Cuando uno piensa en «crisis empresarial», probablemente se imagina esos intensos episodios de drama que se ven en las telenovelas, donde la protagonista debe luchar no solo contra su archienemiga, sino también contra las deudas. Algo así está sucediendo en el mundo real con Duro Felguera, una empresa que ha tenido más giros en su trayectoria que un emocionante thriller de Hollywood.

Esta vez, la empresa asturiana ha decidido dar ese paso complicado y vital para su supervivencia: ha solicitado una comunicación de negociación con sus acreedores, una maniobra legal contemplada en el artículo 585 de la Ley Concursal. Pero, ¿qué implica todo esto realmente? Para entenderlo, primero debemos sumergirnos en el contexto que rodea a esta situación, y acompáñenme en este viaje lleno de desafíos y un toque de esperanza.

¿Quién es Duro Felguera y por qué debería interesarte?

Duro Felguera no es solo un nombre que aparece en los titulares de los periódicos; es un gigante en el sector de la ingeniería y la construcción, especialmente conocido por su trabajo en proyectos energéticos. Fundada en 1858, ha estado involucrada en desarrollos desde la construcción de puentes hasta grandes plantas de energía. Pero como muchos de nosotros, este gigante ha tenido que adaptarse y sobrevivir en un entorno económico cada vez más complicado. Justo el otro día, me acordé de mi primera visita a su planta en Gijón; lo inmensa y sofisticada que es, pero ¿puede una estructura tan poderosa tambalearse?

La situación actual de Duro Felguera

La solicitud presentada ante los Juzgados de Mercantil de Gijón busca reestructurar la deuda con varios de sus acreedores, quizás en un intento por evitar un escenario de quiebra total. En su comunicado, la empresa menciona que busca «la aprobación de un plan de reestructuración del Grupo», priorizando la viabilidad futura y la conservación del mayor número de puestos de trabajo posible. Ese último punto resuena profundamente en mí; como alguien que ha vivido la incertidumbre laboral, puedo imaginar la ansiedad que sienten los empleados frente a esta ola de cambios.

Sin embargo, la historia se vuelve aún más compleja: la compañía ya había enfrentado enormes desafíos financieros. En el primer semestre del año, reportó pérdidas por valor de 26,3 millones de euros, es decir, más que lo que muchos de nosotros podemos ganar en varias vidas. Y ahora debe lidiar con una reclamación de indemnización de 413 millones de euros por parte de Sonelgaz, la empresa estatal argelina. ¡Ay, si tan solo esos números vinieran en forma de chocolate, todo sería más fácil!

La historia detrás del litigio con Sonelgaz

Recuerdo haber leído sobre Sonelgaz en una clase de economía y pensé: “¿Por qué todo el mundo no se lleva bien?” Todos aquellos estudios sobre la cooperación internacional y el intercambio comercial parecen olvidarse cuando entran en juego las grandes sumas de dinero.

En ese escenario, Duro Felguera había abandonado un proyecto en Argelia, el de la central de ciclo combinado en Djelfa, lo que precipitó un largo proceso de arbitraje que terminó con la sorprendente suma de 100 millones de euros. ¡Imagínate tener que enfrentar una factura de esa magnitud por hacer algo que pensabas que era un buen negocio en su momento!

La situación se agrava si consideramos que la empresa tuvo que renegociar los términos de un rescate realizado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que en 2021 aportó 120 millones de euros para ayudarla a salir de la crisis provocada por la pandemia. No sabemos si deberían haber tomado un curso de «Finanzas para Dummies» o algo similar.

¿Qué significa la reestructuración para los empleados?

Poniéndome en el lugar de los trabajadores, no puedo evitar sentir una profunda empatía. Aquí están, desempeñando sus labores diarias, todo mientras su futuro pendiendo de un hilo. Esta incertidumbre tiene un costo emocional que va más allá de las cifras en la hoja de balance. Duro Felguera ha sido su lugar de trabajo, un punto de referencia y hasta un segundo hogar para muchos.

