En los últimos años, nuestras vidas han quedado marcadas de manera crucial por la pandemia de COVID-19. No solo por los efectos devastadores en la salud, sino porque ha sacado a la luz un lado oscuro de la política y los negocios que nos ha dejado a todos con la boca abierta. Las conexiones, los contactos, y a veces, la falta de ética, se han mostrado de forma palpable y dramática en la gestión de la emergencia sanitaria.

Uno de los episodios que ha captado la atención de la prensa y el público radica en el papel jugado por Koldo García, un asesor de alto nivel que, a través de una red de influencias, logró beneficiar a ciertos negocios en el sector de las pruebas PCR. Así que, mientras estábamos todos preocupados por el virus, él estaba, digamos, en otro tipo de «asuntos urgentes».

Contexto: una crisis sanitaria y una ventanita de oportunidades

Recuerdo perfectamente el ambiente de incertidumbre que se vivía durante los primeros días de la pandemia. Las calles desiertas, las mascarillas en todas partes y esa sensación de que todo podía cambiar en cuestión de horas. En aquel contexto, alguien como Koldo García, que ya tenía un pie en los pasillos del poder, vio la oportunidad para sacar partido. ¿Recuerdas aquel momento en el que pensaste que las pruebas PCR eran la solución a todos nuestros problemas? Bueno, a Koldo no solo le gustaba la idea, sino que se imaginaba transformando esa necesidad en negocio.

¿Cuántas veces hemos escuchado la frase «si la vida te da limones, haz limonada»? Koldo parece haber tomado esto como un mantra, y lo que hizo fue colar unos limones en contratos muy jugosos—en términos monetarios—para su círculo cercano.

La primera llamada: entre carcajadas y conexiones

La historia nos lleva de regreso a agosto de 2020, un mes caluroso donde la situación de salud pública era inestable y, como dicen por ahí, «no se podía lanzar una piedra sin darle a alguien que estaba desesperado por un test». En medio de esta tormenta, Koldo tuvo una conversación con la presidenta balear, Francina Armengol, que ya apunta maneras de un vínculo «cariñoso». «A lo mejor a mediodía tengo un momento y lo intento», le contestó ella.

Vamos, que entre charlas de política y un acceso directo a la consejera de Salud, Patricia Gómez, Koldo estaba afinando una estrategia que simplemente no se podía ignorar. ¿Te imaginas la escena? Una reunión entre funcionarios con sonrisas falsas, colores estridentes en las pantallas de las computadoras y documentos que podrían haber hecho temblar incluso a un cactus. Los contratos caían como fruta madura. ¡Y eso era solo el comienzo!

El «funcionamiento» de las PCR: relaciones, contactos y contratos

Poco tiempo después de haber «pillar» el número de Patricia, Koldo ya estaba haciéndole favores a otros. En dos saltos logró que Ignacio Díaz Tapia, un socio con grandes ambiciones, obtuviera acceso a los grandes despachos. ¿Sabías que, a través de unos mensajes WhatsApp, se podría verificar una reunión ya programada? En este tipo de situaciones, la rapidez es el aliado del éxito, y Koldo lo sabía a la perfección.

Resulta que en bochornosos descubrimientos, queda claro que la Plataforma de Contratación del Sector Público adjudicó contratos por un total de 1.112.640 euros a Eurofins Megalab para realizar pruebas PCR. Un buen día, simplemente se le ocurrió a Koldo mover un poco sus contactos y ¡pum! Ahí estaban las cifras estrepitosas en la mesa. Me imagino que él pensó que finalmente había encontrado la respuesta a la pregunta de cómo iniciar un negocio: con conexiones y, por supuesto, con un guiño cómplice.

Casos fuera de control: el circuito de las Islas Baleares y más allá

No solo se quedó ahí. Esta trama dejó una huella en otros lugares, como Canarias. En una conversación entre Koldo y Aldama, sentí que estábamos al borde de un thriller político. «Es muy importante y nos debe una grandísima», decía Koldo acerca del entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres. Este es el tipo de conversación que o bien te hace sentir impotente o te da un aire de satisfacción si te gusta el drama.

Tres días después, de vuelta en acción, Koldo envía un audio a Torres presentando a Megalab. ¿De qué se trataba? De un laboratorio que podría facilitar pruebas PCR para vuelos «seguros». Ah, sí, porque en esos días todo lo que queríamos era conseguir la prueba más rápida, como si fuera el último modelo de un smartphone.

Un momento repleto de sutilezas. Nadie puede negar que la brincadera de Koldo logró facilitar una serie de contratos que sumaron más de 5,3 millones de euros. Todo a través de la «influencia», tratada casi como un arte en su círculo.

La conexión futbolística: un joven y ambicioso Rubiales

No se detuvieron en temas de salud pública y políticas regionales; la influencia de Koldo también llegó a los campos de fútbol. El entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, fue otro de sus objetivos. Todo comenzó con un audio donde Koldo le decía: «Estoy cogiendo ahora mismo el avión para Dusseldorf, en cuanto aterrice te pego un toquecillo…». Todo un espectáculo de diplomacia moderna.

No sé tú, pero hay algo que me resulta lejano y a la vez inquietante de manejar relaciones de ese tipo. Pero, bueno, en el meollo del asunto estaban las pruebas PCR para los estadios. Imagínate la decepción de un aficionado si, en lugar de un partido emocionante de fútbol, te encuentras con un cartel que dice “No se puede jugar por falta de pruebas”. Con Koldo, el balón no dejaba de rodar.

Un «aceitito» detrás del telón

Conforme se fue desenrollando la madeja de Koldo, las autoridades se dieron cuenta de que la trama implicaba más que solo «buena voluntad». Un informe de la UCO reveló que el asesor había estado cobrando entre 11.500 y 10.000 euros al mes; una práctica que él mismo denotó como «la máquina necesita aceite».

¿Qué dirías al enterarte de que las relaciones de trabajo y los contratos en plena crisis se manejan con tanto juego de manos? Por un lado, está claro que la idea de «te ayudo y me ayudas» liga a muchos, pero el hecho de que haya una transacción monetaria constante en un tiempo donde la ética se supedita a la necesidad es un signo de nuestro valioso tiempo.

Reflexión final

En resumen, mientras unos debatían sobre el uso correcto de las pruebas PCR y otros luchaban con la precariedad de las normas sanitarias, Koldo García brillaba en su propio espectáculo. Un espectáculo que muestra el lado oscuro de las conexiones entre la política y el negocio, donde las decisiones se empañan por intereses personales más que por el bien común.

Si al menos de toda esta situación nos sacamos una lección, que sea la de poner una lupa en los detalles que muchas veces se nos escapan. Después de todo, en este agitado mundo moderno, ¿quién entrega un contrato sin un pequeño empujón? La próxima vez que solicitamos “la solución a nuestros problemas”, recordemos que a veces esa ayuda viene con un trasfondo que poco tiene que ver con lo que realmente se necesita.

En fin, querido lector, espero que esta odisea por la trama de Koldo García haya resonado contigo. Más que un relato de intriga política, se trata de un claro recordatorio del poder que tienen las conexiones en el mundo actual y la responsabilidad que requieren. ¿Te has reído? ¿Te has sorprendido? ¡Esa era la idea! Ahora, mantente alerta y no olvides llevar contigo un ojo administrativo cada vez que entramos en la jungla de la burocracia.