El reciente informe internacional TIMSS ha desnudado una realidad inquietante para la educación en España: las puntuaciones de los alumnos de 4º de Primaria en Matemáticas y Ciencias se estancan, y los estudiantes españoles se encuentran en la parte baja de la tabla en comparación con sus compañeros de la Unión Europea (UE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Pero, ¿qué significa esto realmente? ¿Por qué estamos en esta situación y qué se puede hacer para revertir la tendencia? Vamos a profundizar en este asunto.

Un golpe de realidad: números que preocupan

El informe TIMSS 2023 revela que los estudiantes españoles obtuvieron 497 puntos en Matemáticas, lo que representa una caída de 27 puntos respecto a la media de la OCDE, y 504 puntos en Ciencias, que son 22 puntos menos que la media OCDE. Si retrocedemos a 2019, estos números han empeorado. La situación es tan crítica que cuatro de cada diez alumnos presentan un nivel bajo o muy bajo en Matemáticas, mientras que apenas el 4% alcanza un rendimiento avanzado. ¿Dónde se ha perdido ese potencial que tantos alumnos tienen?

Reflexiones sobre la formación del profesorado

Un tema recurrente entre los expertos es la necesidad urgente de mejorar la formación de los docentes. La carrera de Magisterio en España tiende a ser muy generalista, lo que impide a los futuros profesores especializarse en áreas clave como Matemáticas o Ciencias. Quizás estemos pidiendo a nuestros docentes que sean Superman de la educación cuando, en realidad, deberían tener herramientas específicas en su arsenal.

Recuerdo que una vez, en una reunión de padres de mi hijo, un profesor nos relató cómo se sentía presionado para enseñar Matemáticas, Lengua, Arte y Educación Física todo en un mismo día. ¡Imagínate! Era como pedirle que fuera un malabarista profesional, pero sin haber asistido a un solo taller de circo.

La necesidad de personal educativo especializado

La idea de contar con expertos asesores en ciertos ámbitos educativos podría ser la solución que estamos buscando. Según Maria Àngels Portilla, docente de Primaria y representante de la Federación Española de Sociedades de Educación Matemática (FESPM), un enfoque más centrado en especialistas podría alivianar la carga de los maestros actuales. ¿Por qué no permitir que estos educadores se enfoquen en lo que realmente saben y aman? ¡Eso beneficiaría tanto a alumnos como a profesores!

Las experiencias de los maestros que intentan abarcar tantas disciplinas al mismo tiempo tienden a parecerse a un episodio de “Survivor”, donde los educadores luchan contra un entorno cada vez más hostil y desigual. ¿No es hora de darles una mano?

Metodologías de enseñanza: un cambio necesario

Pero la formación no es el único punto a considerar. La forma en que se imparten las clases también debe revisarse. Luis Gortázar, responsable de educación de EsadeEcPol, pone el dedo en la llaga cuando dice que las metodologías actuales son “muy algorítmicas” y “muy rutinarias”. Este tipo de enseñanza puede crear desafección entre los alumnos, llevándolos a sentirse desconectados del aprendizaje.

Imagina a un niño en clase, tratando de resolver problemas de matemáticas sin entender realmente lo que está haciendo. Es como intentar ver una película en un idioma que no comprendes; al final, solo quedan las imágenes, pero falta el sentido. ¿No deberíamos aprender a dar sentido a lo que hacemos?

Aumentar recursos y reducir ratios

Otra cuestión esencial es la necesidad de más recursos. Como mencionou Turienzo, la atención individualizada es vital para aquellos estudiantes que tienen mayores dificultades. Después de todo, si hay un alumno que necesita ayuda, no se resolverá solo porque el profesor tenga otros 29 estudiantes más esperando su turno. ¡Es como intentar atender a un grupo de clientes en un bar a la vez, y uno de ellos ha pedido un cóctel de seis ingredientes!

Diferencias regionales y su impacto en el rendimiento

El estudio TIMSS también revela diferencias significativas en el rendimiento educativo entre las distintas comunidades autónomas de España. Aunque en general, la mayoría del país está dentro de la “normalidad”, hay excepciones notables. La creciente desigualdad en regiones como Cataluña y Andalucía podría estar influyendo en los resultados. Este aspecto relaciona directamente la inversión educativa con el rendimiento académico. No se trata solo de cifras y estadísticas; se trata de vidas y oportunidades.

Brecha de género en el rendimiento académico

Y no olvidemos la brecha de género. El último informe revela que las chicas tienen un rendimiento 18 puntos inferior en Matemáticas en comparación con los chicos. ¿Qué está sucediendo aquí? La verdadera pregunta es si estamos creando un sistema que sigue perpetuando estereotipos de género en áreas como las ciencias y las matemáticas. Si las chicas crecen pensando que no son “tan buenas” en esas materias, ¿cómo esperamos que crezcan como científicas, ingenieras o matemáticas en el futuro?

Un futuro lleno de posibilidades

Ante este panorama, la solución no solo radica en aumentar la inversión y la capacitación del profesorado. También hay que ofrecer un entorno que fomente la curiosidad y el amor por el aprendizaje, tanto en niños como en niñas. ¿Por qué no introducir estrategias que permitan a los estudiantes disfrutar de las Matemáticas y las Ciencias de manera equilibrada? Que cada alumno, sin importar su background, sienta que tiene un lugar y un propósito.

Imagina un aula donde cada niño cuenta con su propio número de resoluciones, donde las Matemáticas no son solo números en una pizarra, sino historias que se cuentan y se resuelven junto a sus compañeros. Eso sería el verdadero cambio que necesitamos.

Conclusiones finales: es hora de actuar

Los datos del TIMSS son como un grito de advertencia. España no solo se está quedando atrás en Educación; está perdiendo el contacto con el futuro. La educación es la base de todo lo que hacemos, y si no abordamos estos problemas ahora, las consecuencias serán desastrosas. La inversión, la capacitación del profesorado y la adecuación de las metodologías son elementos que no pueden esperar más.

Así que, queridos lectores, ¿qué opinan? ¿Podemos permitirnos seguir así? La situación es crítica, pero aún hay esperanza. En nuestras manos está la oportunidad de cambiar esta narrativa, de hacer que las Matemáticas y las Ciencias sean brillantes y emocionantes, no solo para las generaciones futuras, sino también para los docentes que guiarán ese camino.

Si nos unimos en este esfuerzo, ¿quién sabe? Tal vez un día, esos numeros, en lugar de ser un recordatorio de nuestra falta de progreso, pueden convertirse en símbolo del imparable avance de nuestros estudiantes. Y cuando eso suceda, ¡brindaremos por un futuro educativo donde todos ganemos! 🍀