En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, muchos países se ven empujados a mirar más allá de sus costas y buscar inspiración en naciones que han sabido navegar por las aguas del progreso tecnológico. Uno de estos países es Vietnam, que ahora tiene la vista puesta en un objetivo nada despreciable: ingresar 100.000 millones de dólares gracias a su industria de semiconductores para el año 2050. Suena como una tarea monumental, ¿verdad? Pero a veces, los sueños más grandes son los que nos llevan a las mejores realidades. Así que, abróchate el cinturón y acompáñame en este recorrido sobre la ambiciosa estrategia de Vietnam y su deseo de seguir los pasos de Taiwán.

¿Por qué los semiconductores son tan importantes?

Primero, antes de entrar de lleno en el plan de Vietnam, pongámonos en contexto: ¿por qué todos estos esfuerzos y inversiones en semiconductores? Piensa en tu teléfono móvil, tu computadora, incluso en tu coche. En la era digital, los semiconductores son el corazón palpitante de la tecnología moderna. Sin chips, estaríamos, bueno, en la era de las cavernas, o al menos más cerca de ella.

TSMC, la compañía taiwanesa que lidera la industria, mantiene casi el 60% del mercado de semiconductores. Para poner esto en perspectiva, imagina que tienes una fiesta y tú, con tu enorme pizza (en este caso, los semiconductores), le sirves a todos los invitados hasta que no quede nada. ¿Te imaginas la envidia de los demás cuando ven que tienes un trozo de pizza tan grande que sólo tú puedes comer? Ese es TSMC en este mundo.

Los semiconductores no son solo una industria; son la columna vertebral de todo, desde la inteligencia artificial hasta los coches autónomos. Así que, si eres Vietnam, y quieres ser relevante en esta era, ¿qué mejor forma de hacerlo que posándote firmemente en el mapa de los semiconductores?

Un vistazo rápido a TSMC: El eterno líder

Antes de que te sumerjas en el ambicioso plan de Vietnam, consideremos un momento la trayectoria de TSMC. Fundada en 1987 por el ingeniero Morris Chang, TSMC ha navegado a través de casi cuatro décadas de desafíos, conflictos y, sí, mucho éxito. Su maestría técnica nunca ha sido superada; solo Samung le sigue el ritmo en la producción de chips de 3nm. Curiosamente, TSMC también produce chips para Intel, una de las mayores compañías de semiconductores del mundo. Es como si le prestaras tu bicicleta a tu competencia, pero al final terminas ganando la carrera.

En un mundo donde los ingenieros son más buscados que los gatos en internet, TSMC recluta nada menos que 6.000 ingenieros al año para mantener su imperio. Para aquellos que sueñan con trabajar en esta industria, aprender a programar es tan crucial como saber hacer una buena taza de café. (Y créeme, nada arruina una buena programación como un café mal hecho.)

Vietnam y su ambicioso plan para 2050

Bajo el liderazgo del primer ministro Pham Minh, Vietnam ha diseñado un plan de tres fases para empujar su industria de semiconductores al estrellato. Pero, espera un segundo. Antes de que empieces a sentir que Vietnam se ha propuesto convertirse en la nueva Taiwán, necesitas saber que este plan parece tonificado y realista.

Fase 1: Comenzando a ser visibles (2021-2030)

La primera fase, que ha comenzado recientemente, se centra en atraer inversión extranjera directa. El objetivo es crear al menos 100 empresas especializadas en el diseño de chips, construir una fábrica de semiconductores y establecer diez plantas de empaquetado y prueba. Si te estás preguntando por qué tantas plantas de empaquetado, ten en cuenta que el empaquetado de chips es prácticamente el equivalente a poner tu smartphone en una funda elegante: ¡es fundamental!

En este sentido, la presencia de gigantes tecnológicos como Intel y Samsung ya en el país no solo es un buen augurio, sino que también brinda un camino más claro hacia el éxito. Con estas multinacionales de tu lado, es como si jugaras en el equipo de fútbol con Messi: tienes muchas más posibilidades de ganar.

Fase 2: La cuenta atrás (2030-2040)

La segunda fase comienza en 2030, y aquí es donde las cosas se ponen realmente emocionantes. Pham Minh ha puesto en marcha un plan para formar a más de 100.000 ingenieros especializados en semiconductores. Hay un sentido de urgencia en esta fase; es como si cada ingeniero que se gradúa pudiera ser un potencial «Morris Chang» en el futuro. También se prevé la creación de 200 compañías de diseño de chips, así como la construcción de dos fábricas adicionales y la puesta en marcha de quince plantas de prueba.

Imagina todos esos ingenieros nucleando para realizar las tareas más innovadoras del momento. Es como si una orquesta estuviera afinando sus instrumentos para dar un espectáculo sinigual.

Fase 3: Todo o nada, Vietnam (2040-2050)

La última fase comienza en 2040 y persigue el gran objetivo de establecer al menos 300 empresas de diseño de chips, mantener tres fábricas de semiconductores y abrir veinte instalaciones de empaquetado y test. En otras palabras, Vietnam quiere no solo ser un jugador, sino el mejor jugador en el campo. Y esto, amigos, es donde entramos al escenario de una batalla armada de chips y tecnología.

Imagina en 2050 a Vietnam, reforzado con su fuerte industria tecnológica, con más de 600 empresas de diseño de chips y la infraestructura necesaria para respaldar una producción competitiva. Es como si la vida real estuviera siguiendo el guion de una película de ciencia ficción.

Reflexiones finales: ¿A dónde vamos desde aquí?

Es asombroso ver cómo una nación con una economía emergente está apostando fuertemente por la tecnología. Sin duda, el éxito de este plan no solo dependerá de la voluntad política y la inversión necesaria, sino también de la capacidad de Vietnam para adaptarse y aprender de los líderes como TSMC.

Pero, ¿realmente podrá Vietnam rivalizar con las potencias del semiconductor del mundo? La verdad es que el tiempo lo dirá. Lo que es innegable es que vienen tiempos emocionantes para el sudeste asiático. Nada es imposible, y cuando se trata de tecnología, ¡los límites son solo sugerencias!

Quizás, en un futuro no tan lejano, estemos hablando de Vietnam como el nuevo Taiwán. El futuro es incierto, pero si hay algo que hemos aprendido de TSMC es que la ambición, junto con un plan bien diseñado, puede llevar a cualquier país a nuevas alturas.

Dicho esto, ¿ya tienes tu smartphone o tu computadora en la mano? Porque cada pequeño paso que demos hacia el futuro está marcado por la capacidad de adaptación y la tecnología que consumo. ¡Vamos Vietnam, el mundo está observando!