La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) nos ha puesto en alerta recientemente por la presencia de tadalafilo y sildenafilo en ciertos complementos alimenticios. Si te preguntabas qué son estos compuestos, te podría interesar saber que son los mismos ingredientes activos que se encuentran en algunas pastillas para la disfunción eréctil. Y la AESAN no menciona estos nombres a la ligera. ¡Así que prepárate para conocer todos los detalles y por qué deberías prestar atención!

Un vistazo a los productos implicados

Los productos en cuestión son los complementos alimenticios UpoTent y ProIntense, ambos comercializados. La AESAN ha desarrollado un claro comunicado, destacando que estos complementos no solo están en el mercado, sino que también pueden tener efectos farmacológicos que representen riesgos graves para la salud de quienes los consumen.

Los lotes afectados han sido identificados como:
UpoTent
– Número de lote: 3741058
– Fecha de caducidad: 30/06/2027
– Presentación: 5 sobres de 10 gramos.

  • ProIntense
    • Número de lote: 2475010
    • Fecha de caducidad: 01/03/2027
    • Presentación: 6 sobres de 12 gramos.

Nota: ¿Quién sabía que comprar un complemento alimenticio podría transformarse en una cuestión tan seria, verdad? A mí me ha pasado en más de una ocasión: te sientes cansado y decides probar algo nuevo, pero a veces hay que mirar más allá de la etiqueta. Quiero decir, ¿realmente necesitamos un «estimulante sexual» para superar una larga semana de trabajo?

¿Cómo llegó esto a suceder?

Acabamos de mencionar que uno de los problemas grandes aquí es que estos productos contienen sustancias que no están declaradas en la etiqueta. Imagínate comprar un complemento que promete más energía y ¡pum!, resulta que contiene un compuesto que podría causar más problemas de los que resuelve.

La AESAN ha instado a abstenerse de consumir estos productos. Pero, ¿quién realmente los compra en primer lugar? Muchos de nosotros tendemos a confiar en marcas establecidas y, a menudo, pasamos por alto las advertencias en sus etiquetas, especialmente si los anuncios prometen transformar nuestras vidas. Puedo recordar una vez que compré un «batido detox» que prometía eliminar todas las toxinas de mi cuerpo. Resultó ser un desastre, y no solo porque no lograra el objetivo, sino porque mi estómago decidió protestar.

El canal de distribución

Los productos UpoTent y ProIntense han sido principalmente comercializados a través de comercio electrónico, aunque no se puede descartar que se hayan distribuido de otras maneras. Este es un punto interesante. La facilidad del comercio electrónico nos ha permitido acceder a productos que antes podrían haber estado fuera de nuestro alcance, pero también nos ha abierto las puertas a riesgos que podríamos no haber considerado.

La confianza que tenemos en la compra online puede hacer que nos olvidemos de leer las reseñas, verificar la procedencia, e incluso los múltiples nombres ingeniosos de estos productos. ¿A cuántos de nosotros nos ha tentado una oferta durante una noche de insomnio?

Recomendaciones de la AESAN

Para quienes hayan adquirido los productos UpoTent y ProIntense, la recomendación es clara: abstenerse de consumirlo. Y si por algún golpe de mala suerte tienes alguno en casa, es mejor que lo deseches.

La AESAN ha transmitido esta información a las autoridades pertinentes a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI). Imagina eso como un grupo de WhatsApp, pero de funcionarios públicos. Se aseguran de que todos estén al tanto y coordinen la retirada de estos productos del mercado. Es un proceso crucial, considerando que ya sabemos que la salud es lo primero.

Una mirada crítica a la salud alimentaria

Esta situación nos lleva a reflexionar. En un mundo donde todos queremos ser más saludables, más felices y más enérgicos, ¿cómo logramos equilibrar nuestras decisiones de compra con la realidad de lo que se ofrece? ¿Qué tan a menudo leemos las etiquetas o investigamos los productos antes de saber en qué nos estamos metiendo?

Anécdota personal: la otra vez decidí probar un nuevo suplemento que prometía aumentar mi energía. Y sí, ¡me sentí como un superhéroe durante una semana! Pero luego vino la cruda realidad. Resulta que el «plus de energía» estaba más cerca del «plus de cafeína» de lo que esperaba y casi me convirtió en un ser humano hiperactivo. ¡No intentes sostener una conversación profunda con alguien como yo en ese estado!

La importancia del monitoreo de seguridad alimentaria

Aparte de las implicaciones personales, este incidente subraya la importancia de tener organismos que realicen un adecuado monitoreo de seguridad alimentaria. Vivimos en un mundo donde la información se mueve de forma rápida, y a veces, es difícil confiar en lo que encontramos.

La AESAN está haciendo su parte para asegurarse de que los consumidores estén al tanto de cualquier riesgo potencial. Pero como consumidores, también tenemos la responsabilidad de ser curiosos. Pregúntate: ¿qué hay realmente en mi comida? ¿Por qué se siente tan “bueno para ser verdad” cuando lo veo en los anuncios?

Conclusiones finales

Es esencial mantener un equilibrio en nuestras decisiones de salud, especialmente con suplementos y alimentos que pueden parecer inofensivos. Lo que estos productos contienen a menudo no se limita a lo que está impreso en la etiqueta. Las substancias no declaradas son una señal de advertencia que nunca deberíamos pasar por alto.

Por lo tanto, sosteniendo con cariño esas cápsulas o sobres de «energía», la próxima vez que pienses en probar un nuevo producto, tómate un momento para considerar la calidad, la seguridad y la reputación detrás de la marca. Con este tipo de enfoque, no solo estarás protegiendo tu salud, sino también tomando decisiones más informadas. Y ¿quién sabe? Tal vez el verdadero secreto de la energía está en un buen café y una conversación significativa.

¿No crees que deberíamos celebrar una reunión, pero esta vez, sin suplementos mágicos? ¡Prometido, es más divertido! 🍵✨


Espero que este artículo no solo te haya informado, sino que además te haya hecho sonreír. La próxima vez que quieras un «impulso», elige sabiamente y, sobre todo, ¡disfruta del proceso!