Antonio Huertas, presidente de Mapfre, es un nombre que está lleno de significados en diferentes esferas: liderazgo, innovación y evolución empresarial. Recientemente, fue galardonado con el premio León de EL ESPAÑOL a su trayectoria al frente de esta destacada aseguradora. Pero, ¿qué nos dice su historia sobre el futuro de Mapfre y la industria aseguradora en general? Podemos aprender mucho de su enfoque sobre temas cruciales como el desempleo juvenil, la silver economy, el cambio climático y cómo las empresas pueden adaptarse a un mundo en constante cambio.

Una trayectoria empresarial llena de innovación

Huertas no es un novato en el campo de la empresa; comenzó su carrera en Mapfre en 1988. Desde entonces, ha visto cambios masivos en la industria y ha liderado la transformación del grupo a lo largo de tres décadas. Su abordaje hacia la innovación ha sido esencial para Mapfre, convirtiéndola en una de las aseguradoras líderes en el mundo.

Un momento memorable que Huertas compartió en una entrevista fue cuando el mercado asegurador se vio afectado por la crisis económica de 2008. Reflexionando sobre esa época, Huertas comentó que el desafío no era solo sobrevivir, sino también cómo salir más fuertes. Aquí es donde las palabras «esfuerzo» y «adaptación» cobran un peso especial. ¿No es cierto que en nuestras propias vidas también enfrentamos momentos similares donde debemos encontrar formas de adaptarnos para salir adelante?

Mapfre: Una compañía que se reinventa

¿Estás satisfecho con la forma en que tu empresa se adapta a los cambios? Esa es una pregunta que muchos líderes empresariales deben hacerse hoy en día. Cuando se le preguntó a Huertas sobre cómo ha cambiado Mapfre a lo largo de los años, destacó que la compañía ha tenido fases. Primero, una etapa nacional intensa y luego una internacional. En la última fase, enfatizó que la transformación en gobernanza y modelos de negocio ha sido clave para que Mapfre siga siendo relevante.

“Las empresas deben ser lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios”, comentó. Esto suena como un mantra en el mundo empresarial de hoy. Pero, ¿realmente aplicamos este enfoque en nuestras propias vidas? Es curioso cómo muchos de nosotros nos resistimos al cambio hasta que no hay más remedio, a menudo porque nos resulta incómodo.

La silver economy: un nuevo reto

En una discusión sobre el fenómeno de la silver economy, donde las empresas tienen que adaptarse al envejecimiento de la población, Huertas demostró una gran comprensión. “Las empresas no solo tienen que bajar la mirada hacia los jóvenes”, afirmó, “sino aprender también de la sabiduría de los mayores”.

Su enfoque puede ser un buen ejemplo para aquellos que piensan que la juventud es la única clave del futuro. En mi experiencia, aquellos que están en la flor de la vida también pueden aportar una riqueza de conocimiento y experiencia. Como decía mi abuelo: “Tendrás que escuchar muchas historias para encontrar una buena lección”. ¡Así que arriba esos aplausos para los sabios!

El reto del desempleo juvenil

Uno de los temas que más preocupan en el ámbito empresarial es el desempleo juvenil. Huertas habló sobre la necesidad de que las empresas asuman un rol más activo en la creación de oportunidades para los jóvenes, en lugar de simplemente quejarse de una fuerza laboral inexperta.

Reflexionando sobre esto, recuerdo un antiguo trabajo de verano que tuve en un café. En ese momento, la dueña del lugar, una mujer mayor, solía decir: “Los jóvenes tienen que empezar en algún lado, y ahí es donde entramos nosotros”. Era una visión de empatía que todavía resuena en mi mente hoy en día. ¿Acaso no deberíamos todos estar más dispuestos a ofrecer oportunidades en lugar de solo criticar?

Un paso hacia la sostenibilidad

Uno de los puntos más interesantes que Huertas destacó fue el papel que juega el sector asegurador en el cambio climático. Reconoció que, si bien Mapfre no puede resolver este gran problema, sí está posicionada para ser una parte activa de la solución. “Proponemos alternativas y ofrecemos productos que mitigan la situación”, explicó.

En este sentido, me viene a la mente una conversación que tuve el otro día sobre cómo todos podemos hacer pequeños cambios en nuestras vidas diarias para contribuir a un planeta más sostenible. Es como cuando intentas dejar de beber café de un solo uso; esos pequeños pasos pueden llevar a grandes cambios. ¿No deberíamos todos hacer más por nuestras generaciones futuras?

La digitalización y el asesoramiento personal

Con la llegada de la inteligencia artificial y la digitalización, Huertas abordó cómo Mapfre busca un balance entre el uso de herramientas digitales y el asesoramiento personal. “La multicanalidad es imprescindible, pero la calidez humana siempre tendrá su lugar”, dijo.

Y vaya si esto es cierto. Como alguien que ha tenido mis altibajos con las aplicaciones y los chats automatizados, la frase «Personas que hablan con personas» resuena fuertemente en mí. ¿Te ha pasado alguna vez que, en un momento complicado, necesitas hablar con alguien de carne y hueso en lugar de una máquina? Claro que sí. Esos momentos de conexión son donde realmente encontramos respuestas.

La generación futura: un regalo y una responsabilidad

Una de las cosas que más me conmovió de la conversación que mantuvo Huertas estaba centrada en la juventud. Él puede que sea un líder, pero mostró una clara preocupación por cómo se está tratando a las emprendedores jóvenes. Reconoció que, aunque a menudo se les culpa de muchos problemas sociales y económicos, son en realidad un recurso invaluable que debe ser empoderado, no menospreciado.

Reflexionando sobre esto, recuerdo un tiempo en el que critiqué muy duramente a la siguiente generación. Al poco tiempo me dí cuenta de que era nuestra responsabilidad darles el apoyo que no tuvimos. ¿No deberíamos todos trabajar juntos para que las próximas generaciones tengan un camino más fácil y diverso? Después de todo, todos somos parte del mismo mundo.

Un cierre sobre el futuro

Finalmente, cuando se le preguntó sobre los próximos pasos y los futuros mercados de crecimiento para Mapfre, Huertas afirmó que el enfoque seguirá en fortalecer el crecimiento de la penetración aseguradora, especialmente en mercados donde todavía hay oportunidades. “La adaptación es la clave”, subrayó.

En definitiva, al mirar hacia el futuro, me doy cuenta de que las lecciones que podemos aprender de la trayectoria de liderazgo de Antonio Huertas son múltiples y, sin lugar a dudas, aplicables a nuestras propias vidas, independientemente de si trabajamos en un gigante corporativo o somos emprendedores en una pequeña empresa.

Así que, en resumen, ¿cómo estamos manejando nosotros mismos el cambio y la adaptación en nuestras vidas? A veces, un pequeño empujón hacia la empatía y la acción puede ser justo lo que necesitamos, tanto en el ámbito empresarial como en el personal. ¿No es hora de que comencemos a construir juntos una mejor próxima generación?