Cuando éramos niños, el día de Reyes era, sin duda, uno de los más mágicos del año. La espera, ese cosquilleo en el estómago, el deseo de que los Reyes Magos nos trajeran todo lo que habíamos pedido. Sin embargo, al crecer, los deseos cambian y, en muchos casos, se hacen más complejos. Quizás ya no pedimos bicicletas o muñecas, sino algo más fundamental: una vida digna. Hoy, en este artículo, vamos a explorar la realidad del empleo en Córdoba y lo que realmente necesitamos en vez de juguetes.

La cruda realidad del desempleo en Córdoba

Cuando hablamos de desempleo, nos referimos a un problema que no discrimina. En Córdoba, la situación es alarmante. Según los datos más recientes, un 17% de la población activa está en busca de un empleo sin éxito. Esto se traduce en 25.230 ciudadanos que llevan más de un año intentando encontrar una oportunidad laboral. ¿Te imaginas? ¿Qué harías tú si tuvieras que caminar por esa senda de la incertidumbre día tras día? La angustia puede volverse, en ocasiones, su única compañera.

Permíteme compartir una anécdota personal. Hace unos años, un amigo mío se encontró en una situación similar. Después de perder su trabajo, pasó meses enviando currículos y asistiendo a entrevistas, cada vez más desilusionado. En lugar de llevar en su mente los sueños de un futuro brillante, lo que atormentaba su mente era el constante ‘no’ que recibía. Es un reto que afecta no solo a quien busca empleo, sino también a sus familiares, amigos y la comunidad entera.

¿Qué pedirle a los Reyes?

Es en este contexto donde muchos cordobeses miran a los Reyes Magos con ojos anhelantes, deseando que, en lugar de juguetes, traigan soluciones duraderas. La primera petición es la creación de empleo. Si tenemos en cuenta que la calidad de vida depende en gran medida de la estabilidad laboral, es crucial que se implementen políticas que fomenten inversiones y generen nuevos puestos de trabajo. Como diría mi abuela, “el trabajo es un regalo que nos da dignidad”.

Imaginemos por un momento que la Base Logística en Córdoba cumpliese con todos los plazos y estuviera plenamente operativa para finales de 2028. Este tipo de infraestructura podría transformar la situación económica de la región, creando miles de empleos y ofreciendo un nuevo futuro a tantas familias que hoy luchan por sobrevivir.

La sequía y su impacto en la economía

El cambio climático ha traído consigo problemas serios que también afectan a nuestra querida tierra. La sequía, que ha golpeado fuertemente a los agricultores y ganaderos, no solo pone en riesgo los cultivos, sino que también amenazan la estabilidad económica de muchas familias. Esto es una doble crisis: por un lado, muchos sectores se enfrentan a la falta de ingresos, y por otro, lo que se traduce en despidos y precariedad laboral.

¿Cómo podemos ayudar?

La respuesta no siempre es sencilla y requiere un esfuerzo conjunto. Necesitamos apoyar a nuestras comunidades y promover campañas que fomenten la sostenibilidad y la gestión responsable del agua. Pero, más allá de eso, necesitamos que los gobernantes y las empresas se unan para encontrar soluciones que beneficien no solo a unos pocos, sino a toda la comunidad.

El aeropuerto de Córdoba: una puerta abierta al mundo

Hablando de puertas abiertas, un aeropuerto concurrido no solo representa conexiones, sino también oportunidades. Una de las peticiones dirigidas a los Reyes Magos sería la llegada de nuevas aerolíneas que no solo traigan turistas a Córdoba, sino que también ofrezcan diferentes rutas que nos conecten con el resto del mundo. El turismo es una fuente de ingresos crucial que puede revivir nuestra economía, siempre que se gestione de manera sostenible.

Ventanas de oportunidad

Imagínate que cada avioncito que aterriza en Córdoba es un pequeño regalo que trae consigo empleos, inversión y, por supuesto, un interés renovado en nuestra cultura y gastronomía. Además de la creación de empleo directo, el turismo también genera una oleada de trabajo indirecto en sectores como la restauración, el comercio y los servicios.

La importancia del amor y la solidaridad

Si hay algo que nunca debe ser un lujo, es el amor. La pandemia nos enseñó lo importante que es contar con una red de apoyo. En este contexto, es vital que nos apoyemos mutuamente. Abrazar a nuestros seres queridos, ser empáticos, escuchar las preocupaciones de los demás, son acciones que pueden cambiar la vida de alguien.

Una de mis resoluciones para este año es ser más solidario. Y no me refiero solo a donar dinero, sino a dar tiempo, escuchar, empatizar. ¡A veces una simple charla puede hacer maravillas! ¿Te has preguntado alguna vez el impacto que puedes tener en alguien solo con un poco de atención?

Pasión por Córdoba: el anhelo de la permanencia

Como aficionados del Córdoba Club de Fútbol, otro deseo que tenemos es la permanencia en Segunda. Esperamos que los Reyes se anticipen a nuestros deseos y que la permanencia llegue antes del 1 de junio. Después de todo, un propósito colectivo puede dar energía a nuestra lucha por un futuro mejor.

La pasión que sentimos por nuestro equipo es un reflejo de la esperanza que tenemos por nuestra comunidad. El fútbol, más allá de ser un deporte, es un fenómeno que nos une, que nos recuerda que, a pesar de los reveses, siempre hay una oportunidad para levantarse. Al igual que en el deporte, nuestras comunidades deben aprender a levantarse y seguir avanzando.

Caminando adelante

La situación laboral en Córdoba es un reto que, si bien puede parecer abrumador, puede superarse si trabajamos juntos. Al igual que los Reyes Magos, debemos ser proactivos. En lugar de esperar regalos, debemos buscar soluciones. Esto implica unir fuerzas, plantear iniciativas y buscar alternativas para fortalecer nuestra economía.

Imagina que, en lugar de pedir regalos, pidieras participación en acciones comunitarias que ayuden a tu entorno. Cosas tan sencillas como apoyar locales, consumir productos de la región y, por qué no, informar a otros sobre cómo ayudar. Cada pequeña acción cuenta y puede tener un impacto notable.

Reflexiones finales

Así que este año, cuando pensemos en lo que queremos pedirle a los Reyes, hagámoslo con la mente y el corazón abiertos. Solicitamos con honestidad y claridad, no solo por nosotros, sino por todos aquellos que luchan para encontrar su lugar en el mundo. A los Reyes les pedimos empleo, solidaridad, oportunidades y, por supuesto, un poco de amor.

Porque, al final del día, si hay una lección que hemos aprendido, es que las mayores riquezas no vienen de lo material, sino de la comunidad y el apoyo mutuo que somos capaces de ofrecer. ¿Nos acompañas en este camino hacia un futuro mejor? ¡Felices Reyes a todos y que dejen algo de esperanza en cada corazón!