Las organizaciones empresariales no solo son entidades que manejan negocios; son comunidades de personas que, como cualquier grupo, tienen que lidiar con conflictos, desavenencias y, de vez en cuando, con una buena dosis de drama. Este último caso lo ha ejemplificado con claridad lo que está ocurriendo en Cepyme, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa. Si alguna vez has tenido una discusión acalorada con un compañero de trabajo sobre quién debería ser el responsable de llevar el café a la oficina, lo que está sucediendo en Cepyme puede parecer un problema muchas escalas superior. Pero, insistiendo en la premisa de que «todos somos humanos», pongámonos cómodos mientras tratamos de desentrañar los entresijos de esta crisis.
Antecedentes del Conflicto
Recientemente, los miembros del órgano de dirección de Cepyme emitieron una carta que se puede considerar como un llamamiento a la razón y un intento de restablecer la confianza perdida. Se mencionan “irregularidades” tanto en la forma como en el fondo de las decisiones tomadas, y se arguye que el daño causado ha sido significativo. Pero, ¿qué significa realmente esto en la práctica?
¿Qué Irregularidades?
En la carta, que ha sido filtrada a la prensa —porque, claro, nada se guarda en secreto hoy en día— los miembros del comité afirman que una serie de decisiones unilaterales han puesto en peligro la integridad de la organización. “Por el bien de la organización y la unidad empresarial”, le solicitan al presidente la retirada de una reforma del reglamento que se considera ilegal.
Imagina que un grupo de amigos deciden jugar a las cartas. Uno de ellos, confiado en sus habilidades, cambia las reglas a su antojo y decide que, en lugar de jugar con una baraja completa, usarán solo las cartas de trébol. Los demás se ven confundidos y molestos, y empiezan a cuestionar la validez del juego. ¿Te suena familiar? En este caso, los “amigos” son los miembros del comité, y el presidente está en el centro de la tormenta.
El Proceso Electoral Pendiente
El mandato del presidente y del comité ejecutivo finaliza el próximo 16 de marzo. Esto genera una presión adicional para comenzar el proceso electoral. Imagina que, luego de un año de esfuerzos conjuntos, nadie sabe quién liderará el proyecto el año siguiente; bueno, ese es el estado actual en Cepyme. Los miembros han advertido que si no se inicia el proceso electoral, se verán obligados a tomar acciones legales para proteger sus derechos. Aquí es donde el humor sutil entra en juego: parece que la organización tiene tanto desorden como una sala de reunión antes de una fiesta sorpresiva.
Una Reunión Demasiado Cálida
En la última reunión se mencionó la “nula información” recibida respecto a acuerdos fundamentales. Una buena comunicación es esencial en cualquier organización, pero ¿qué pasa cuando la comunicación falla? Se generan rumores, desconfianza y un ambiente de suspicacia que ni el mejor cóctel podría suavizar.
El hecho de que se hayan decidido acuerdos mediante voto secreto sin la información necesaria parece un guion de una telenovela. ¿Quién no ha visto una escena en la que los personajes tienen que decidir entre el bien y el mal y la trama se complica con un traidor en la sala?
Los miembros del comité exigieron que, durante el proceso electoral, reciban la información más completa posible. Es una solicitud bastante razonable, pero se siente como si fueran a una hamburguesería y les ofrecieran un menú sin precios. ¿Quién pide una hamburguesa sin saber cuánto le costará?
Cuerva en la Mira
Los dirigentes han señalado a Cuerva, el presidente, en su misiva como el responsable de la situación. La carta destaca que no solo ha imposibilitado un proceso electoral adecuado, sino que también ha burlado las competencias del comité al someter propuestas de modificación sin el consentimiento del mismo. Imagínate que Cuerva se presenta en una reunión con una pizza sorpresa para todos, pero a nadie le gusta la combinación de piña y anchoas. Eso es la esencia de lo que los miembros del comité sienten respecto a su liderazgo.
El reproche en sus palabras no se limita solo a la falta de información, sino que también abordan la “imposición” de decisiones. Se menciona que no se respetó el marco legislativo que rige a Cepyme, lo que sugiere que las cosas han llegado a un punto crítico.
¿Por Qué Importa?
Algunos podrían preguntarse: “¿Por qué debería importarme esta disputa interna?”. La respuesta es sencilla: Cepyme es una de las voces más influyentes en la economía española. La forma en que se gestionen sus conflictos internos no solo afecta a sus miembros, sino que también puede tener repercusiones más amplias en la política y la economía del país. Así que, sí, realmente importa.
La Voz de la Democracia Empresarial
La comunicación finalizar con un tono esperanzador, señalando que desean dar “la voz a sus organizaciones de forma democrática y con pleno respeto a las normas”. En un mundo ideal, el diálogo y la democracia son los faros que guían a las organizaciones.
Pero el cambio no sucede de la noche a la mañana; a menudo requiere lucha y persistencia. La cuestión es, ¿están dispuestos a soportar el proceso y las tensiones que conlleva? La respuesta se planteará en las próximas semanas a medida que avancen los eventos.
Conclusiones y Reflexiones
Este drama en Cepyme no es más que un reflejo de la naturaleza humana dentro de las organizaciones. Las luchas de poder, los malentendidos y la falta de comunicación son cuestiones que todos hemos experimentado en nuestras vidas, ya sea en el trabajo, la familia o incluso entre amigos. La clave está en la transparencia, la comunicación y, sobre todo, en recordar que en una organización, cada miembro tiene un papel y una voz.
Antes de cerrar, hay una pregunta que queda en el aire: ¿podrán los miembros de Cepyme superar estos obstáculos y encontrar un camino hacia la unidad y la confianza? Solo el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, continuemos observando cómo se desarrolla esta historia.
Después de todo, al final del día, a nadie le gusta ver un buen drama empresarial. Lo que queremos es que todos se lleven bien, o al menos, que se respeten las reglas del juego. Porque, como se dice en la vida, «cada quien tiene su carta en la mano, y lo importante es saber jugar bien».