¡Hola, lector! Hoy vamos a hablar sobre un tema que nos toca a todos, pero que muchas veces ignoramos hasta que nos vemos obligados a ir al supermercado y nos quedamos con los ojos como platos al ver esos precios que parecen haber subido más rápido que un coche de Fórmula 1. ¿Te ha pasado últimamente? A mí sí. De hecho, la otra tarde fui a comprar algunos productos para hacer una receta y terminé mirando los precios como si fueran un código secreto que no podía descifrar. ¡Vamos a ver qué está sucediendo!

El encarecimiento de la cesta de la compra: un vistazo a octubre

En octubre, los precios de los alimentos volvieron a subir. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los alimentos repuntaron un 1,9%, una décima más respecto al mes anterior. Pero, ¿por qué este aumento repentino? La respuesta se encuentra en esa mágica y, a veces, temida palabra: IVA.

Desde el 1 de octubre, el Gobierno ha empezado a devolver el IVA a los alimentos que había estado bonificado al 0%. Este cambio fiscal se traduce inmediatamente en nuestro bolsillo, y no de la manera que nos gustaría. Productos básicos como la harina, los huevos y el arroz, que habían mantenido precios relativamente estables, ahora tienen etiquetas que gritan «¡aumento!».

Si eres tan amante de la cocina como yo, entenderás mi frustración. Imagina estar en medio de una receta cuando descubres que el arroz que tanto necesitas ha subido casi un 2%. ¡Increíble! Y para colmo, las legumbres y hortalizas frescas también se han visto afectadas, experimentando un incremento del 1,6% en octubre.

Un IPC que no para de moverse

La subida de los alimentos ha tenido un impacto directo en el Índice de Precios de Consumo (IPC), que en octubre se situó en 1,8%, un aumento de tres décimas respecto a septiembre. No es sólo el pão ou el arroz que ha subido; también los costes de electricidad y gas están poniendo a prueba nuestras billeteras. Por ejemplo, la electricidad ha experimentado un aumento del 8% y el gas natural un 8,5% respecto al año anterior. Pero ¿es esto una sorpresa? Me refiero, venimos arrastrando este tipo de situaciones desde hace un buen tiempo.

Recuerdo una vez, mientras trataba de equilibrar mi presupuesto mensual, cuando veo a mis vecinos hablando sobre cómo las cuentas de la luz parecen más altas que sus rentas. No pude evitar reírme un poco, aunque amargamente, ya que me sentía identificado. ¿Quién no ha sentido el pánico en estos momentos?

El impacto de la vivienda y el transporte

El incremento en la vivienda ha resultado en un aumento interanual de más de un punto, alcanzando un 4,2%. Y si creían que eso era malo, el transporte no se queda atrás, con un aumento de nueve décimas, a pesar de que todavía mantiene un número negativo del -3,0%.

Una discusión reciente que tuve con amigos sobre qué medio de transporte elegir, resultó en una conclusión divertida: todos estaban dispuestos a caminar si eso significaba ahorrar un poco en combustible. ¡El ejercicio nunca fue tan atractivo! Pero en serio, el coste de los carburantes y lubricantes afecta directamente a nuestra vida diaria.

¿Qué pasa con la inflación subyacente?

Para aquellos que se preguntan, la inflación subyacente —que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos— ha avanzado una décima en octubre, situándose en 2,5%. Se podría decir que la inflación en hoteles se ha subido por las nubes; de hecho, han aumentado un 24,6% en lo que va del año. ¿Alguna vez has tenido que pasar por un hotel en temporada alta? Es como pagar por un boleto de concierto, pero sin la emoción del evento.

Los cruceros también están rompiendo récords, con un repunte del 14% en 10 meses. Quizás deberíamos aplicar esa lógica a las compras. En vez de salir a buscar gangas, ¿quién se viene de crucero a una isla del precio bajo? ¡Es un plan brillante, pero quizás poco práctico!

La inflación retoma la tendencia alcista

Es curioso cómo a veces el ciclo económico puede dar giros inesperados. La inflación ha comenzado a retomar la tendencia alcista después de cuatro meses de descensos. Aunque el Ministerio de Economía nos recuerda que aún está por debajo del objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE), todos sabemos que la percepción es una parte fundamental de cómo vivimos nuestras vidas.

Como una vez me dijo un amigo: «La inflación no es solo un número; es la sensación en el aire de que todo cuesta más».

El IPC mensual: un vistazo a octubre

En términos mensuales, el IPC aumentó un 0,6% en octubre respecto a septiembre, siendo este aumento el más pronunciado desde abril. La temporada de otoño-invierno ha hecho que el grupo de vestido y calzado suba un 8,5%. Pero ¿quieres una buena noticia entre tanta subida? Bueno, ¡puedes empezar a resucitar tu ropa de verano en el armario! Siempre es bonito dar un poco de vida a lo que tenemos.

Claro, las frutas y legumbres también se costearon más, con un aumento del 1,4%, pero quizás debiéramos considerar que hay que vuelta a lo básico. ¿Te acuerdas de esos tiempos en que ibas al mercado local y disfrutabas de esos precios amigables que hacían que comprar se sintiera como una fiesta?

Reflexiones finales: ¿y ahora qué?

Así que aquí estamos, con una cesta de la compra más cara y una inflación que no parece dispuesta a bajar de peso. Lo que podemos hacer desde aquí es evaluar nuestras prioridades. ¿Realmente necesitamos el último gadget de moda? Quizás deberíamos volver a la cocina con más frecuencia y usar esos ingredientes frescos que nos hacen sentir mejor, tanto en el estómago como en el alma.

Intenta disfrutar de esos pequeños placeres en la vida, aunque sea más complicado. Hacer ejercicios en casa, cocinar recetas sencillas o incluso hacer un verdadero «shopping» de armario puede ser una buena solución. Al final del día, la perspectiva es clave.

Así que, ¿cómo enfrentas tú este repunte en los precios? ¿Es la planificación del presupuesto tu mejor amiga? Compártelo en los comentarios si sientes que es útil. ¡Hasta la próxima, amigos! Y recuerda, cada ticket de compra es una historia que contar.