A medida que los directivos negocian, muchos trabajadores se preguntarán: “¿Mi puesto está a salvo? ¿Debo buscar otra oportunidad laboral?” La presión es real, y no es una sensación fácil de manejar. Pero si algo he aprendido a lo largo de los años es que el cambio, aunque aterrador, también puede abrir puertas a nuevas oportunidades. Quizás sea el momento de explorar nuevas avenidas, de aprendizaje y crecimiento.

Posibilidad de una recuperación: el lado positivo

Claro, al hablar de crisis, también es esencial recordar que la reestructuración puede ser vista como una segunda oportunidad. Muchas empresas han renacido de sus cenizas con transformaciones asombrosas. ¿Han oído hablar de Apple? No siempre estuvo en la cima; hubo un tiempo en el que su futuro era cuestionable, pero luego regresó al mercado con productos innovadores.

Duro Felguera, con su rica historia en ingeniería, tiene las herramientas para reinventarse. Quizás necesite pasar un tiempo en un campo de entrenamiento empresarial, reevaluar su estrategia, y sí, tal vez incluso cambiar su modelo de negocio. ¿Por qué no considerar la diversificación hacia energías renovables? La demanda de soluciones sostenibles está en aumento y podría formar parte de una nueva visión estratégica.

Los retos de la reestructuración: un maratón, no un sprint

Claro está que la reestructuración no es un paseo por el parque. Es un proceso complicado que puede llevar meses, incluso años, dependiendo de varios factores. Las negociaciones con acreedores, los cambios en la dirección, la adaptación a nuevas normativas… Hay elementos que no necesariamente se pueden controlar. Es como intentar hacer malabares con cuchillos, ¡y a mí ya se me caen las pelotas de goma!

Sin embargo, si todos los involucrados están dispuestos a trabajar en conjunto, los resultados pueden ser asombrosos. Lo más alienante es que, a menudo, las empresas emergen de la reestructuración no solo supervivientes, sino más ágiles y enfocadas que antes.

¿Qué se puede aprender de Duro Felguera?

No todo está perdido, ni mucho menos. Las dificultades que enfrenta Duro Felguera ofrecen lecciones valiosas. La primera y más importante sería: no subestimes la importancia de una buena gestión financiera. La mala planificación y la falta de previsión a menudo son las que llevan a las empresas a este tipo de situaciones.

También resalta la necesidad de adaptación. En un mundo tan cambiante, donde las demandas son cada vez más dinámicas, las empresas deben evolucionar o arriesgarse a quedarse atrás. La realidad es que la crisis puede ser un catalizador para la innovación; solo hay que saber aprovecharla.

Reflexiones finales: el futuro de Duro Felguera

Así que aquí estamos, en un momento crucial en la historia de Duro Felguera. Con una mezcla de desafío y oportunidades, la empresa asturiana ahora se encuentra en una inflexión que podría definir su futuro para las próximas décadas. Veremos cómo se desenvuelven las negociaciones y cuál es el camino que eligen, pero, por ahora, es crucial mantener un enfoque optimista y apoyar a aquellos que están pasando por momentos difíciles.

Finalmente, al igual que cualquier trama de novela o película, a veces la resolución puede ser inesperada. Así que, ¿será Duro Felguera capaz de levantarse de esta caída? Estaremos atentos para descubrirlo. Y si llegamos a ver a alguien con una buena idea, quizás podría ofrecerle un café para discutir cómo mejorar su estrategia… porque ¿quién no necesita un buen café en tiempos de crisis?


Con historias como esta, recordamos que en el mundo de los negocios, la resiliencia y la cooperación son claves para enfrentar y superar las adversidades que van surgiendo en el camino. Prosigamos con atención los acontecimientos de Duro Felguera, y esperemos que pronto celebremos su éxito renovado.