La multitarea ha sido un tema candente en la conversación sobre productividad en los últimos años. Desde que escuchamos la frase «no tengo tiempo» en repetidas ocasiones, parece que hemos encontrado la solución perfecta: hacer más cosas al mismo tiempo. Sin embargo, una reciente controversia en el ámbito corporativo ha arrojado luz sobre lo que puede salir mal. ¿Qué sucede cuando la multitarea va en contra de la ética laboral? La reciente decisión de la consultora EY (Ernst & Young) de despedir a empleados por asistir a dos formaciones online simultáneamente ha desatado debates sobre la integridad en el trabajo. Así que, tómate un café, siéntate cómodamente y acompáñame a explorar esta narrativa fascinante, llena de giros inesperados y un toque de humor.

El fascinante mundo de la formación online

Primero, hablemos de las formaciones online en el entorno laboral actual. Siempre me sorprende la cantidad de cursos y seminarios disponibles. ¡Es como una feria de aprendizaje! Desde programación hasta manejo de estrés. Sin embargo, en este emocionante universo de conocimientos, las reglas pueden ser tan complicadas como intentar armar un mueble de IKEA sin el manual.

En el caso de EY, la consulta a sus empleados sobre las normas de integridad académica no fue suficiente. En una semana dedicada a la formación llamada «EY Ignite Learning Week», un grupo de empleados decidió optimizar su tiempo en la oficina y asistir a dos sesiones a la vez. Según reportajes de medios económicos, fueron acabados en la lista negra de la compañía.

Lo que pensaban los empleados

Pero, hablemos de las razones detrás de esta decisión. Doce horas de formación no es broma. Cuando uno de los despedidos comentó que ¡tenía tres monitores! y decidió sacarle el máximo provecho a su experiencia de aprendizaje, se siente un eco familiar. ¿Cuántos de nosotros hemos creído que multitasking es la única manera de sobrevivir en este mundo tan acelerado? A veces parece que estamos siendo evaluados constantemente, como en un show de talentos corporativo.

Según uno de los empleados echados, «los correos electrónicos de marketing de EY Ignite realmente nos animaron a participar en tantas sesiones como nuestro horario permitiera». ¡Entender su mensaje, seguir las reglas y ¡boom!, ahí tienes a un empleado despedido! Un momento muy surrealista, ¿no crees?

¿El escrutinio de EY o una reacción exagerada?

Algunos empleados, que luego se volvían parte de la noticia, argumentaron que nadie les había hecho saber que asistir a más de una formación al mismo tiempo era un suicidio profesional. Es como tener una cita doble y que ambos se enteren al mismo tiempo: ¡muy divertido para uno, desastroso para el otro!

La advertencia que estaba al final de los correos fue su «salvavidas». Ellos aseguraron que habían completo esta actividad de aprendizaje con integridad. Sin embargo, antes de recibir el ax, la advertencia decía: «no debes adquirir ningún otro aprendizaje mientras completas esta actividad«. Es como si estuvieras en un programa de cocina y el chef te diera una receta, pero al final de la hoja te dijera que solo puedes cocinar un platillo a la vez. ¡Dios mío!

El dilema de la ética en el trabajo

Podríamos preguntarnos: ¿es moral despedir a alguien solo por intentar cumplir con las exigencias de su trabajo? Visto de esta manera, los empleados de EY parecían estar simplemente intentando hacer malabares en un mundo donde se les exige facturar 45 horas a la semana. Eso me recuerda a esas películas de circo donde los malabaristas tratan desesperadamente de mantener todo en el aire.

Sin embargo, como en todo, hay un contexto. En 2022, EY tuvo que pagar una multa de 100 millones de dólares a la SEC debido a un escándalo por hacer trampa en los exámenes de ética. Al parecer, el desempeño de estos mavericks fue lo que llevó a la consultora a endurecer su enfoque ética. ¡Hablar del golpe! Un giro dramático en la trama.

