Ah, la Navidad. Esa hermosa época del año donde todo brilla, las luces decoran cada rincón y, por supuesto, nuestros estómagos se preparan para recibir los mejores manjares del año. Pero, en medio de todo ese encanto, hay algo que acecha: ¡los precios! La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio que revela que, mientras nos preparamos para celebrar, el precio de la comida navideña está alcanzando niveles récord. ¡Eso sí que es un regalo agridulce!

En este enredo de precios, sobre todo de mariscos y pescados, vamos a adentrarnos en el delicioso —aunque costoso— mundo de las festividades. Así que, prepara tu copa de sidra, y vamos a desmenuzar (literal y figuradamente) esta situación.

Un vistazo a las subidas de precios en la cesta navideña

Si bien para muchos de nosotros las fiestas son sinónimo de alegría, la OCU nos tira de la manta y nos dice: “¡Ey, cuidado con los precios!” En su análisis más reciente, han constatado que, al igual que en años anteriores, la mayor parte del aumento en los precios está centrado en mariscos y pescados. ¿Nos sorprenderá realmente esto? ¡Para nada! Siempre se dice que el marisco es la estrella de la mesa. ¿Alguien ha dicho percebes? De acuerdo con el estudio, la subida de precios por producto en nuestra cesta navideña es alarmante.

  • Percebes: 78.4% de aumento
  • Almejas: 53.1%
  • Merluza al corte: 32.8%
  • Angulas: 13.9%

¡Uff! Este aumento de precios me trae recuerdos de mi infancia. Mi familia siempre compraba bastante marisco para la cena de Nochebuena, y mi abuelo decía: “Si no se escucha a los mariscos chillar, no estamos haciendo bien las cosas”. Claro, ahora entiendo que el decir “no se escucha a los mariscos” tenía más que ver con el presupuesto.

Un cambio en los hábitos alimenticios

A pesar de que muchas personas se están alejando de los mariscos y pescados debido a estos aumentos, el nutricionista Luis Alberto Zamora sostiene que hay maneras de disfrutar sin arruinarnos. Él menciona un enfoque más balanceado, con frutas y verduras que, sorprendentemente, son los únicos productos con precios en descenso. ¿Por qué no hacer una ensalada de mariscos frescos con una base de lechuga y frutos de temporada? ¡Es salud y ahorro!

¿Cómo afecta la inflación a nuestras celebraciones?

La realidad no se puede ignorar: los precios han subido un 6.8% en comparación con el año anterior. Y, con la crisis inflacionista de 2021 aún resonando en nuestros bolsillos, esta es una tendencia que asusta un poquitín. Este año se nos presenta como la Navidad más cara desde que se iniciaron los controles en 2015. Como dirían algunos, estamos “celebrando” el gasto.

Al reflexionar sobre esto, recuerdo un año en el que decidí que el marisco sería opcional. En cambio, me concentré en elaborar un menú donde las verduras fueran las protagonistas. Resultó ser una gran idea —y mi cuenta bancaria también me lo agradeció—.

Alternativas económicas para disfrutar en Navidad

Si estás pensando en cómo sobrevivir a esta cuesta de enero, quizás deberías considerar algunas de estas alternativas:

  • Menús vegetarianos: Las verduras y legumbres han visto una pequeña bajada en sus precios y son sumamente versátiles.
  • Mariscos de temporada: Opta por aquellos que son más accesibles. Aquí no te puedo ayudar tanto, porque soy el primero en quedarme boquiabierto frente a esos precios.
  • Compra a granel: Muchas grandes superficies ofrecen descuentos por comprar al por mayor.

No hay nada como la creatividad en la cocina para ayudarnos a ajustar ese presupuesto sin sacrificar la alegría de la Navidad.

El misterio de las ostras y sus precios en descenso

Algo que nos encanta de las festividades es que no hay nada fijo. Este año, el conocido aumento de precios en las ostras parece haber cambiado por completo. En lugar de ver cómo este manjar marino se dispara, ha sufrido una caída del 7.6% en su precio. ¿Qué está pasando?

Mi amigo Alberto, un ávido amante de las ostras, puede verse en la confusión. Un año compra ostras como quien compra pan, y este año se convierte en un detective de precios en el mercado. Puede que este reducción de precios sea un alivio para muchos, aunque a mí me alegra saber que habrá algo más accesible en la mesa.

Así que, si buscas una manera de deslumbrar a tus invitados, ¡puedes permitirte servir ostras frescas sin romper la hucha!

Nadie está a salvo de la inflación

Sin embargo, es vital recordar que la inflación no afecta a todos por igual. Hay quienes se están sintiendo como jugadores de Monopoly, equivale a perder cada vez que les toca pasar por la casilla de «Impuesto sobre la renta». Pero no temas, ¡hay luz al final del túnel! Si te sientes estancado en este jugoso juego de la vida, tal vez deberías considerar reducir el consumo de ciertos productos y reemplazarlos con alternativas más asequibles.

La OCU nos advierte: “Estamos ante una Navidad más cara que las anteriores, por lo que es vital hacer una planificación de gastos”.

¿Es posible disfrutar de la comida navideña sin arruinarse?

¡Claro que sí! Recuerdo una vez que organicé una cena navideña donde la temática era «cocina sencilla». Los invitados trajeron platos que les recordaban a sus emociones navideñas, y el resultado fue un festival de delicias sencillas pero tan acogedoras. Lo más sorprendente fue que todos disfrutaron de su propia preparación, y las risas cubrieron el costo de las viandas.

La magia de la época festiva

A medida que nos adentramos en estas fiestas, hay que recordar que la esencia de la Navidad no radica únicamente en lo que se sirve en la mesa. Se trata de las memorias que creamos, los lazos que fortalecemos y la capacidad de reír y disfrutar de la compañía.

¿Y qué es una buena cena sin amigos y familiares alrededor? Piensa en ello como una inversión en situaciones y relaciones más que una preocupación por el costo de un plato. ¡Así que al diablo los precios! Lo que realmente importa es lo que llevamos en nuestros corazones —y en nuestros estómagos, claro.

Reflexiones finales: ¿Cómo navegar el mar de precios durante la Navidad?

Tiempos difíciles demandan acciones audaces, y celebrar durante estos períodos inflacionarios puede requerir un poco más de ingenio. Ya sea ajustando tu receta familiar favorita o dando la bienvenida a nuevas tradiciones, lo más importante es recordar que la cumbre de la Navidad es disfrutar y compartir momentos.

Así que, la próxima vez que te sientes con un bol de nueces y un libro de recetas, recuerda: tu mesa puede ser deliciosa y no tiene por qué ser costosa. La OCU puede señalar las subidas de precios, pero somos nosotros quienes decidimos cómo celebrar. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡A cocinar con amor y un toque de creatividad mientras celebras la Navidad sin preocupaciones!

Feliz Navidad y buen provecho a todos!