La industria del acero ha sido, desde tiempos inmemoriales, la columna vertebral de la construcción y la infraestructura en todo el mundo. Imagínate por un momento un lugar sin acero: ni rascacielos ni puentes impresionantes, y toda la magnificencia de la arquitectura moderna se desmoronaría como un castillo de naipes. Sin embargo, en este 2023, el acero se encuentra en medio de una crisis que podría ser más profunda de lo que muchos imaginan. Pero, ¿qué está sucediendo realmente? ¿Por qué una aleación de hierro y carbono está causando tanto alboroto?

La tormenta perfecta: factores que afectan al acero

Victoria, la hamster de la familia, en una de sus emocionantes escapadas, decidió instalarse bajo el sofá. Me hizo cuestionar cómo algo tan pequeño puede causar un caos tan grande. Esta reflexión me lleva a pensar en el acero, que, a pesar de ser un material fundamental, pasa por un momento turbulento debido a varios factores. China, por ejemplo, es responsable de más del 55% de la producción mundial. La prolongada recesión en el sector inmobiliario de este gigante asiático ha hecho que la producción de acero caiga en picada, llevándose con ella la estabilidad del mercado global.

Un «invierno» en la producción siderúrgica

El presidente de China Baowu Steel Group Corp., Hu Wangming, ha descrito la situación como un “duro invierno”. Si me permiten hacer una analogía, este invierno no es como esos que disfrutamos en diciembre, llenos de luces y calor en torno a una chimenea; es más bien como esos días fríos en los que olvidas tu abrigo y acabas en casa tomando sopa. Sin embargo, existe un detalle que no se puede pasar por alto: China no solo enfrenta su propio descontento, sino que las consecuencias de esta crisis podrían esparcirse por el mundo como un virus.

La exportación de acero: ¿una estrategia desesperada?

Con la demanda interior en declive, las empresas chinas han comenzado a exportar su acero a precios imposibles de competir. ¡Esto suena familiar! Ha habido épocas en que nuestras abuelas compraban productos al por mayor porque estaban en oferta, mientras nosotros nos quedamos atónitos viendo cómo nuestras pequeñas economías se desmoronaban. Los europarlamentarios han empezado a alarmarse y criticar las políticas de subsidio de acero en China, con la esperanza de que alguien, aunque sea entre lágrimas, se levante y haga algo al respecto.

ArcelorMittal y el viaje a la descarbonización

Bajo este telón de fondo, ArcelorMittal, la segunda mayor productora de acero del mundo, está tomando decisiones astutas. Asegura que, a pesar de la crisis, no verán un impacto negativo en su negocio en España. Y es que en el mundo actual, la sostenibilidad parece ser el nuevo oro. Para mantenerse a flote, están destinando 1.800 millones de euros para descarbonizar su producción de acero. ¿Por qué? Porque el mundo está exigiendo un cambio hacia un acero más limpio.

La batalla en Estados Unidos

Pero el acero no solo es un drama que ocurre en las tierras lejanas de China. En los Estados Unidos, las cosas también se complican. United States Steel (US Steel), un gigante de la industria, se encuentra en aguas turbulentas tras la posible adquisición por parte de Nippon Steel. Biden, en un intento de proteger la producción local, ha decidido vetar este movimiento, recordándonos un poco a aquellos días de universidad cuando intentábamos proteger ese último trozo de pizza del amigo que siempre se servía antes que nosotros.

Las luchas en Europa: menos producción y más presión

Ahora, pon atención, porque aquí es donde se ponen complicadas las cosas. El consumo de acero en Europa ha disminuido un 20% en los últimos diez años. Y no solo eso; el viejo continente enfrenta enormes presiones para hacer de su producción un proceso más sostenible. La comisión europea ha instado a las acerías a adoptar tecnologías más limpias, pero, ¿quién paga la cuenta? La producción de acero limpio puede costar hasta 200 euros más por tonelada. Imaginen la cantidad de café con leche que podríamos comprar con eso.

La industria siderúrgica es responsable de entre el 7% y el 9% de las emisiones de CO2 en todo el mundo. Así que, mientras leemos sobre los esfuerzos por descarbonizar el planeta, hay una pregunta que no podemos evitar: ¿es realmente sostenible hacer acero en Europa bajo estas condiciones?

El futuro del acero: ¿Qué nos depara el destino?

Las proyecciones indican que la demanda de acero se incrementará hasta un 30% para 2050. Esto nos deja preguntándonos: ¿cómo responderá la industria a esta creciente necesidad? ¿Estaremos preparados para abordar la crisis actual y a la misma vez atender la creciente demanda de un monde que, irónicamente, no puede seguir sin acero?

Palmeras en lugar de fábricas

Es difícil no imaginar este futuro sin un toque de humor. Mientras reflexionaba sobre todo esto, pensé en lo irónico que sería que, en un futuro no muy lejano, las fábricas de acero sean reemplazadas por palmeras que produzcan «acero sostenible» hecho de hojas. O tal vez una fábrica de acero impulsada por energía solar que recicle todos los trozos de acero del mundo. ¿Pido mucho?

Conclusión: la resurrección del acero

La implementación de reformas y tecnologías para la producción de acero limpio no solo beneficiará a las empresas en términos de reputación, sino que también podría convertirse en una ventaja competitiva en el futuro. Sin embargo, esto requiere inversiones y voluntad política. No olvidemos que historias como las guerras entre titanes empresariales y las estrategias de mercado pueden ser tan dramáticas como cualquier serie de Netflix.

Entonces, mientras tomamos un sorbo de nuestro café (o de nuestra bebida favorita), hagamos una pausa y reflexionemos sobre el impacto que el acero tiene en nuestras vidas y la importancia de la industria y su necesidad de adaptarse a los tiempos modernos. Después de todo, el acero ha sido testigo de nuestro desarrollo como sociedad y, a pesar de sus altibajos, seguro que seguirá siendo fundamental para la construcción de nuestro futuro.