Comprar una obra de arte puede sonar tan emocionante como arriesgado. ¿Alguna vez te has encontrado mirando un cuadro en un museo y has pensado: «Esto podría hacerme rico»? Si es así, no estás solo. La historia del famoso Salvator Mundi, que se vendió por la asombrosa cifra de 450 millones de dólares, después de haber sido adquirido por apenas 1,175 dólares, ha alimentado la imaginación de muchos. Pero, como la experta en arte María Sancho-Arroyo nos advierte, la inversión en arte no es tan sencilla como parece. En este artículo, analizaremos los entresijos del mercado del arte, desde las virtudes de ser un coleccionista apasionado hasta los riesgos de la especulación. Vamos a sumergirnos en este fascinante mundo, ¿te atreves?

El arte como inversión: más que un simple capricho

La inversión en arte ha sido vista históricamente como un lujo reservado para aquellos con grandes recursos económicos. Sin embargo, hoy en día, la accesibilidad del arte ha crecido, lo que permite a un espectro más amplio de personas participar en este mercado. Sancho-Arroyo, tras más de 30 años de experiencia en museos y la casa de subastas Sotheby’s, se ha convertido en una voz respetada en este ámbito. Su libro, ¿Inversión o pasión?, se presenta como una guía esencial para aquellos que buscan explorar el mercado del arte.

El papel del arte en la economía moderna

Si bien invertir en arte es atractivo, también es importante tener en cuenta su función en la economía. El arte puede ser una forma de diversificar activos y mantener el valor, especialmente en tiempos de inestabilidad económica. Pero aquí la cruda realidad: “no todas las obras de arte van a aumentar de precio con el tiempo”. Así de directo. A veces parece que comprar arte es como jugar a la lotería: puede que tengas suerte un par de veces, pero lo más probable es que termines perdiendo.

¿Cómo seleccionar la pieza correcta?

Claro que podemos encontrar piezas que se revaloricen significativamente. Sin embargo, Sancho-Arroyo nos advierte que para hacer una compra inteligente, hay que considerar varios factores. Esto incluye:

1. El artista

Conocer a fondo el trabajo y la carrera del artista es fundamental. Algunas obras pueden disparar su valor si se anticipa algún evento importante que involucre al artista, como una retrospectiva en un museo. Pero, ¿cómo puedes estar al tanto de estas oportunidades? Mantente al día con las exposiciones, las ferias de arte y las noticias del sector.

2. Las características de la obra

El tamaño, el tema y los materiales usados son aspectos que pueden influir en el precio a largo plazo. Por ejemplo, la obra de Flora Yukhnovich, una joven artista que apenas terminó sus estudios, vio sus precios inflar y desinflar en un abrir y cerrar de ojos. Dicha situación puede hacerte sentir como un espectador en una montaña rusa emocional del arte. ¿Te imaginas comprar una obra por 30,000 dólares y luego verla vendida por 2 millones? Sin embargo, ten en cuenta que esta no es la norma.

3. La reputación de la galería

Las galerías juegan un papel crucial en el mercado del arte al establecer prioridades y restringir la especulación. Así que, si alguna vez te encuentras en una galería, recuerda: ¡No sólo estás comprando arte, estás invirtiendo en una experiencia! Las galerías suelen tener cláusulas en los contratos que protegen a los artistas de la reventa descontrolada. Sin embargo, estas cláusulas son difíciles de hacer cumplir.

El riesgo de la especulación en el mercado del arte

A veces, la idea de ganar dinero rápido puede convertirse en una trampa. Sancho-Arroyo enfatiza que la compra barata para revender alto en poco tiempo es «muy mal vista» en el mercado del arte. Esto no solo perjudica a los artistas, sino también a los coleccionistas que desean disfrutar y cuidar de sus obras. ¿No sería más satisfactorio tener una pieza que realmente amas en lugar de una que compraste simplemente para revender?

Estrategias más inteligentes para invertir

Conocer el riesgo es fundamental. Existen diferentes estrategias para invertir en arte:

  • Préstamos con aval artísticos: Aquellos con obras valiosas pueden usar sus piezas como garantía para préstamos. Sin embargo, esto solo es viable para obras que alcanzan al menos medio millón de euros.
  • Fondos de inversión en arte: Estos fondos compran un conjunto de obras, pero a diferencia de los coleccionistas, los inversores no disfrutan del arte per se.

  • Fraccionalización: Esta estrategia implica dividir el valor de una sola obra en «acciones», permitiendo que más personas inviertan sin comprometerse a comprar la pieza completa.

Coleccionar arte: una pasión antes que una inversión

La mayor recomendación de Sancho-Arroyo es simple: colecciona arte que realmente te guste. Esto es lo que debería guiar tus decisiones, no la especulación. Mientras que la idea de obtener beneficios puede sonar atractiva, al final del día, tener una obra que resuena contigo es lo que realmente importa. ¿No sería más satisfactorio contemplar una obra que te toca el corazón que una que compras sólo porque se pronostica su revalorización?

La influencia de los eventos actuales

En el 2021 y 2022, algunos sectores del arte experimentaron una gran especulación, sobre todo hacia artistas emergentes. La cultura pop, las redes sociales y las exposiciones en museos han llevado a un mercado de arte más diverso y emocionante. Recuerda que participar en este mundo no significa solo comprar piezas; implica también entender el contexto de cada obra y su relevancia cultural.

La importancia de la educación constante

Sancho-Arroyo también enfatiza que es vital educarse constantemente en el campo del arte. Visitar galerías, asistir a subastas y leer sobre el tema no solo enriquecerá tu conocimiento, sino también tu aprecio por las obras, lo que se refleja en tus compras.

Conclusión: invirtiendo con pasión en el mundo del arte

El arte es un medio poderoso de expresión y reflexión, y por qué no, también un potencial activo financiero. Pero como hemos explorado, la inversión en arte va más allá de las cifras escandalosas en subastas. Con un enfoque en la pasión, la educación y el respeto por los artistas, comprar arte puede transformar tu hogar y, tal vez, también tu cartera.

Recuerda que el verdadero valor del arte no se mide solo en dinero, sino en la alegría que trae a tu vida. Así que la próxima vez que mires una obra de arte pensando en su potencial revalorizado, considera también cuánto realismo trae a tu alma. Al final del día, el mayor beneficio puede no ser financiero, sino emocional. Y quienes han tenido la fortuna de poseer una obra que ama saben que, sin duda, eso no tiene precio.

¿Listo para sumergirte en el mundo del arte? ¡El primer paso es no tener miedo de dejarte llevar!