Bueno, ¿qué podemos decir del inimitable Carlo Ancelotti y su última presentación con el Real Madrid? No me malinterpretes, admiro a Ancelotti. Su conocimiento del fútbol y su amor por el juego son verdaderamente inspiradores. Pero hay partidos de fútbol donde incluso los mejores entre nosotros pueden sentir que algo no va bien. Eso fue lo que pasó el sábado pasado, cuando el Real Madrid, el equipo que todos sabemos que debería derrotar fácilmente a la Real Sociedad, acabó con una victoria bastante mediocre.
Oh, ¿recuerdas cómo solía ser el fútbol? ¿Cuando cada oportunidad era un potencial gol? Cuando no se necesitaban penaltis para que un partido terminara con más drama que el último episodio de «Juego de Tronos». Te digo, eché de menos esos días.
Antes de seguir adelante, aclaremos una cosa. Ancelotti no es ningún extraño para la autocrítica, y ni siquiera es raro que este experto en su campo busque continuamente formas de mejorar. Pero cuando Ancelotti expresó su enfado con la forma en que su equipo había jugado, realmente tocó una fibra sensible. Se mostró honesto y valiente al admitir que el equipo no mereció ganar. Pero, ¿no hay una cierta dignidad en eso? Honestidad, incluso cuando duele.
El partido, como lo llamó Ancelotti, fue «complicado». No es ningún eufemismo para calificar de insulso a un partido que se esperaba que fuera apasionante. Pero, hey, eso es el fútbol –un glorioso caos repleto de impredecibles altibajos.
«Nuestro equipo no está al 100%», admitió Ancelotti. Con numerosas bajas, siendo honesto, cualquiera habría sufrido. Pero, en medio de todo, el entrenador encontró motivo para el optimismo en los jugadores que han mejorado individualmente. Y así, más que un entrenador, mostró ser un guía que busca lo mejor para su equipo incluso en los tiempos difíciles.
Y luego está Kylian Mbappé, a quien Ancelotti consideró «más fresco y activo», tras marcar de penalti. Para todos nosotros que seguimos a este deportista prodigio, ahí vamos de nuevo. Parece que Mbappé va ganando confianza en el equipo, y duermo mejor por las noches sabiendo que este joven prodigio está mejorando su juego.
Al final, fue Vinicius quien marcó el otro gol de penalti del partido, seguido de una celebración en la que mandó callar a la grada. Ancelotti, siendo el viejo zorro que es, evitó dar su opinión sobre el asunto. Y es que, a veces, es mejor no añadir leña al fuego.
No me malinterpreten, solamente quiero contextualizar la afirmación de Ancelotti de que su equipo necesita mejorar. Los partidos como éste son una gran oportunidad para aprender lo que no salió bien, y Ancelotti lo entiende perfectamente.
Así es, amigos. A veces, incluso si ganas, puedes perder. Así que aquí está mi consejo para todos los futbolistas y amantes del fútbol: No importa lo brillante que juegues, lo importante es cómo sacas provecho de, y aprendes de, tus errores.
Perdón por ponerme profundo, pero es la pasión por el fútbol la que nos lleva a todos y cada uno de nosotros. Como amante del fútbol, siempre estoy buscando el recuerdo de esos maravillosos partidos donde cada jugada era emocionante. Y Carlo Ancelotti, con su crítica a su propio equipo, está buscando hacer exactamente eso.
Y eso, mis amigos, es la belleza del fútbol. ¿No es hermoso?
¡Hasta la próxima, amantes del fútbol!