¿Una cultura de miedo o estricta disciplina?

La constante presión por cumplir con el trabajo y satisfacer las expectativas de los superiores puede influir en comportamientos que de otro modo no consideraríamos. Ahora, reflexionamos: ¿será que esta política generó una atmósfera de miedo en la empresa? Si tengo que estar alerta ante cualquier despido por un simple error de multitarea, me imagino que la productividad se verá bastante afectada. Tras los despidos, algunos ex-empleados hablaron de que esta era una cultura laboral tóxica donde cada movimiento es observado.

El alto ritmo de trabajo de consultoras como EY, también podría llevar a una especie de disonancia cognitiva donde los empleados deben elegir entre cumplir con las tareas diarias o seguir las reglas que parecen limitantes.

Humor y desafíos en la vida laboral

¿Alguna vez has tenido un día en el trabajo tan extraño que no pudiste más que reírte? Recuerdo una vez cuando, en plena lectura de un informe importante, un colega decidió barrer el piso a mi lado. El ruido me llevó a hacer una broma, diciendo: “¿Bailamos con la escoba?” El desafío era mantenerme concentrado mientras veía a mi compañero jugando con el equipo de limpieza.

En el caso de EY, es un poco más serio, pero seguro que esos despidos han dejado una mezcla de asombro y una pizca de humor negro entre los colegas. La ironía era que todo se basaba en hacer más en un mundo donde «menos» ya no es suficiente.

Preguntando lo esencial: ¿realmente vale la pena?

Entonces, ¿vale la pena correr el riesgo de ser despedido por la multitarea? En un mundo donde todos tenemos que ser “superhéroes”, el equilibrio siempre es clave. La realidad es que, a pesar de nuestro deseo ferviente de acumular más conocimiento en menos tiempo, el coste puede ser alto.

Puede que un día recordemos esta etapa como un tiempo donde la productividad tuvo que ver más con el tiempo que con la calidad. Así que, si alguna vez te encuentras en una formación online, ya sabes. Una cosa a la vez. La ética en el trabajo no se negocia… ¡aunque la historia es bastante divertida al final!

La acumulación de preocupaciones

En este sentido, la historia de EY no solo refleja un problema organizacional; también plantea preguntas más profundas sobre cómo los empleados son abordados en las grandes corporaciones. ¿Puede la forma en que nos han enseñado a trabajar en este entorno contribuir a un comportamiento poco ético?

A medida que el mundo laboral evoluciona y se enfrenta a nuevos desafíos, es crucial que las empresas se tomen el tiempo de reevaluar las expectativas que tienen de sus empleados. Las políticas deberían ser una guía y no un lacerante manual que apunte el dedo en la dirección equivocada.

Reflexionando sobre el futuro laboral

Mirando hacia adelante, la historia de los empleados de EY podría ser un ejemplo remoto de la forma en que las empresas deben tratar sus políticas laborales. En lugar de despedir a aquellos que intentan navegar en un mar de presentaciones, ética y productividad, ¿podemos fomentar un espacio donde la comunicación sea más clara y se sientan respaldados?

¿Los despidos fueron un acto ético o fueron simplemente un reflejo de una cultura tóxica? En última instancia, la respuesta podría ser un paso hacia un nuevo paradigma empresarial donde el aprendizaje y la ética se convierten en el núcleo de las interacciones laborales.

En conclusión

Así que, ¿estás listo para asistir a tu próxima formación online? Recuerda este cuento de advertencia de EY mientras reflexionamos sobre el dilema de la multitarea. Al final del día, lo que importa es ser el mejor en lo que hacemos pero siempre, sin perder la ética en el proceso. ¡Y seguro, puedes hacer malabares también, pero quizás solo uno a la vez! Después de todo, no hay nada como una buena historia de trabajo para recordarnos que reírnos de nuestros errores es parte de ser humano.

¿Tienes alguna anécdota divertida sobre multitarea en el trabajo? ¡Déjamelo saber!