El 25 de octubre fue un día marcado en el calendario político de Barcelona, ya que Ada Colau, la emblemática exalcaldesa de la ciudad, dejó su acta de concejala, dando un adiós significativo a su carrera política tras una década de impacto en la escena local. Pero, ¿qué significa realmente esta despedida para el futuro de los Comuns y el panorama político catalán? Siéntate, ponte cómodo y acompáñame a explorar este complejo y fascinante relato sobre el camino recorrido por Colau y el futuro de su partido.

Una década de cambios y desafíos

Cuando Ada Colau fundó Barcelona en Comú, muchos la vieron como una agitadora social que había hecho el salto de las calles a las instituciones. Era la voz de muchos que se sentían desatendidos por el sistema político tradicional. Sin embargo, dejar el cargo en un «momento difícil», tal como ella misma ha mencionado, nos invita a reflexionar sobre cuánto ha cambiado el entorno político en estos años y cuánto ha cambiado ella misma.

Colau se despidió del Ayuntamiento el pasado sábado con un discurso en el que resaltó la «Barcelona mágica y rebelde», y dejó claras sus críticas hacia las «élites mediocres» que, según ella, han socavado el potencial de la ciudad. En esos momentos, no pude evitar recordar mi propia experiencia en la política local, donde el cambio y el activismo juegan un papel crucial. ¿Cuántas veces me encontré discutiendo con compañeros sobre la necesidad de un liderazgo más auténtico y menos institucionalizado?

Colau ha sido una figura divisoria desde el inicio de su carrera, pero su voz siempre ha resonado con aquellos que buscan un cambio social genuino. ¿Cómo se siente dejar atrás una carrera que comenzó desde el activismo? La nueva etapa política a la que se enfrenta parece una llamada a considerar lo que verdaderamente significa el compromiso político.

La reorganización de un partido en tiempos difíciles

La marcha de Colau no es solo el fin de su etapa personal, sino también un punto de inflexión para los Comuns, que se enfrenta a una reorganización inevitable. Con su promesa de que «esto no significa dejar la familia de los Comuns», queda claro que, aunque se va, su legado y sus ideales siguen presentes. El cambio en la cúpula del partido, con Jéssica Albiach como nueva responsable del partido en Catalunya y el refuerzo en el ámbito municipal, parece ser parte de una estrategia para volver a ganar la confianza del electorado.

La prueba de fuego será el proceso de renovación de los 20 cargos en la ejecutiva, con un método “amable” y sin aspavientos, en contraposición a otros partidos que luchan por sobrevivir. A veces, me pregunto si esta política de suaves transiciones es realmente efectiva. ¿Es cierto que un cambio debe ser a veces violento para romper las estructuras obsoletas, o es posible legislar de forma eficaz desde un enfoque más sutil?

La autocrítica de Candela López sobre la necesidad de fortalecer la implantación local y la base social de los Comuns indica que reconocer los errores pasados es el primer paso hacia la mejora. Después de todo, todos sabemos que se necesita más que buenos deseos para obtener resultados.

Mirando hacia las futuras elecciones municipales

Con los Comuns perdidos en la búsqueda de un liderazgo sólido, Ada Colau dejó en claro que la nueva estrategia del partido debe enfocarse fuertemente en el ámbito municipal. Recordemos que en el fondo, las elecciones municipales pueden definir las dinámicas políticas de las que luego se deriva todo lo demás. En este sentido, su afirmación de que «el municipalismo es la base de todo» es bastante relevante. ¿Quién puede resistirse a la idea de que lo más cercano a las personas es lo que menos se debería olvidar?

Sin embargo, no debemos ser ingenuos. Las elecciones municipales de 2027 están a la vuelta de la esquina, y la lucha por recuperar el terreno perdido será dura. La amarga experiencia de perder el Ayuntamiento a manos de Jaume Collboni puede utilizarse como un catalizador para regenerar pasión entre las bases del partido. ¿Qué nuevos mecanismos podrá implementar el partido para volver a conectar con la ciudadanía?

Un partido en la encrucijada

En la asamblea reciente, también se abordaron medidas fiscales que demuestran la postura del partido ante cuestiones comunes que afectan a la ciudadanía. Desde impuestos a la banca hasta una visión clara sobre la vivienda, los Comuns están reafirmando su misión de ser un actor importante en la lucha por la justicia social y económica.

Pero, ¿serán suficientes estas medidas para cambiar la percepción del partido como un actor relevante? La aparición de nuevos actores políticos en Catalunya puede aquelar la importancia de los Comuns. ¿Cómo pueden los Comuns revitalizar su imagen en un contexto en el que la política cambia rápidamente?

La propuesta de triplicar los impuestos a las grandes fortunas y diseñar una moratoria en la construcción de nuevas infraestructuras viarias es ambiciosa, y quizás la cuestión podría ser: ¿será bien recibida por la comunidad? No olvidemos que las decisiones políticas son a menudo un juego de equilibrio entre lo que se quiere lograr y lo que se puede lograr. ¿Hasta dónde están dispuestos los Comuns a llegar en términos de sacrificio político?

La búsqueda del equilibrio ecológico

El compromiso de Colau y su equipo por el ecologismo y la lucha contra el cambio climático es notable. A pesar de las dificultades, han dejado claro que desean seguir siendo una bandera en la lucha ambiental. Pero, ¿qué tan relevantes siguen siendo estas propuestas en la mente de la ciudadanía, que a menudo se siente abrumada por la crisis del día a día?

La meta de alcanzar un 100% de energía renovable para 2050 es una declaración valiente, pero podría parecer distante para muchos. La clave estará en involucrar a la población en este proceso de transición energética. Al final, todos queremos una Barcelona más limpia, más verde, pero la idea de cambiar nuestros hábitos y, sobre todo, nuestros sistemas económicos, puede ser el aspecto más desafiante.

La nostalgia y el futuro

La despedida de Ada Colau invita a muchas reflexiones, no solo sobre su legado personal, sino sobre qué significa ser parte de una comunidad política en continua transformación. Mientras ella toma nuevos rumbos como profesora universitaria y presidenta de la fundación del partido, queda en el aire la pregunta de si su partida abre el camino a un cambio positivo o si genera más incertidumbre.

Hoy por hoy, la despedida de Colau es una señal de los cambios que varios partidos deben enfrentar en Catalunya. La «Barcelona mágica y rebelde» de Colau permanecerá en la memoria de muchos, y sus aportes a la política local nos recuerdan que, si bien la política puede ser complicada y a menudo desalentadora, siempre hay espacio para la esperanza y el cambio.

Así que, con una mezcla de melancolía y expectativa, nos preguntamos: ¿cuál será el siguiente capítulo para los Comuns y su legado en la política catalana? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es clara: el camino de Ada Colau ha dejado una huella imborrable en todos nosotros.

¿Y tú, qué opinas de su legado y el futuro de los Comuns? A lo mejor es hora de ponerle un poco de atención al municipalismo, que, aunque a veces se le trate como el «hermano pequeño» de la política, puede ser clave para una transformación social real. ¡Hablemos de esto!