En marzo de 2021, el mundo estaba empezando a vislumbrar una luz al final del túnel tras los oscuros días de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, lo que nadie esperaba era que un monstruoso barco llamado Ever Given se interpondría en nuestro camino, como si de una película de catástrofes se tratara. Y, seamos honestos, ¿quién no tuvo un pequeño ataque de risa al ver las fotos del gigante encallado en el canal de Suez? No soy el único que pensó que era un meme esperando a ser creado, ¿verdad?

Pero ese incidente no fue solo un mal chiste; provocó una cadena de eventos que sacudió los cimientos del comercio mundial. Vamos a hablar de lo que realmente sucedió, cómo un solo barco paralizó el 80% del comercio global, y lo que esto significó para empresas, economías y el medio ambiente. Al final de este recorrido, te prometo que verás esos barcos en el océano de una manera completamente diferente.

¿Qué sucedió exactamente el 23 de marzo de 2021?

Todo comenzó en un día aparentemente normal en el canal de Suez, un viaje que de alguna manera había permanecido ileso de grandes problemas durante años. La historia tenía otra cosa en mente. El Ever Given, un portacontenedores de 400 metros y 200,000 toneladas, decidió hacer su propio espectáculo como si fuera el protagonista de una película de desastres. Y, de hecho, lo hizo: el barco quedó varado, bloqueando el canal, y con él, 422 barcos fueron atrapados en un embotellamiento que ni el mejor plan de tráfico podría haber imaginado.

Imagínate el caos: conductores frustrados, el ruido de bocinas, y en este caso, capitán tras capitán, mirando sus relojes desesperadamente. Si tiene un hermano o hermana, seguramente ha tenido alguna vez esa conversación donde uno se siente abrumado por el tiempo. “¡Ya, estoy a punto de salir!” Pero aquí, los capitanes no solo se estaban retrasando para cenar, sino que sus operaciones multimillonarias estaban en juego.

La magnitud del desastre

Un estudio de la Universidad de Amberes indicó que las pérdidas totales relacionadas con los buques de Maersk superaron los 88,79 millones de dólares. Esto incluye tanto los costos de mantenimiento de los inventarios como el costo de espera por la liberación del canal. A esto se suma la pérdida de 5,86 millones de dólares específicamente por la gestión de buques de Maersk. De alguna manera, este evento fue la versión moderna de “no podías salir de casa porque se te olvidó la llave en la puerta”.

Ahora, para que lo entendamos de manera más clara: ¿Alguna vez has comprado un artículo en una tienda y esperaste a que llegara? Imagina que te dicen que el camión que trae tu compra está atrapado en un embotellamiento. No solo es frustrante, también es algo que puede afectar a millones de personas en todo el mundo.

Descolocando la cadena de suministro global

Este incidente fue un recordatorio brutal de la fragilidad de nuestra cadena de suministro global. El transporte marítimo representa aproximadamente el 70% del valor de los bienes comercializados en el mundo. Al ver las estadísticas, no es de extrañar que casi todo lo que compramos hoy en día, desde nuestros queridos teléfonos hasta el último dispositivo de PlayStation 5, dependa de un sistema logístico eficiente. Sí, estoy hablando de todas esas veces en las que tu smartphone dice «aquí está tu pedido» y tú estás sobre la silla esperando.

Pero, ¿qué pasa cuando un eslabón se quiebra? Existe un efecto dominó que puede tardar meses, e incluso años, en restaurarse por completo. Para muchos minoristas y mayoristas, esto significó la falta de productos y una disminución en las ventas, lo que afectó a la economía global. Si bien el Ever Given es el que se lleva todos los aplausos (o abucheos), hay muchos otros actores en esta complicada obra.

La cara ambiental de la crisis

Lo que quizás no se menciona con frecuencia son las implicaciones ambientales de este embotellamiento. Según estimaciones, debido al incidente, se emitieron 44,574 toneladas de CO2 adicionales a la atmósfera. Sí, ahí está el toque de ironía: mientras todos tratamos de ser más conscientes del medio ambiente, un accidente en el canal de Suez lanzó verdes preocupaciones al mar.

Es una verdad inquietante que el comercio global se basa en unos pocos puntos críticos, cuya falta puede tener repercusiones devastadoras y de largo alcance sobre el medio ambiente. Cuando un barco como el Ever Given se queda atascado, no solo se afecta el tráfico marítimo, sino también se afecta el planeta en sí.

Ciberataques y el nuevo enemigo del mar

Si creías que un barco encallado era el único problema, piénsalo de nuevo. En tiempos modernos, los ciberataques están causando estragos en las operaciones marinas. Un episodio notable fue el ataque de NotPetya a la red de Maersk en 2017, que costó entre 250 y 300 millones de dólares. ¿Te imaginas despertar un día y descubrir que tu barco tiene un virus informático?

Aquí es donde la ironía es aplastante: estamos en un mundo interconectado donde la tecnología es la clave, pero también puede ser la puerta de entrada a cibercrímenes que dejan a los barcos en la estacada. Una encuesta reciente ubicó a los ciberataques como el cuarto riesgo más importante en el ámbito del transporte marítimo. Sí, incluso el océano se ha vuelto un campo de batalla cibernético, y a veces pienso que tal vez los piratas del siglo XXI estén más en línea de lo que creíamos.

Reflexiones finales sobre la fragilidad global

Nos gusta pensar que vivimos en un mundo sólido, donde todo se mueve suavemente y los productos que deseamos llegan justo a tiempo. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Como hemos visto, un solo incidente en el canal de Suez puede tener repercusiones que se sienten a niveles globales: desde el último teléfono que no llega a tiempo, hasta la contaminación adicional que producimos sin querer mientras nos abastecemos de nuestras compras.

Y mientras que estamos sobre la silla esperando semanas (o meses) por ese pedido atrasado, recordemos que detrás de esa espera hay un sistema complejo y frágil en juego. La próxima vez que mires un barco cargado de contenedores, no solo lo veas como un simple transporte; piensa en la enorme red que mantiene el comercio global funcionando. ¿No es fascinante y aterrador a la vez?

En un mundo donde todo pide rapidez y eficiencia, no olvidemos nunca la importancia de la resiliencia. Tal vez, después de todo, el Ever Given no solo bloqueó el canal de Suez, sino que también nos sirvió de lección sobre lo que realmente significa depender de un sistema tan intrincado como el comercio global. Al final, donde hay desafíos, también hay oportunidades, y con cada caos, hay una posibilidad de mejora. Ahora, si me disculpan, necesito revisar el estado de mi último pedido.


Espero que este artículo no solo te haya proporcionado información valiosa, sino que también te haya entretenido en el camino. Quién hubiera pensado que un barco llamado Ever Given podría generar tanto ruido en nuestras vidas, ¿verdad? ¡Hasta la próxima!