En el intrincado mundo de la búsqueda de empleo, el escenario ha cambiado drásticamente en los últimos años. Hablamos de un entorno cada vez más competitivo, donde las oportunidades laborales parecen escurrirse entre nuestros dedos como arena. Y lo que es aún más intrigante: la mayoría de las veces, las ofertas de empleo no son publicadas en portales de trabajo, sino que se mueven en un espacio menos visible… ¡el boca a boca! Esto significa que el viejo truco del «enchufe» sigue siendo una práctica habitual, pero ¿es realmente la única manera de conseguir ese deseado puesto?

A lo largo de los años, he escuchado y experimentado muchas cosas en la búsqueda de trabajo. Recuerdo una ocasión en particular, durante mis primeros intentos de conseguir una pasantía, cuando la respuesta a la pregunta “¿tienes alguna conexión con la empresa?” se convirtió en un peso sobre mis hombros. Entre amigos y familiares, la presión era innegable: “Tienes que preguntarle a tu tío, él conoce a alguien que trabaja allí”. Al final, pasé más tiempo buscando redes que revisando mi currículum. Pero, ¿realmente esas conexiones marcan la diferencia?

El contexto actual del desempleo juvenil

No se puede hablar de conexiones sin mencionar la situación actual en el mercado laboral, especialmente para aquellos que tienen entre 16 y 34 años. Según datos de la EPA del segundo trimestre de 2024, un abrumador 52% de los jóvenes parados ha recurrido a las conexiones de familiares y amigos como su primera línea de ataque. Esto se debe, en gran medida, a que el desempleo juvenil ha alcanzado un alarmante 26,6%, el más alto de Europa, una cifra que se siente como un balde de agua helada para aquellos que apenas están comenzando sus carreras.

El papel de los padres en la búsqueda de empleo

Los padres, movidos por un instinto protector casi inquebrantable, se lanzan a la búsqueda de oportunidades para sus hijos. Mónica Pérez, directora de estudios de Infojobs, comenta que “la recomendación directa supone para la empresa acceder a un candidato que ya ha sido evaluado informalmente por personas en las que confía”. ¡Qué verdad! No hay nada como tener un respaldo detrás de ti, aunque este respaldo tenga más que ver con una agradable cena familiar que con tus habilidades profesionales.

Juan Pablo Lázaro, presidente de Sending, también comparte esta visión. Él lanzó una línea entre el «enchufe» y la necesidad de demostrar habilidades. “Intento echar una mano a todo el que me lo pide porque unas prácticas son como el primer amor: nunca se olvidan”, dice. Pero, cuidado: la ayuda no significa que sea un camino fácil. Los jóvenes, al fin y al cabo, “deben demostrar ser los mejores en el proceso de selección”, advierte Lázaro.

Enchufes vs. talento: ¿cuál es el verdadero diferencial?

El dilema entre el «enchufe» y el talento puro es algo que surge con frecuencia. La recomendación de un amigo o familiar puede ser una puerta abierta, pero lo que realmente importa es lo que hay detrás de esa puerta. Virginio Gallardo, socio director de Humannova, destaca que “el talento supone, casi siempre, la diferencia entre la recomendación y el enchufe”.

¡Bingo! Si bien el apoyo emocional y profesional es innegable, las empresas buscan personas apasionadas, con interés genuino en el sector, y, sobre todo, que estén dispuestas a aprender. Sin duda, esto es una luz en el camino para aquellos que sienten que el networking es su única opción.

La transformación digital y el desajuste de habilidades

Aquí viene otra capa compleja a la discusión: la transformación digital. El informe de BBVA señala que hay 148,000 vacantes en el mercado, a pesar de contar con más de 800,000 jóvenes en paro. Esa incongruencia resalta una brecha considerable entre las habilidades que tienen los jóvenes y lo que buscan las empresas. ¡Es como intentar encajar una pieza cuadrada en un agujero redondo!

Así que, además de las recomendaciones, adaptarse es vital. Aquí es donde entra la necesidad de búsqueda activa, educación continua, y por supuesto, no dejar de lado el arte de hacer conexiones. Andrés Suárez, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios Mayoristas de Frutas y Verduras de España, subraya que ayudar a un joven a ganar confianza y encajar realmente su formación con una posición específica es fundamental. De hecho, lleva a cabo un trabajo similar con su propia hija.

Programas de referidos: un nuevo enfoque

A medida que el mundo laboral evoluciona, las empresas han comenzado a adoptar un enfoque más estructurado en relación con las referencias. Cada vez más organizaciones están implementando programas de referidos que garantizan beneficios tanto para el trabajador que refiere como para la empresa. Y, lo admito, esto tiene su gracia. Por ejemplo, Cacaolat ofrece 250 euros como recompensa a un empleado si su referido es contratado. ¡Qué manera de incentivar el altruismo, no?

Otro ejemplo que no se puede pasar por alto es L’Oréal, que sorprendentemente premia hasta con 1,000 euros a sus empleados por referir candidatos, y no solo en términos monetarios. Puede parecer que se está comprando talento, pero en realidad, se está creando una cultura de colaboración en la que se valora la recomendación de personas de confianza.

La cultura corporativa como motor de referencia

Lo que está claro es que las empresas quieren cultivar una cultura positiva. Francisco Torrecuadrada, de Suntory Beverage & Food Spain, menciona un punto interesante: “¿Quién mejor que los empleados para recomendar la compañía a amigos y contactos?” Eso resuena, ¿no? Si un empleado está feliz y satisfecho en su trabajo, es menos probable que se lo guarde para sí mismo.

Así que lo que empieza como un simple enfado por haber sido rechazado en un proceso de selección puede transformarse, gracias a un amigo que conoce a alguien en esa misma empresa, en una oportunidad de oro. Tal vez, la próxima vez que te sientas frustrado, deberías considerar si alguien en tu círculo tiene una conexión que podría hacer la diferencia.

Consejos finales: cómo navegar el mundo del networking

  1. Expande tu red: No se trata solo de familiares y amigos, sino también de colegas, excompañeros de clase y eventos de networking. Nunca subestimes el poder de una charla casual.
  2. Cuida tu presencia online: LinkedIn ha dejado de ser un simple currículum digital. Es tu carta de presentación, así que asegúrate de que esté actualizada y refleje lo mejor de ti.

  3. Educación continua: Si algo ha demostrado la era digital es que nunca dejamos de aprender. Busca cursos, webinars y eventos de la industria que te permitan crecer profesionalmente.

  4. Haz seguimiento: Si alguien te ofrece ayuda, ya sea introduciéndote a una empresa o recomendándote, asegúrate de enviar un agradecimiento. Las buenas relaciones son esenciales.

  5. Sé honesto contigo mismo: Si bien puede ser tentador depender de las conexiones, en última instancia, lo que cuenta es tu habilidad para demostrar lo que puedes ofrecer.

La búsqueda de empleo puede ser una travesía llena de altibajos, y a veces puede parecer que está marcada por una cierta dosis de azar o suerte. Sin embargo, al final del día, la combinación de esfuerzo personal y conexiones significativas es lo que realmente marca la diferencia. Así que, ¡sal a buscar esas conexiones y no olvides traer tu mejor versión contigo!