En la historia reciente de España, el campo de la economía ha estado marcado por figuras que han dejado huella no solo en el ámbito académico, sino también en la vida pública y política del país. Estamos hablando de los economistas que pertenecen a la generación del 50, un grupo que ha ejercido una influencia notable desde la postguerra hasta nuestros días. En este artículo, exploraremos la labor y el legado de tres figuras notables: Fuentes, Estapé y Velarde. Su trabajo no solo moldeó el pensamiento económico de su época, sino que también cimentó el camino para las futuras generaciones de economistas en España. Pero, ¿qué hay de especial en sus contribuciones? Vamos a desglosarlo.
Un contexto histórico crucial
Rebobinemos a los años 20, 30 y 40 del siglo pasado. Imagina estar creciendo en un país devastado por la Guerra Civil y las secuelas de la postguerra. La economía estaba asfixiada, y con ella, las oportunidades. Este es el caldo de cultivo que alimentó las mentes brillantes de nuestros protagonistas. Estaban dispuestos a desafiar las circunstancias y a señalar los problemas sociales y económicos de su tiempo. A menudo recuerdo las historias que escuché de mis abuelos sobre la escasez de alimentos y el racionamiento. La dureza de aquellos años dejó una marca indeleble en la cultura y el pensamiento de aquellos que vivieron en esa época.
Hijos de vencedores y vencidos
Un punto interesante a considerar es que tanto Fuentes, Estapé como Velarde eran nativos de esta turbulenta época. Eran jóvenes en un país dividido, lo que les condujo a un profundo sentido de responsabilidad hacia su patria. Como dice el viejo refrán, “los tiempos difíciles sacan lo mejor y lo peor de la gente”. A estos economistas les permitió sacar lo mejor. Y no me malinterpretes, no era un camino pavimentado de rosas. La falta de recursos y oportunidades a menudo se reflejaba en sus escritos y su pensamiento.
Más que economistas: educadores y comunicadores
Aparte de su trabajo como académicos, estos tres hombres se dedicaron a democratizar el conocimiento económico. No fue suficiente con desarrollar teorías; sentían la necesidad de que la gente común entendiera el funcionamiento de la economía. ¿Cuántas veces has escuchado a alguien preguntar «¿qué es exactamente el Producto Interno Bruto?» y has pensado en cómo transmitir esta compleja noción? Estapé, Fuentes y Velarde se tomaron en serio esta tarea.
La educación como pilar
Estos economistas promovieron la educación económica entre las masas. Impulsaron traducciones de obras de referencia, dirigieron colecciones de libros e incluso colaboraron en revistas y programas de radio. Esto no solo ayudó a la formación de muchos economistas, sino que permitió que la conversación económica trascendiera las aulas. Cada artículo, cada libro, cada programa era como una galleta de la fortuna económica compartida con la sociedad.
Recuerdo una vez en la universidad, durante un seminario sobre economía, un profesor mencionó a Estapé como alguien que se atrevió a ir más allá de las teorías, llegando a corazones y mentes. Me sentí inspirado y, al mismo tiempo, un poco intimidado. ¿Podría yo, algún día, tener un impacto similar?
Cortos pasos por la política, pero impactos duraderos
Aunque son ampliamente conocidos por su trabajo académico, lo cierto es que sus incursiones en la política fueron efímeras. Fuentes fue Vicepresidente del Gobierno durante poco más de seis meses, Estapé también tuvo un breve paso, y Velarde fue el más estable con solo dos años en el ministerio. Pero, ¿quién necesita tener un largo mandato político para dejar huella? La respuesta es: nadie.
La política como un campo de cultivo
La política les fascinaba, pero también entendieron que a menudo era un campo de minado. En lugar de ser atrapados en las complejidades del poder, eligieron aportar como asesores, defendiendo el pluralismo ideológico en las instituciones educativas. En un contexto donde el régimen dictatorial era la norma, su capacidad para mantener un diálogo abierto fue como intentar encender una vela en un huracán. Fue un acto de valentía y determinación que merece ser reconocido.
La economía en el debate público
Estas figuras trascendieron la academia llevando la economía al debate público. Journalistas y programadores de radio se aferraron a ellos como fuentes confiables de análisis. Por años, fueron considerados los «economistas de guardia», alertando sobre problemas y proponiendo reformas. En cierto sentido, eran los superhéroes de la economía española. Aparte de su labor formativa, en sus opiniones ¿qué aportaron al debate económico sobre el bienestar social?
Un legado de reformas
Las propuestas de estos economistas a menudo apuntaban hacia reformas estructurales que buscaban sanear las finanzas públicas. La forma en que abrieron el debate sobre la desigualdad y los monopolios fue digna de aplauso, siendo un faro de esperanza en un mar de incertidumbre. La crítica abierta del proteccionismo, junto con su visión liberal sobre las economías, nutría un entorno donde muchos pudieron encontrar sus voces.
Personalmente, creo que esta labor es un aspecto que se puede ver poco en muchos economistas actuales; su enfoque en las reformas y el bienestar social es un legado que debemos valorar y en ciertos casos, recuperar.
Recuperando la memoria histórica
Otro de los grandes logros ha sido su contribución a la historia del pensamiento económico en España. En un país donde la función de los economistas ha sido a menudo subestimada, Fuentes, Estapé y Velarde se dedicaron a recuperar, estudiar y promover la literatura económica. Lo que hicieron fue crear una continuada narrativa, algo así como un hilo rojo que conecta las contribuciones del pasado con las del presente.
Impulsando la historia del pensamiento
No se limitaron a esto, también fomentaron la edición crítica de obras que alguna vez fueron olvidadas. Esto no solo enriqueció el pensamiento económico, sino que también ayudó a la legitimación social de la profesión. Como si fueran arqueólogos del conocimiento, excavaron en las profundidades de la historia y la revitalizaron para el presente. Me pregunto, ¿cuántas veces hemos dejado de lado la riqueza del pasado mientras miramos hacia adelante?
Conclusiones: un legado que perdura
Al mirar hacia atrás, es evidente que el legado de Fuentes, Estapé y Velarde va más allá de las páginas de los libros. Sus aportaciones son un rico mosaico que continúa influyendo en las generaciones actuales. A medida que la economía global se enfrenta a nuevos desafíos, desde la crisis climática hasta las desigualdades sociales, el trabajo de estos maestros se convierte en un faro de inspiración.
Con su compromiso con la educación, la democratización del conocimiento y su enfoque en la reforma, dejaron un legado que resuena hasta hoy. Cuando ves a un joven estudiante de economía preguntando sobre cómo mejorar la distribución del ingreso, recuerda que detrás de esas preguntas hay un deseo de cambio, de hacer de la economía un campo más inclusivo.
Y así, recordemos y honremos a tres grandes patriotas, quienes con su vasto legado, nos enseñaron que cada pregunta económica es una oportunidad para mejorar la vida de las personas. No se trata solo de números, sino de transformar realidades. ¡Y eso, amigos míos, es verdaderamente valioso!