La inteligencia artificial (IA) está en boca de todos, y no es para menos. Desde la manera en que interactuamos con nuestros teléfonos hasta el futuro del trabajo, la IA está remodelando nuestro mundo. Arabia Saudí, un país que durante décadas ha hecho girar su economía en torno al petróleo, ha decidido que ya es suficiente. ¿Por qué depender de un recurso que, aunque aún es valioso, está comenzando a desentonar en la sinfonía del progreso sostenible? Así que, ¿qué hacen? Se lanzan de cabeza a la jungla de la inteligencia artificial, y lo hacen con un plan que podría hacer que hasta los escépticos abran los ojos en sorpresa.

La llegada de DataVolt y su centro de datos

El proyecto es tan colossal que realmente es difícil de imaginar. DataVolt, una empresa saudí, será la encargada de desarrollar un enorme centro de datos en Oxagon, el centro industrial de la mitad de un sueño futuro llamado Neom. No se trata solo de un lugar para almacenar datos; estamos hablando de un centro de datos con una capacidad de 1,5 gigavatios. Vamos, ¡hasta tu vecino que tiene el calentador de agua siempre encendido se quedaría boquiabierto! Si piensas en ello, este centro brindará la potencia necesaria para crear modelos de IA mucho más sofisticados que los que usamos hoy en día. ¿Te imaginas un mundo donde las máquinas puedan anteponerse a nuestras necesidades de una manera que aún no podemos comprender? Es un poco escalofriante, ¿no crees?

Los primeros 5.000 millones de dólares de inversión están destinados a iniciar este ambicioso proyecto, y se esperan grandes avances para 2028. Pero lo verdaderamente apasionante aquí es el enfoque sostenible que se prometió. Hoy en día, hemos escuchado tantas promesas sobre «sostenibilidad» que es fácil volverse cínico. Pero, ¿qué tal si te digo que en este caso, Arabia Saudí ha puesto sus cartas en la mesa? Con una intención de producir energía 100% limpia, aprovecharán el sol, el viento y posiblemente… ¡hidrógeno! La planta de hidrógeno más grande del mundo está en la lista de recursos. ¡Acabamos de pasar de la noche a la mañana a una película de ciencia ficción!

Neom: la ciudad del futuro o un polígono industrial disfrazado

Neom, en sí misma, es un proyecto que recuerda a una idea sacada de una novela futurista. Imagina una ciudad donde la infraestructura esté diseñada para ser totalmente verde y donde la tecnología esté integrada en la vida diaria de manera que los humanos y las máquinas coexistan en perfecta armonía. Por otra parte, Neom ha estado más en los titulares por su aspecto de polígono industrial que por su atractivo como destino turístico. No te engañes, desde hace un tiempo se parece más a un enorme lote vacío con un poco de gran maquinaria. Pero, tal como un amigo mío solía decir: «Hay que dar tiempo al tiempo». Quizá lo que parece un sueño en este momento se convierta en una realidad ambiciosa en el futuro.

Sin embargo, Neom no es el único actor en esta jungla de innovación tecnológica. Los Emiratos Árabes Unidos están sacando su carta de triunfo también y han lanzado planes para construir su propio centro de datos de IA de 1 gigavatio en Francia. Mientras tanto, Arabia Saudí se frota las manos con su apuesta de 1,5 gigavatios. ¿Sería una carrera por ver quién puede alardear de tener la mayor potencia de computación?

La presión energética del crecimiento tecnológico

Ahora bien, esta búsqueda de la potencia del centro de datos no es trivial. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha lanzado alertas sobre el creciente consumo de electricidad en el sector. En 2022, los centros de datos representaron entre el 1% y el 1.3% del consumo global de electricidad. Si estos números no son alarmantes, no sé qué lo es. Pero aquí está la pregunta del millón: ¿cómo se nutre realmente esta insaciable máquina de datos? Con una infraestructura de energía estable que garantice que los servidores se mantengan funcionando todos los días, las 24 horas. La energía nuclear está tomando un resurgimiento, sencillamente porque parece proporcionar una solución clave a este problema.

Arabia Saudí no tiene plantas nucleares en este momento, lo cual es un detalle irónico, dado su enfoque en la sostenibilidad. Mencionamos que la ciudad promete energía 100% limpia. Pero, ¿qué tal si de hecho terminan buscando invertir en energía nuclear para salirse con la suya? Esto parece tan enigmático como un rompecabezas que ahora mismo los planificadores locales deben resolver.

Innovación en medio de retos y expectativas

La pregunta que todos nos hacemos es: ¿será Arabia Saudí capaz de convertirse en un referente regional en innovación digital e inteligencia artificial? Con la ambición que han demostrado hasta ahora, parece que el cielo es el límite. Sin embargo, como toda historia que se respete, hay desafíos que enfrentar.

La lucha por dominar el sector tecnológico no es exclusiva de este país; el resto del mundo sigue el ritmo. A medida que los gigantes como Meta y Oracle también inician sus respectivos proyectos de centros de datos, la presión sobre el sector energético va en aumento. La competencia no es simplemente una cuestión de imagen pública; esadora constituye la esencia del crecimiento y la adaptabilidad en la economía actual.

Y, aunque no es un secreto que algunos de estos esfuerzos pueden solaparse con la realidad de que muchos continúan luchando para cerrar la brecha digital dentro de sus fronteras, Arabia Saudí parece estar haciendo una apuesta exorbitante. Preguntas como: «¿Estarán dispuestos a poner todo su capital simbólicamente bajo riesgo?» fluyen en el aire. ¿Realmente tienen la capacidad no solo de mantener el ritmo, sino de ir más allá?

Reflexiones finales sobre la era tecnológica

En medio de las discusiones sobre si el mundo realmente está listo para esta transición de computación a gran escala y el uso intensivo de energía, es difícil no estar intrigado por lo que se avecina. La transición a un futuro donde la sostenibilidad, la inteligencia artificial y nuestra propia capacidad de adaptación desafiarán las leyes del comercio y la economía está en marcha. Ya hemos visto grandes cambios en nuestras vidas, desde cómo transportamos mercancías hasta cómo socializamos; ¿por qué no imaginar cuánto más podrían cambiar nuestras vidas en un futuro muy cercano?

Así que aquí estamos, amigos: a las puertas de un nuevo capítulo en la historia tecnológica. Hablar de Arabia Saudí, de DataVolt y del desarrollo de un centro de datos en Oxagon nos invita a reflexionar sobre cómo las ambiciones pueden encontrarse con la realidad y dar pasos firmes hacia una era donde la IA es omnipresente y el consumo energético se vuelve cada vez más crítico.

¿Qué opinas? ¿Estás listo para ser parte de esta era digital a la que nos dirigimos? ¡Déjame tus pensamientos en los comentarios! Quiero saber si estás tan emocionado, ansioso o un poco escéptico como yo en este nuevo viaje hacia el futuro.