En un mundo que gira vertiginosamente en torno a las redes sociales, no es sorpresa que la figura del influencer se haya convertido en la estrella del marketing digital. Si te detienes a pensar un momento, es impresionante cómo hemos cambiado la forma en que consumimos información y tomamos decisiones de compra. ¿Recuerdas cuando tu principal fuente de «consejos» era tu madre o tu mejor amigo? Bueno, ahora en lugar de eso, tienes a esos individuos con miles o millones de seguidores en Instagram y TikTok. ¿Qué pasó? Vamos a desglosarlo.
Los pioneros de un nuevo tiempo
La historia de Soy Olivia, una agencia de influencers creada por Javier García-Gallo, Daniela Rodríguez y Eduardo García Alier, es todo un testimonio del cambio social y económico relacionado con el marketing digital. En 2015, tres amigos decidieron que el mundo de YouTube podía ser más que solo un pasatiempo. Se lanzaron al agua con un coche, un ordenador personal y 60 euros como garantía. Sí, 60 malditos euros. ¿Te imaginas la cantidad de café que se te podría comprar con eso hoy?
Ahora, antes de seguir, déjame contarte una anécdota. La primera vez que escuché sobre influenciadores, pensé que se referían a esos personajes que, con todo el derecho del mundo, hacen vídeos sobre cómo aplicar una paleta de sombras. Me reía al pensarlos como «la nueva generación de publicistas». Pero aquí estamos, con agencias que facturan más de 14 millones de euros al año.
Los comienzos humildes
Los tres amigos comenzaron su aventura con la idea de cambiar el panorama publicitario. Inicialmente, solo había dos agencias de marketing de influencia en España. Pero, ¿sabías que en su primer año tuvieron que lidiar con clientes de la talla de L’Oréal y Huawei? ¡Esos sí son comienzos con estilo! Quisieron probar que el mundo del marketing de influencia no solo era una moda pasajera. Al final del día, han logrado construir una cartera de más de 200 marcas y un listado de influencers que van desde los 300,000 hasta los dos millones de seguidores.
La evolución del influencer
Teniendo en mente el crecimiento de estas agencias, no es sorprendente que el marketing de influencia haya tenido un auge reciente. Como mencionaron los fundadores de Soy Olivia, «hace 4 o 5 años la gente aún se sorprendía de que ser influencer fuese un trabajo». Esto me hace reflexionar sobre cuántas veces criticamos algo hasta que se hace popular.
¿No te resulta curioso? El influencer que solía ser considerado un «friki» de la tecnología, ahora está haciendo campañas para marcas de moda, entretenimiento y belleza. Y sí, hoy el verdadero juego se está jugando en Instagram y TikTok, no en YouTube. Me pregunto, ¿quién será el próximo gran influencer que nos dejará con la boca abierta?
Los números son claros
Para ponerlo en perspectiva, en 2023, el marketing de influencia ha crecido un impresionante 24%, representando una inversión total de 94 millones de euros. Ya no se trata de una moda; es un pilar del marketing actual. ¡Increíble! Este crecimiento no solo ha beneficiado a las agencias, sino también a los influencers, quienes se llevan alrededor del 80% del total de las campañas.
La inversión que lo cambió todo
Como en toda buena historia de éxito, un inversionista puede cambiar las reglas del juego. En 2022, Nazca Capital decidió unirse al team de Soy Olivia, adquiriendo el 60% del SO Media Group. Ahora la compañía no solo cuenta con músculo financiero, sino que también les permitió diversificarse con colaterales como Nomads y Onceuno, así como la adquisición de Bushido Talents. Esto les permitió entrar en nuevos horizontes, ¡y de qué manera!
La importancia de tener un buen socio
Al respecto, Eduardo García Alier mencionó que «los fundadores somos un poco secta». ¿Quién no se siente así a veces con sus amigos de toda la vida? Pero la llegada de un inversionista puede ofrecer una perspectiva fresca. Te hace pensar: «Claro, a veces se necesita una mano externa para empujar un poco».
La ciencia detrás del marketing de influencia
Pero, ¿por qué esta explosión en el marketing de influencia? La respuesta se encuentra en cómo ha cambiado la percepción de las marcas. Hoy día, las empresas son más conscientes del poder de los influencers. Estos son vistos como prescriptores de confianza, ideales para que las marcas se den a conocer y posicionen sus mensajes.
Como dice Daniela Rodríguez, «los influencers son grandes prescriptores para las marcas … y fidelizan». Esto me hace pensar en todas esas marcas que se asocian con influencers, y cómo estas colaboraciones pueden transformar la imagen de una empresa. ¿Cuántas veces has hecho click en un enlace de un influencer sólo porque él o ella lo recomendó?
¿Qué sigue para el futuro?
La pregunta del millón de euros es, entonces, ¿qué sigue? Con el crecimiento del marketing de influencia, las expectativas son más altas. Soy Olivia y similares están ampliando su horizonte constantemente, buscando ofrecer más servicios que la competencia. Ellos son los primeros en adoptar nuevas plataformas y tendencias, pero también es importante que los influencers se adapten a este nuevo entorno.
Puede que te estés preguntando, ¿la industria seguirá creciendo? Apuesta a que sí. A medida que más negocios se den cuenta del valor potencial de estos creadores de contenido, la ola de influenciadores no va a hacer más que aumentar. Personalmente, me gustaría saber cómo cambiará el juego de influencers «más viejos» como en Instagram y TikTok frente a nuevas plataformas que surgirán en el futuro. ¿Te imaginas un influencer en una plataforma completamente nueva, hablando sobre productos en realidad aumentada? Me da un poco de mareo solo pensarlo.
Reflexiones finales
El ascenso de agencias como Soy Olivia no es solo un reflejo del crecimiento del marketing digital; es una representación de nuestra nueva manera de vivir y de interactuar con el mundo. Así que la próxima vez que veas a un influencer estudiando el último grito en zapatillas o dándote consejos sobre cómo hacer yoga con una pierna levantada, recuerda: hay un equipo gigante detrás de ellos que está impulsando todo esto.
¿Quién lo diría? Uno nunca sabe lo que el futuro traerá. Tal vez tú, querido lector, podrías ser el próximo gran influencer. ¡Todo empieza con un ordenador y un sueño (bueno, eso y una wifi sólida)! Así que, si alguna vez pensaste en hacer ese Instagram o canal de TikTok que llevas guardando en la cabeza, ¿qué estás esperando? ¡Qué la aventura comience!