio de la importancia del periodismo sino también un llamado a trabajar con integridad, pasión y un toque de humor.

En un mundo saturado de información y “fake news”, recordar a alguien como Melgar es crucial. Más allá de su trabajo, lo que realmente quedará en la memoria de sus seguidores es esa carisma que llevaba a cada micrófono, una chispa que a menudo olvidamos en el día a día. Al final del día, eso es lo que necesitamos: más conexión y menos ruido.

Reflexiones finales: ¿qué nos enseña Jesús Melgar?

A medida que recordamos la vida de Jesús Melgar, nos confrontamos a preguntas difíciles: ¿Qué legado estamos dejando? ¿Cómo queremos que nos recuerden? Es hermoso pensar que, a través de su trabajo, Melgar ha inspirado a una pléyade de jóvenes periodistas a seguir adelante, a no sucumbir ante la adversidad y a dejar una marca duradera en este mundo.

Si algo podemos aprender de su vida y profesionalismo, es que el periodismo es un arte. Un arte que requiere valentía, ingenio y sobre todo, autenticidad. Así que la próxima vez que encendamos la radio o prendamos la televisión, recordemos a Jesús Melgar. Al final del día, todos deseamos una historia. Gracias por tu legado, maestro.


En momentos como este, es vital no solo recordar, sino también actuar. ¿Qué podemos hacer para honrar su memoria? Tal vez una forma de hacerlo sería contar más historias, de conectar con nuestra comunidad y de mantener viva la llama de la verdad y la integridad. Esa es la esencia del periodismo que Jesús Melgar nos dejó.