El mundo del fútbol, ese lugar donde los sueños y las expectativas a menudo chocan, ha sido testigo en los últimos años de un fenómeno que muchos consideran la esencia misma del deporte: la ansiedad por el rendimiento. En este contexto, Vitor Roque, el joven delantero del Real Betis, recientemente dio de qué hablar durante una entrevista en el programa El Pelotazo de Canal Sur. Y quién diría que, en una charla sencilla, se destilarían lecciones valiosas sobre la ambición, la paciencia y la autoconfianza. Pero esperen un momento, ¡hay más de lo que parece!

La ansiedad por marcar: entre la ambición y la realidad

En su conversación con el periodista Vinicius Cordeiro de UmDois Esportes, Vitor reconoció que la fútbol no es solo correr tras un balón, o lujuriar con la emoción de marcar un gol. No, la pasión del fútbol también es un juego mental. Habló claro: no estaba satisfecho con su rendimiento y sentía que la ansiedad por marcar le pesaba. ¿Quién no ha sentido esa presión en diversas áreas de su vida?

Recordando mis días en las canchas de fútbol amateur, puedo decir que esa ansiedad puede ser un enemigo formidable. La primera vez que fallé un penalti, pensé que el mundo se me venía abajo. ¡Imagínense! Yo, el «rey del fútbol callejero», incapaz de meter un gol. Pero, ¿y si les dijera que a veces fallar es precisamente lo que nos prepara para el éxito futuro?

Vitor, con su sinceridad, nos recuerda algo fundamental. A menudo, el deseo de hacerlo todo «rápido» puede llevarnos a las decisiones menos acertadas. En su caso, la necesidad de marcar goles de inmediato no solo es normal, sino que también es común entre muchos deportistas de élite. Pero aquí viene la clave: aprender a gestionar esa ansiedad es esencial.

Aprendiendo del pasado: el consejo de Rómario

Durante la misma intervención, se mencionó al icónico Rómario, uno de los delanteros más letales de la historia del fútbol. Manuel Pellegrini, el entrenador del Betis, sugirió que Vitor debía observar más sobre el juego del brasileño. Sin embargo, Vitor, con un toque de humor, comentó que no solo él, sino que «hay un montón de jugadores que tienen que mirar estos vídeos para aprender».

Y aquí es donde comienza la magia de la humildad y el conocimiento. Aprender del pasado es fundamental, y eso implica que incluso los grandes jugadores deben regresar a sus raíces y aprender de aquellos que vinieron antes que ellos. Recuerdo que, en mis años de estudiante, un maestro me decía que la humildad no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti. ¿No es este un consejo valioso para cualquier aspirante a futbolista?

La sesión de visualización: una herramienta poderosa

La idea de visualizar vídeos es una técnica que muchos atletas adoptan. La visualización puede parecer algo esotérico, pero en realidad, se fundamenta en la psicología deportiva. Imaginen a un jugador, sentándose en un sofá con palomitas (ok, quizás eso no sea ideal), mirando jugadas de Rómario y respirando profundamente mientras se hunde en el aprendizaje. ¿Pueden verlo?

El proceso mental detrás de la visualización ayuda a los jugadores a internalizar cada movimiento, cada tiro, cada manera de desmarcarse. Sin embargo, aquí está el truco: no se trata solo de mirar, sino de comprender. Vitor está atrapado en esa lucha interna. A veces, la presión del rendimiento tan visible en las redes sociales puede hacernos olvidar que el aprendizaje lleva tiempo.

Vitor está decidido a corregir su ansiedad, no solo entrenando durante las mañanas, sino continuando sus sesiones por la tarde. ¿Cuántos de nosotros podemos decir que somos tan constantes en nuestros esfuerzos, día tras día? La perseverancia es lo que realmente hará la diferencia entre quienes llegan a la cima y quienes se quedan en el camino.

Convirtiendo oportunidades perdidas en aprendizaje

Desde que llegó al Real Betis en calidad de cedido del FC Barcelona, Vitor ha tenido su cuota de altibajos. Y aquí entra una anécdota personal: cuando estaba en la universidad, tuve una oportunidad increíble de trabajar en una pasantía. Pero, frustrante como fue, la empresa nos descartó después de la primera etapa. En lugar de abandorar mis sueños de carrera, adopté cada crítica como una lección. Recogí cada trozo de feedback y lo convertí en ladrillos para construir mi futuro.

Vitor ha marcado goles en su nueva etapa con el Betis, pero la lucha y la ambición detrás de cada jugada han sido vitales. Ha anotado tres goles en LaLiga y dos en la Copa del Rey en catorce partidos. Es un comienzo prometedor, pero recuerda que cada jugador que brilla ha tenido sus propios desafíos. Aquellos momentos de duda y decepción son los que dan sabor al éxito.

La importancia de un entorno saludable

El apoyo emocional es crucial en el mundo del deporte. La presión está a la vuelta de la esquina y, a menudo, puede ser atacada desde varios frentes: medios de comunicación, aficionados, incluso familiares. Por eso es vital que los jugadores encuentren un entorno saludable, donde puedan expresarse sin miedo al juicio.

La declaración de Vitor sobre «no servir de nada darles consejos a otros» puede sonar un poco cínica, pero refleja lo que muchos de nosotros sabemos en el fondo: a veces, las palabras importan menos que nuestras acciones reales. La familia y los amigos que nos apoyan son los verdaderos pilares en los que a menudo nos basamos, quizás sin darnos cuenta.

La risa como un bálsamo

Ah, y no olvidemos el aspecto del humor que Vitor aportó a la conversación. A todos nos gusta reír, y en el mundo del deporte, una risa puede ser un gran diferencial. A menudo, olvidamos lo importante que es liberar tensiones, y un chiste en el entreno o en una conferencia puede transformar por completo el ambiente.

Recuerdo un partido en el que, tras un intento fallido de gol, mi compañero soltó un chiste sobre mi técnica «única». En un abrir y cerrar de ojos, la risa revirtió la tensión del juego. En el fútbol, como en la vida, a veces una sonrisa puede ser el gran remedio.

Mirando hacia el futuro: la evolución de Vitor Roque

Ahora que Vitor está en el camino de encontrar su lugar en el Real Betis, podemos esperar ver una evolución continua. La temporada de fútbol no termina en un par de goles o una racha de malos partidos; es una montaña rusa de emociones y desarrollo. Los que observan el fútbol pueden agacharse a lo superficial, pero aquellos que se sumergen en su esencia sabrán que cada jugador tiene una historia.

Así que, mientras seguimos disfrutando de sus juegos, también debemos recordar que cada jugador es un trabajo en progreso. Vitor Roque está en ese viaje, explorando sus capacidades y, a pesar de los desafíos, sigue avanzando. ¿Quién sabe qué logrará en el futuro?

El camino de Vitor nos recuerda que la ansiedad puede ser un compañero incómodo, pero no necesariamente un enemigo. Así que, mientras lo vemos brillar en la cancha, intentemos llevar esas lecciones de paciencia, perseverancia y humor a nuestras propias vidas. Porque al final del día, ya sea en el deporte o en la vida, todos estamos en busca de alcanzar nuestras metas, ¿verdad?

En conclusión, el viaje de Vitor Roque es una historia que muchos pueden reconocer. Nos toca a todos aprender a manejar nuestras ansiedades, a aceptar que el éxito requiere tiempo y, sobre todo, a no olvidarnos de agregar un poco de humor en el camino. ✔️ Vamos, Vitor! Nos contagias de tu energía.