Hablemos de Mónaco, un microestado que siempre ha ejercido un cierto magnetismo sobre las riquezas del mundo. Si alguna vez has estado en este pequeño rincón del Mediterráneo, probablemente hayas sentido esa extraña mezcla de deslumbramiento y envidia al observar los yates de lujo atracados y los coches deportivos rugientes que deambulan por sus estrechas calles. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que, en un intento por expandirse aún más y mantener su estatus de élite, Mónaco ha decidido añadir un nuevo ecodistrito a su ya impresionante repertorio? Preparémonos para descubrir Mareterra, un salto considerativo hacia la modernidad y el lujo, con una pizca de conciencia ambiental.
Un vistazo al crecimiento de Mónaco
Primero, un poco de historia para poner las cosas en perspectiva. Mónaco ha sido, durante décadas, un maestro del «crecimiento sobre el agua». Así es, el Principado ha ido ganando terreno al mar a través de diversos proyectos de expansión. Si piensas que esto es un concepto relativamente nuevo, piénsalo de nuevo. La expansión marina se remonta incluso a los años 60, y lo que ahora se conoce como Fontvieille y Larvotto fue una vez solo agua salada.
El estirón de la ciudad-estado
En este contexto, Mareterra no es solo una nueva construcción; es una declaración de intenciones. Con seis hectáreas en el papel y aproximadamente 2.000 millones de euros invertidos, este proyecto ofrece un nuevo barrio residencial donde el metro cuadrado asciende a asombrosos 120.000 euros. Por lo tanto, si pensabas que los precios del alquiler en tu ciudad eran altos, ¡trata de imaginar lo que sería vivir aquí! Tal vez, deberías considerar mudarte allí solo para darle un vistazo.
La sorpresa de Mareterra
Entonces, ¿qué es exactamente Mareterra? Desglosémoslo. Este glorioso proyecto, que ofrece más de 100 apartamentos, varias villas de lujo, un puerto deportivo y zonas comerciales, es un verdadero oasis en medio del Mediterráneo. Además, está rodeado de parques, senderos y carriles bici. Me atrevería a decir que es el lugar en el que los sueños de cualquier amante del lujo se hacen realidad, siempre que tengas el capital, por supuesto.
No sé tú, pero la idea de un paseo por la costa tras salir de una reunión de negocios en un elegante edificio diseñado por un arquitecto de renombre me parece casi de película. Aunque, siendo sincero, las probabilidades de que yo tenga un apartamento allí son más bajas que mis intentos de aprender a tocar la guitarra (y créeme, ¡eso es un desafío!).
Ecodistrito con un toque de lujo
Mareterra se presenta como un «ecodistrito». Y aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Los impulsores del proyecto subrayan su compromiso con la sostenibilidad. Hablamos de un espacio que no solo se concentra en el lujo, sino que también toma decisiones ambientales responsables. Entonces, ¿es esto un oxímoron? Un distrito de lujo que se preocupa por el planeta parece un logro admirable, ¿no crees?
El proyecto incluye un sistema para aprovechar el agua de lluvia, paneles solares y infraestructura para vehículos eléctricos. Todo esto suena muy bien en teoría, aunque me gustaría ver cómo se manejan los costos de mantenimiento… porque, vamos, en cualquier proyecto se sabe que cuando algo es «ecológico», a veces debes tener una billetera tan amplia como el océano.
«¡Espera un momento! ¿replantaron 500 metros cuadrados de posidonia?»
Así es. Para aquellos que no están familiarizados con la posidonia, esta planta subacuática es esencial para la salud del ecosistema marino. La idea de que trasladaron y replantaron fauna y flora para construir este distrito es un enfoque admirable. Pero, ¿acaso las plantas a las que les dijeron «¡eh, chicos, es hora de mudarse!» estaban al tanto de la mudanza? Me imagino a las posidonias formando un piquete de protesta, gritando “¡Podemos quedarnos a vivir aquí!”
El equilibrio entre economía y ecología
Volviendo al tema principal, el equilibrio entre la riqueza económica y la sostenibilidad es un puente que muchos aún están tratando de cruzar. Mareterra es sin duda una apuesta arriesgada, porque en el mundo del lujo, la sustentabilidad a menudo se ve como un lujo que no todas las personas pueden costear. Sin embargo, la verdad es que, si un microestado como Mónaco puede liderar el camino, tal vez se pueda replicar en otros lugares. Una utopía, quizás, pero no está de más soñar.
La corta y tortuosa historia de Mareterra
La historia de este district comienza en 2013, y a pesar de que hemos pasado por montones de dificultades (gracias, pandemia), Mareterra ha logrado completar su travesía. A partir de 2020, ya se podía ver cómo comenzaban a levantarse edificaciones. Y te aseguro que, si hay algo en lo que Renzo Piano, el arquitecto detrás de Le Renzo
, sabe hacer, es darle un diseño elegante a algo. Si no para mí, al menos para esos millonarios de Mónaco que han hecho fila para adquirir propiedades aquí.
Me acuerdo de una vez cuando traté de montar un mueble de IKEA solo por mi cuenta y luego terminando con más piezas extrañas que en el inicio. Así que imagina cómo debe sentirse un arquitecto como Piano manejando tantas partes y elementos en un proyecto tan ambicioso. Por otro lado, ¡debe ser mucho más fácil que armar un mueble en mi sala!
La realidad de los precios del lujo
No esperes conseguir un apartamento con vista al mar a un precio asequible. ¡No te engañes! Aunque Mónaco ya tiene fama de ser uno de los mercados inmobiliarios más caros del mundo, Mareterra lleva esta exclusividad a un nivel completamente diferente. La frecuencia con la que se venden estas propiedades revela que hay suficientes personas dispuestas a abrir la billetera sin pensarlo dos veces.
Horace McCoy decía una vez que «la vida es un sueño». Con precios así, estoy seguro de que muchos de estos nuevos propietarios agregarán “dormir” en un exótico hotel cinco estrellas a su lista de sueños para realizar. Si algún día decido hacer una compra de impulsiva en un mercado inmobiliario, espero que mis amigos estén allí para detenerme… o al menos comprarme el helado que me haga olvidar el costo.
¿Y si no eres un millonario?
No te preocupes, amigo. Aunque Mareterra pueda no ser tu nuevo hogar, puedes verlo como una inspiración. Proyectos como este y el enfoque en la sostenibilidad son dignos de imitar. Mónaco ha logrado destacar entre otras grandes urbes gracias a su capacidad de atraer inversiones millonarias y a su enfoque en la innovación arquitectónica.
Reflexiones finales
La creación de Mareterra marca un hito importante para Mónaco. No solo porque añade lujo a este microestado, sino porque combina esos elementos con una conciencia ambiental que muchos proyectos de hoy en día pasan por alto. Puede que aquí la vida sea de ensueño para algunos, pero también puede ser un ejemplo inspirador para otros.
Así que la próxima vez que pases por un lugar costoso de tu ciudad o escuches sobre un desarrollo similar, recuerda Mareterra y su mensaje: no se trata solo de construir edificaciones de lujo; se trata de hacerlo de manera responsable, porque, al final del día, todos compartimos este único planeta.
¡Y quién sabe! Tal vez un día yo también tenga un lugar en esta lista de propiedades de ensueño… aunque, imagino que tendré que vender unos cuantos de mis relojes de pasta para llegar a ese punto. ¿No te parece que a veces el verdadero lujo es poder soñar?