La vida está repleta de sorpresas. ¿Quién habría pensado que una administradora de una empresa de construcción terminaría despachando risas y carcajadas en un escenario nacional? Hoy queremos hablarles de Lala Chus, una influencer y humorista que ha hecho de su vida un escenario, y es que, su ascenso meteórico en la comedia española es digno de un programa propio. Conocida por su humor irreverente y auténticas anécdotas personales, hoy exploraremos su trayectoria, su vida personal y los planes que tiene para el futuro.
De Laura a Lala Chus: ¿quién es realmente esta influencer?
Detrás del apodo que ha conquistado a miles de seguidores se encuentra Laura Yustres Vélez, una madrileña nacida el 21 de abril de 1990. Al mencionar su verdadero nombre, es posible que muchos se queden con cara de «¿quién?». Pero si decimos Lala Chus, la cosa cambia. La risa que provoca este nombre tiene su origen en un personaje de los Teletubbies. Sí, has leído bien. En palabras de Lala, el nombre se lo debe a su prima pequeña, quien, en su intento por pronunciar «Laa-Laa», resultó en el adorable apodo que hoy la define. ¡Una historia más entrañable que un dibujo animado!
En sus inicios, Lala Chus se licenció en Comunicación Audiovisual, aunque su carrera se desvió momentáneamente, dedicándose a un trabajo administrativo que, según cuenta, comparaba a «mirar las paredes mientras se secaban». Su vida dio un giro inesperado durante la pandemia. ¿Quién no ha hecho algo loco en 2020?
Laura, en lugar de sumirse en el estrés de una rutina aburrida, decidió darle otro rumbo a su vida. «Mi momento fue en pandemia», dice mientras relata cómo un video que subió a TikTok se volvió viral. Era una tontería, una pregunta sobre si a las chicas les gustan los chicos sin sentimientos, a lo que ella respondió: «nos gusta el robot Emilio». Y de esta «tontería como un piano», como le diría su abuela, comenzó su camino hacia la fama.
La chispa que encendió su carrera
Dedicarse a la comedia en un mundo donde siempre se ha valorado más el humor masculino, puede parecer un acto de valentía. La verdad es que Laura lo hizo tan bien que no pasó desapercibida. Se dio cuenta de que había comenzado a tener más trabajo en redes sociales que en su empleo anterior, y así, con un salto de fe y mucho miedo, se lanzó a esta nueva vida. Muchos se preguntarían: ¿será que la rutina la atraparía de nuevo?
La travesía no fue sencilla, y vaya que las primeras semanas fueron caóticas. Imagínate cambiar un trabajo de 9 a 5 por la incertidumbre de vivir de la comedia, ¿no es un salto peligroso? Pero para Lala, el desafío fue lo que la motivó. Como ella misma lo dice, «soy bastante volátil» y en medio de esa variabilidad encontró su camino: 335,000 seguidores en Instagram y 220,000 en TikTok. ¡Eso sí que es una razón para alegrarse!
De las redes al escenario: programas y colaboraciones
Lala Chus no se quedó con los brazos cruzados. Se lanzó a colaborar en programas como ‘Estirando el Chicle’, un podcast que ha visto crecer a varias voces del humor femenino en España. Allí comparte risas, reflexiones y, sobre todo, anécdotas que nos hacen sentir identificados. ¿Quién no ha tenido un mal día con una comida? ¿O una primera cita que se convierte en un desastre?
A través de sus intervenciones, Lala ha logrado conectarse con su audiencia. Sus historias sobre el día a día son tan reales que te hacen pensar: «Si ella puede reírse de estas situaciones, yo también». Desde sus hilarantes monólogos en ‘Cuerpos Especiales’ hasta su participación en ‘La Resistencia’, ahora conocida como ‘La Revuelta’, ha demostrado que la comedia aún tiene un vasto campo por explorar en la televisión española.
El lado personal de Lala Chus: amor y risas
Lo que más conecta con la gente es la autenticidad. El humor y la vulnerabilidad son un cóctel poderoso, y Lala sabe mezclarlo a la perfección. Su relación con Manu, un chico que no pertenece al mundo del entretenimiento, ha dado lugar a momentos de gran hilaridad.
En un podcast, Lala recordó cómo se conocieron y el primer encuentro que terminó en un portento de vergüenza. «Estábamos en nuestra primera cita y se escapó un pedo impresionante», recuerda entre risas. Pero eso no fue lo peor, pues Manu, intentando relajar la situación, hizo lo mismo. La química es innegable.
Ahora, tras compartir tantas historias a su alrededor, nos enteramos de que Lala Chus se casará en 2025. Quienes la siguen han sido testigos de sus idas y venidas en el ámbito de la relación. Desde la propuesta de matrimonio estrepitosa hasta los detalles de su futura boda, cada anécdota ha sido un caramelo para sus seguidores. De hecho, recientemente comentó que ya se había probado el vestido. ¡Quien lo diría, la reina de la comedia también se convierte en una futura novia!
¿Qué nos depara el futuro?
La vida de Lala está llena de sorpresas. Cada día es un nuevo capítulo. Con tantos compromisos profesionales a la vista, ¿será que conseguir el equilibrio entre la comedia y lo personal será el siguiente reto? De hecho, así lo manifestó en varias entrevistas. Pero su enfoque es claro: «Estoy viviendo experiencias increíbles», y eso es justo lo que la motiva a seguir.
Llegados a este punto, quizás te estés preguntando, «¿qué más podemos esperar de una persona que lleva el humor como bandera?». La verdad es que lo único seguro es que sus historias seguirán envolviendo a su público. ¿Se imaginan qué locuras planeará para celebrar su boda? Seguramente habrá mucho de qué reír. Después de todo, cada día trae algo nuevo, y con Lala, ¡la risa está garantizada!
Reflexiones finales
La historia de Lala Chus es una muestra de cómo la pasión puede transformar vidas. De una vida administrativa a conquistar el escenario, cada paso que da es un recordatorio de que es posible seguir nuestros sueños. Nos enseña que es habitual tener miedo al cambio, pero también que las oportunidades pueden surgir en los momentos más improbables.
Así que, si este año más de uno se siente perdido o simplemente aburrido en su día a día, recuerden que siempre ha habido espacio para la locura y el humor. ¿Te animas a dar el salto como lo hizo Lala Chus? Al final del día, la vida es más divertida cuando nos atrevemos a reírnos de nosotros mismos.
Así que por ahora, celebremos a Lala y a todas esas personas que, con su humor, nos hacen ver que la vida —a veces caótica— puede ser también maravillosamente divertida. ¡Nos vemos en la próxima campanada! 🎉