¡Hola, lectores! Hoy vamos a sumergirnos en un tema que seguramente ha cruzado la mente de más de uno en las últimas semanas: la sorprendente afirmación de que los millennials podrían convertirse en la generación más rica de España gracias a la transmisión de riqueza. Aunque, como todo en la vida, hay un par de matices y advertencias que debemos considerar. Así que, abróchense los cinturones, porque vamos a desglosar esto a fondo.
Una afirmación provocadora
El investigador de Afi, Daniel Manzano, ha lanzado una afirmación que podría sonar a música celestial para muchos: los millennials, esa generación que ha conseguido sobrevivir a una crisis tras otra, podría ver un futuro financiero brillante gracias a las herencias de sus padres baby boomers. Según el informe titulado ‘Demografía, vivienda y brechas de riqueza’, se prevé que esta transmisión de riqueza en forma de herencias de pisos y casas hará que la generación de los millennials se mantenga en una mejor posición económica cuando llegue a la jubilación.
¡Imaginenselo! ¿Alguna vez han soñado con recibir una casa de tres habitaciones con jardín y piscina de parte de sus padres? (Yo sí, aunque indignamente, me quedé con las ganas). Pues según el estudio, eso podría estar más cerca de la realidad de lo que pensamos.
Un juego de números: ¿realmente serán tan ricos?
Manzano advierte que esta afirmación puede parecer “provocadora” en un contexto de crisis de acceso a la vivienda. Pero, además, el mismo estudio también advierte que esta “gran sucesión” podría también aumentar la desigualdad en la distribución de la riqueza. Aquí es donde los números entran en juego.
- En un primer escenario, donde la riqueza no se revaloriza, se estima que un millennial podría recibir una transmisión media de 250,000 euros entre 2042 y 2062. Esto es un 41% más en comparación con la generación baby boomer.
- En un segundo escenario, donde la riqueza sí se revaloriza, ese monto podría crecer aún más hasta aproximadamente 272,000 euros.
Me estoy preguntando: ¿será esta herencia suficiente para comprar una casa (en un precio razonable) en un futuro donde la vivienda parece un lujo?
La trampa de la desigualdad
Chi chi ching, llega el momento incómodo de la conversación. Si algo nos ha enseñado la vida reciente es que la desigualdad es un tema chanante en la economía moderna. Aunque la proyección parece optimista para los millennials, no podemos ignorar que la riqueza en España está ultraconcentrada en las manos de unos pocos. Según la última Encuesta Financiera a las Familias (EFF) del Banco de España, el 10% de las familias más ricas poseen más de la mitad de la riqueza total. Algo así como la uvas que no caen de la parra, ¿verdad?
La desigualdad se ha ido profundizando desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 y, con las políticas de austeridad que hemos presenciado, las brechas se han vuelto aún más evidentes. El 1% más rico, por ejemplo, acapara el 19% de la riqueza total. ¿No se te revuelven un poco las tripas al pensarlo?
A esta mezcla, se añade otro ingrediente: la creciente población extranjera, a menudo con un menor poder adquisitivo y menos capacidad para recibir herencias. Sí, en la gran ensalada de la economía, hay quienes se quedan fuera de la mesa.
La herencia: ¿un salvavidas o una trampa?
Hablando de herencias, sinceramente, me trae recuerdos de cuando oía a mis abuelos hablar sobre el “tesoro” que acumularían para dejar a la próxima generación. Pero, ¿será suficiente? Si bien es cierto que muchas familias lograron dejar propiedades y activos a sus descendientes, también hay que considerar el panorama actual del mercado inmobiliario.
El mercado de la vivienda ha ido aumentando de precio de tal manera que lo que antes se consideraba una “herencia generosa” hoy podría no ser más que un piso en ruinas. ¿Cuántas historias de amigos tienen que lidiar con casas heredadas que necesitan una remodelación masiva (y costosa) solo para habitarse?
La llegada de los «pequeños rentistas»
A medida que examinamos esta dinámica, notamos también la aparición de lo que podríamos llamar los «pequeños rentistas”. Según los datos, alrededor de tres millones de familias en España generan ingresos a través de alquileres. Esto sugiere una pequeña – pero significativa – transformación en la estructura económica del país. Es como si tuvieras a tus padres alquilando el sofá que dejaste en casa tras mudarte, solo que en un sentido más… estructurado.
Esta dinámica de convertir propiedades en casas de alquiler está generando una nueva clase de empresarios dentro de las familias tradicionales. Pero aquí surgen preguntas: ¿serán estos pequeños rentistas realmente ricos, o simplemente sobrevivirán a la alta demanda de alquileres? La incertidumbre nos acompaña.
Autenticidad y honestidad: el futuro está en nuestras manos
Una de las cosas que nos han enseñado los últimos años es que no podemos esperar que otros solucionen nuestros problemas. La planificación financiera, la educación y la inversión son fundamentales si realmente queremos sacar el máximo provecho a lo que se nos hereda.
Contar con un plan de ahorro, involucrarse en inversiones inteligentes y tener un sólido conocimiento sobre cómo funciona el mercado inmobiliario puede proporcionar a los millennials (y las generaciones futuras) las herramientas necesarias para no solo heredar riqueza, sino multiplicarla. Después de todo, no se trata solo de lo que recibimos, sino de lo que hacemos con eso.
¿No hemos aprendido todos a cuidarnos unos a otros y hacer lo que mejor funcione para nosotros en un mundo en el que lo único constante es el cambio?
Reflexiones finales
A medida que analizamos esta compleja estructura de riqueza y desigualdad, debemos ser conscientes de dos cosas: primero, el panorama económico es incierto y puede cambiar rápidamente. Cualquier proyección de riqueza es, a menudo, una hoja de cálculo llena de supuestos.
Segundo, aunque es tentador pensar que la herencia resolverá todos los problemas, la realidad es que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar su futuro financiero a través de decisiones inteligentes.
Así que, ¿qué opinan? ¿Realmente los millennials están a punto de vivir una era dorada gracias a la herencia de sus padres, o deberán enfrentarse a un laberinto económico? Desde aquí, mi opinión es que siempre, siempre será más seguro poner el énfasis en la educación financiera y el trabajo arduo en lugar de esperar que una herencia caiga del cielo.
Así que, como dijo alguien sabio en una película: «El futuro es lo que hagas de él». ¿Listos para tomar las riendas de sus finanzas y asegurar un mañana mejor?
Espero que hayan disfrutado de este viaje a través del dilema de la herencia y la riqueza. ¡Hasta la próxima!