La sección femenina del Real Madrid ha generado un gran revuelo últimamente, con muchos afirmando que se ha vuelto autosuficiente y rentable. Pero, antes de que todos celebremos con confeti y serpentina, es necesario profundizar en los números y las realidades que se esconden tras esas afirmaciones. Porque, ¿quién no ha hecho planes para un gran viaje y luego se ha dado cuenta de que el dinero de la hucha no es suficiente? Hablemos sobre esto y aclaremos la situación de la sección femenina del Real Madrid, cada vez más aclamada, pero aún llena de incógnitas.

¿Realmente es rentable la sección femenina del Real Madrid?

Desde el anuncio de la rentabilidad de la sección femenina, muchos se han preguntado si se trata de un verdadero éxito o más bien de un efecto óptico. Los datos son contundentes: los ingresos por marketing alcanzan los 8.444.000 euros, notablemente más altos que los 5.989.000 euros que se habían presupuestado previamente. Hasta aquí, todo parece indicar que hay buenos resultados de cara a la galería. Pero, como diría un amigo mío, “cuidado con las apariencias”, porque no todo es tan sencillo.

La asistencia al Di Stéfano: una realidad decepcionante

Una de las primeras alertas en este panorama radica en el menor interés de los aficionados por los partidos de las chicas. La asistencia en el Estadio Di Stéfano ha sido 27% inferior al esperado. ¿No es irónico pensar que, en un momento en que las mujeres en el deporte están recibiendo cada vez más atención, la gente no se esté presentando a ver a sus ídolas en el campo? Hay que decir que si no has tenido la oportunidad de presenciar un partido en vivo, es un mundo totalmente diferente. La energía y la pasión que traen las jugadoras al campo son contagiosas. Pero, si el público no responde, ¿de dónde vendrán las ganancias?

Las cuentas: gastando más de lo previsto

Ese 14% de sobrepaso en los gastos operativos también habla de una gestión que aún tiene que ajustar cuentas. Mientras las cifras de salarios para el personal se han mantenido bajo control, los gastos operativos parecen haberse disparado. Es un poco como intentar organizar una cena para amigos sin calcular bien el gasto de los ingredientes, y acabar pidiendo pizzas.

Por otro lado, el déficit que carga la cantera femenina, con una pérdida de 1.881.000 euros, plantea más preguntas que respuestas. ¿Es este el tipo de “autosuficiencia” de la que estamos hablando? Mientras la sección femenina brilla en lo comercial, su cantera lucha por mantenerse a flote. No puedo evitar pensar en mi primo, que se esforzó tanto en hacer su propio videojuego, solo para darse cuenta de que necesitaba más recursos para hacer un buen juego. A veces, las bases son más importantes que la apariencia del éxito.

¿Y dónde están los patrocinadores?

Un gran aspecto a considerar aquí son los patrocinadores. Sí, se han conseguido contratos, pero no son comparables con los del equipo masculino. ¿Estamos hablando realmente de un éxito si las cifras no se sostienen por sí solas? Los patrocinadores exclusivos de la sección femenina son lamentablemente escasos. Por lo que las dudas persisten: ¿se mantendrían estos ingresos si no existiera la sección femenina? Es una conversación delicada, pero pertinente.

El caso de las estrellas en la cantera

Ahora, hablemos de Paula Comendador. Recuerdo el entusiasmo que sentí al proponer su fichaje tras verla jugar en un partido que presencié. Su talento se notaba a distancia; sin embargo, parece que en el club no tienen planes claros sobre cómo gestionar ese talento. Es difícil ver a una estrella como ella luchando por un lugar en el primer equipo cuando hay tanto foco en el fichaje de talentos extranjeros. Uno se pregunta, ¿por qué no invertir en lo nuestro? Su habilidad es innegable, y su futuro debería ser brilloso, brilloso como las luces de un estadio lleno de aficionados.

Pero en lugar de ser titular, Paula ha tenido que ver cómo otras jugadoras, que han sido fichadas, se instalan en su lugar. ¿Es esto lo que merece una jugadora que brilla con luz propia? Si el club no siente la necesidad de promover su cantera femenina, podría estar perdiendo una oportunidad de oro y un talento que podría continuar contribuyendo a su éxito.

Si la cantera no produce resultados, ¿qué pasa?

Para la temporada 2024-2025, las previsiones de déficits continúan, lo cual lleva a cuestionar la afirmación de autosuficiencia. ¿Son números alentadores o se trata de la calma antes de una tormenta? Estas preguntas son cruciales porque la frase “¡ya llegó la sección femenina para quedarse!” suena demasiado optimista cuando la realidad nos muestra otro panorama.

Mientras algunas partes de la estructura están prosperando, el futuro es sombrío para muchos de los talentos que están luchando en la sombra. Algunos rumores sugieren que, una vez que los contratos de las jugadoras terminen, es probable que algunas de ellas busquen otras oportunidades. Esto podría provocar un éxodo significativo, similar a lo que ha sucedido anteriormente con otras jóvenes estrellas que se han marchado a otros clubes.

Conclusiones: el camino a seguir

Así que, ¿dónde nos deja esto? La sección femenina del Real Madrid está, en efecto, en una encrucijada. Mientras celebramos sus éxitos financieros en el ámbito del marketing, las cifras más amplias muestran que hay decisiones difíciles por tomar.

Sobre la mesa están las posibilidades:

  1. Mantener el enfoque en el crecimiento comercial: seguir apostando por el futuro y conseguir cada vez más patrocinadores, pero ¿realmente se sostendría sin una base sólida?
  2. Invertir en la cantera: promover a las jugadoras locales y darles un lugar en el primer equipo. Tal vez eso genere más lealtad entonces, y el público calará esos valores.

  3. Buscar una estrategia de traspasos: interesarse en vender a las jugadoras más destacadas. Pero, ¿esto generará un espacio de desconfianza entre el club y las jóvenes en desarrollo?

El Real Madrid tiene en sus manos no solo un gran futuro en la sección femenina, sino también una responsabilidad para con las jugadoras que han trabajado duro para llegar donde están. La llama está encendida; ahora es el momento de alimentar esa llama y dejar que brille lo más brillante posible. Al final del día, el éxito no solo se mide en euros, sino también en el legado que se deja para las futuras generaciones. ¡Hagamos que la historia del fútbol femenino sea digna de ser contada!