En un mundo cada vez más incierto, el gasto en defensa ha tomado un papel protagónico en la economía global. Y si hay una compañía que está marcando la pauta en este ámbito, esa es Thales, la multinacional francesa que se posiciona como la mayor empresa europea de electrónica de defensa. Con la mirada fija en 2024, Thales está a punto de registrar cifras que la catapultarán al podio de los récords, y sinceramente, es fascinante mirar cómo las aves de guerra están volando alto en estos tiempos convulsos.
Un vistazo a las cifras: ¿el nuevo fenómeno de la defensa?
Antes de quedarnos embelesados mirando hacia el futuro, echemos un vistazo a los números que Thales ha dejado caer en estos primeros meses del año. En los primeros nueve meses de 2024, la compañía ha reportado un crecimiento del 6% en sus ventas, alcanzando la asombrosa cifra de 14.000 millones de euros. Y todo indica que al final del ejercicio anual, ese número podría alcanzar hasta los 20.000 millones de euros, marcando un aumento de casi el 9% en comparación al año anterior. No sé ustedes, pero a mí me parece que estas cifras son dignas de una película de ciencia ficción con toques de acción.
Y es que, cuando observas el crecimiento de la cartera de pedidos, realmente te das cuenta de que lo que está sucediendo en Thales no es un mero capricho del destino. La vicepresidenta de Thales, Pascale Sourisse, lo expresó con toda claridad: “Podemos confirmar que este año cerraremos con muchos más pedidos que ventas. Estamos aceptando suficientes nuevos encargos para continuar creciendo significativamente”.
¡Menuda forma de dar en el clavo! Y es que los nuevos pedidos de la división de defensa y seguridad han aumentado un impactante 40%, elevando el total de encargos a la friolera de 15.500 millones de euros. Para aquellos que se preguntan cómo pasa esto en un continente como Europa, la respuesta radica en un cóctel de acontecimientos geopolíticos que han llevado a un aumento exponencial del gasto militar.
¿El efecto Ucrania? La defensa se pone seria
Si bien el crecimiento de Thales es notable, no se puede ignorar el elefante en la habitación: la guerra en Ucrania. Desde la invasión rusa, muchas naciones europeas han decidido invertir en capacidades de defensa como si hubiese una emergencia. A menudo me río de lo irónico que es que, en tiempos de paz, los presupuestos de defensa suelen ser los olvidados en la agenda política; pero en tiempos revueltos, todos parecen encontrar los fondos necesarios de la nada.
Los análisis indican que el gasto militar en Europa se ha duplicado, lo que ha sentado las bases para una lucha encarnizada entre naciones que buscan reforzar sus fuerzas armadas. Sin embargo, hay un reto enorme: gran parte de ese gasto se ha ido a empresas fuera del continente, principalmente a los Estados Unidos. ¿Cómo se siente una empresa europea con una parte significativa del pastel militar siendo disfrutada por otros, mientras ellos tienen que esperar su turno?
A pesar de esto, Thales y otras compañías del sector están viendo cómo sus líneas de producción corren más rápido que un coche de Fórmula 1. La vicepresidenta Sourisse mencionó que están incrementando sus capacidades de producción en lugares como Francia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos a ratios que a veces son de hasta cuatro por uno. ¡Vaya forma de estar al día!
Fragmentación del mercado: ¿un obstáculo?
A pesar de los números alentadores, los expertos advierten que el sector de defensa europeo se enfrenta a una fragmentación crítica. ¿Alguna vez has tratado de armar un rompecabezas con piezas de diferentes cajas? Eso es exactamente lo que ocurre en la industria de defensa, donde los 13 modelos de carros de combate europeos se comparan con el único modelo estadunidense. ¿No les parece un poco ridículo?
Thales reconoce la necesidad de consolidación y eficiencias a través de posibles fusiones y adquisiciones, pero a la hora de la verdad, la mayoría de las empresas europeas parecen más interesadas en absorber firmas especializadas que en ceder ante la competencia interna. ¿Es miedo al compromiso? ¿O simplemente la búsqueda de seguridad?
La realidad es que, mientras todas las miradas están puestas en cómo crecer, la cooperación estratégica se está convirtiendo en el nuevo mantra. Y aquí es donde entra el juego la Unión Europea con decenas de proyectos militares que están impulsando una medida de esfuerzo conjunto. Aunque para ser sinceros, los presupuestos actuales no son más que migajas comparados con lo que se espera para 2028, donde podrían barajarse cifras astronómicas de hasta 100.000 millones de euros en cinco años.
La batalla en el espacio: competencia y desafíos
Y no solo Thales está en el suelo; el cielo también trae desafíos. En particular, su división de espacio ha experimentado un despegue algo turbulento, como un cohete que no logra alcanzar órbita. En su última presentación, la compañía advirtió sobre una reducción en los pedidos de satélites geoestacionarios. Con el aumento de las constelaciones de pequeños satélites, parece que la competencia se ha vuelto feroz, y los gigantes tradicionales se ven presionados para adaptarse.
Me acuerdo de cuando era niño y soñaba con construir cohetes de cartón. Ahora me pregunto si esos sueños me habrían llevado a hacer una carrera en este sector. Tal vez en la próxima vida, ¿verdad?
Mirando hacia adelante: oportunidades en el horizonte
El optimismo de Thales se basa en una combinación de factores, entre ellos las asociaciones con empresas como Indra, Grupo Oesía, y algunos astilleros públicos españoles como Navantia. A pesar de las nubes que amenazan sobre su negocio espacial, el enfoque en la defensa sigue siendo su pan de cada día. Quien tenga dudas sobre si vivimos en una era de incertidumbre, simplemente tiene que mirar el aumento en la actividad de estos gigantes de la defensa.
El futuro está en nuestras manos
La pregunta es: ¿qué seguiremos viendo en el futuro para Thales y la defensa europea? Con un claro compromiso hacia la innovación y la cooperación internacional, es evidente que el agua no se detendrá. La combinación de un entorno geopolítico cambiante y el aumento de la inversión en defensa parecen indicar que la tendencia seguirá en aumento durante varios años. ¡Y yo, por mi parte, estaré aquí, observando cada giro de este emocionante drama económico!
El futuro de la defensa europea parece tan brillante como un nuevo satélite despegando al espacio. La gente tiende a fijarse en lo negativo, pero recordemos que luego de cada guerra y conflicto, hay oportunidades para un liderazgo claro en la industria. Con Thales a la cabeza, el sector de la defensa europea podría muy bien mostrar que, a pesar de la fragmentación, es posible superar los desafíos y forjar un camino hacia adelante.
Así que, amigos, abróchense los cinturones y mantengan la mente abierta. El viaje apenas está comenzando, y nosotros, como espectadores y participantes, tenemos un papel en este intrigante juego. Ahora, dime: ¿cuáles son tus pensamientos sobre el futuro de la defensa europea? ¡Las discusiones están abiertas, y estoy listo para escuchar!