El Black Friday es una de esas fechas que, aunque cada año se asemeja más a un festín consumista, siempre trae consigo un aire de “fiesta” que, de algún modo, nos invita a salir de casa… o más bien, a quedarnos en ella, haciendo clic frenéticamente desde la comodidad de nuestro sofá. Pero claro, como todo en la vida, es importante estar informado y preparado, o de lo contrario podrías acabar despilfarrando tu dinero en cosas que no necesitas. ¡Y seamos sinceros! A nadie le gusta ser el “tonto” del grupo después de que el amigo se haya llevado un televisor por un precio “ridículo” mientras tú, en lugar de eso, compraste una tostadora de la que nunca habías oído hablar.

Compradores cautelosos: la nueva norma

Este año, el Black Friday se celebrará el próximo 29 de noviembre y, según un estudio reciente, un 70% de los españoles planea unirse a la vorágine de compras. Pero ojo, que no todo es alegría y entusiasmo. La realidad es que el 85% de los compradores ahora se toma su tiempo para verificar los precios originales, comparando en diversas plataformas antes de hacer clic en «comprar». ¿No es fascinante? En la era de la información, somos como detectives privados del consumo. Pero, ¿está este nuevo enfoque por parte de los consumidores una evolución positiva o solo otra forma de estrés? Reflexionemos un momento.

La desconfianza en el Black Friday: un fenómeno global

Manuel Zabala, cofundador de Chollometro, señala que la combinación de desconfianza y la necesidad de “aprovechar los descuentos más atractivos” es un fenómeno que refleja los cambios en el comportamiento de los consumidores. No sé tú, pero me parece admirable que hayamos pasado de ser unos compradores ingenuos a convertirnos en sabuesos del precio. Pero aquí va una pregunta retórica: ¿a dónde nos ha llevado esta desconfianza? Quizás a gastar un poco menos, pero ¡aumentando nuestra ansiedad cada vez que un anuncio de «descuentos» aparece en nuestro feed de Instagram!

¿Son los descuentos tan buenos como parecen?

Un dato aterrador para todos aquellos que aman las ofertas: la OCU, organización de consumidores, descubrió que hasta un tercio de los productos en oferta durante el Black Friday de 2023 habían estado más baratos en algún momento del mes anterior. ¿Alguien más siente que ha sido estafado? Debes estar pensando: “Pero, ¿cómo eso es posible?” Así es que algunas empresas juegan al “dibujo” con los precios, haciendo que tú, el consumidor, sientas que estás haciendo un negocio increíble, cuando en realidad estás comprando algo que no ha bajado de precio en absoluto.

Herramientas útiles para detectar los falsos descuentos

Para evitar terminar con un gato en la bolsa —un gato que en este caso es un producto sobrevalorado— hay algunas herramientas que pueden salvarte de caer en la trampa de los precios manipulados.

  1. Camelcamelcamel: Esta es una joya. Te permite rastrear el historial de precios de productos en Amazon. Imagina poder confirmar si el precio que ves hoy es realmente un “descuento” o si simplemente es otro día cualquiera de precios inflados. Si no te entusiasma la idea de convertirte en un buscador de gangas, su extensión para el navegador, The Camelizer, hace el trabajo duro por ti.
  2. Keepa: Similar a Camelcamelcamel, te ofrece alertas personalizadas y gráficos que muestran cómo ha fluctuado el precio del producto a lo largo del tiempo. Es como tener un asesor de compras personal en tu navegador que te dice “¡cuidado, esto es una trampa!”.

  3. Idealo, Twenga y Fluctúate: Estas plataformas comparadoras te permiten visualizar las mejores ofertas en diferentes tiendas, desde Amazon hasta MediaMarkt. Mi consejo: usa siempre al menos dos comparadores, ya que a veces las diferencias de precios pueden ser dramáticas.

¿Pero de verdad vale la pena?

Con todas estas herramientas a nuestro alcance, parece que estamos bien equipados para navegar por el Black Friday. Sin embargo, a pesar de estar mejor informados, el dilema sigue siendo: ¿realmente vale la pena? Aquí es donde entra la disciplina. ¿Qué tal si este año nos proponemos a comprar solo lo necesario? Puede que ahorres algo de dinero y, lo más importante, ¡también espacio en casa para no tener otro dispositivo que acumule polvo!

Eso me recuerda a aquella vez que compré un aparato de cocina que prometía hacer todo en una sola máquina. En teoría, era fantástico. Pero después de usarlo una vez, se convirtió en una hermosa pieza de decoración en mi cocina. Dijo “¡mejora tu vida!” y solo mejoró mi colección de artículos inútiles.

Estrategias para un Black Friday exitoso

En el espíritu de la alta cultura de la compra, aquí tienes un par de estrategias eficaces que deberías considerar para el Black Friday:

Establece un presupuesto

Nadie quiere terminar diciembre mirando su cuenta bancaria y sintiendo que el festín del Black Friday se ha convertido en un banquete de deudas. Fija un presupuesto antes de comenzar a navegar. Tal vez quieras gastar 200 euros. Así que exactamente ¿cuánto vale tu paz mental?

Haz una lista de deseos

Sí, suena un poco a lo que te diría tu madre, pero crear una lista de lo que realmente necesitas puede ser increíblemente útil. Esto te ayudará a mantenerte enfocado mientras haces clic en esas múltiples pestañas de ofertas que se abren en tu ordenador. Recuerda: la razón por la que estás en la tienda es porque necesitas un televisor nuevo, no otra lámpara de lava que probablemente no usarás.

Aprovecha las alertas de descuentos

La tecnología es tu aliada. Configura alertas en esas plataformas comparadoras mencionadas anteriormente. Así solo recibirás notificaciones de descuentos que realmente te interesan. ¡Es como tener a alguien que te grita: “¡Ey, este es el momento!” desde la otra habitación!

¿El futuro del Black Friday?

A medida que el Black Friday se convierte en un evento global con repercusiones que trascienden fronteras, sería interesante imaginar cómo evolucionará en un futuro no tan lejano. Es posible que el consumismo consciente se convierta en un verdadero movimiento donde los clientes no solo busquen los mejores descuentos, sino que también exijan transparencia y ética en los procesos de venta. Así como lo hacen organizaciones como Greenpeace, que han instado a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles.

Algunos incluso argumentan que deberíamos orientar nuestras compras hacia productos que no solo tengan un buen precio, sino que también sean amigables con el medio ambiente. Y, ¿por qué no? Aquí sí que se abre un campo interesante. Tal vez podrías comprar un gadget ecológico este año que, en lugar de acumular polvo, te ayude a reducir tu huella de carbono. Si eso no suena a buen negocio, no sé qué lo hace.

Reflexión final

El Black Friday es, sin lugar a dudas, una oportunidad brillante para conseguir buenos precios; siempre y cuando, claro está, rebusques y no te dejes llevar por la vorágine del momento. Este año, con un consumidor cada vez más informado y preparado, es un buen momento para no dejarse llevar por la primera oferta que se nos presente.

Después de todo, ¿quién no ha hecho alguna compra desesperada que solo nos ha llevado al arrepentimiento y, a veces, a reembolsar artículos? Con un poco de preparación, algunas herramientas y la frente en alto, espero que este Black Friday te brinde más sonrisas que sustos. Así que, respira hondo, pon en marcha tu navegador y ¡a comprar se ha dicho!