En el apasionante mundo del arte, donde cada pincelada tiene el potencial de contar una historia, a menudo se presentan dilemas que dejan a los expertos y a los amantes del arte rascándose la cabeza. ¿Recuerdas la última vez que compraste algo que pensaste que era auténtico, solo para descubrir que era una copia? Puede que fue una experiencia frustrante. Ahora imagina la escena en la National Gallery y cómo debe de estar el corazón de los coleccionistas cuando se escucha la palabra “falsificación” respecto a una obra maestra. En marzo de este año, la historiadora del arte Euphrosyne Doxiadis desencadenó una tormenta al poner en tela de juicio la autenticidad del famoso cuadro ‘Sansón y Dalila’, que se le atribuye al maestro flamenco Peter Paul Rubens. Así que acompáñame en este recorrido por las intrigas del arte, las copias, las interpretaciones y la búsqueda de la verdad.

Euphrosyne Doxiadis: La mujer detrás del análisis

En el arte, como en la vida, siempre hay alguien dispuesto a desafiar las convenciones. Doxiadis no es una desconocida en el mundo del arte; su trabajo ha sido un pionero de la investigación y el análisis en profundidad. Pero, ¿qué es lo que la llevó a revisar las credenciales de esta obra en particular? La respuesta se encuentra en su investigación titulada ‘NG6461: The Fake National Gallery Rubens’, que se hará pública el 12 de marzo. Este estudio no es solo un ejercicio académico, sino un esfuerzo por esclarecer un tema que ha inquietado a muchos durante años.

Lo que realmente impactó a la comunidad artística fue su afirmación categórica: “las pinceladas fluidas y retorcidas tan características de Rubens no se encuentran en ninguna parte de la pintura en cuestión”. Así que, ¿estamos ante un innovador trabajo de un anti-Rubens? Mantengamos la mente abierta; siempre que hay una sombra de duda sobre la autenticidad, hay un rayo de esperanza para descubrir algo impresionante, y esta es una historia digna de ser contada.

La pintura y su contexto

La obra en disputa, que representa la historia bíblica de Sansón, traicionado por Dalila, ha estado colgada en la National Gallery desde hace tiempo. Se cree que Rubens la desarrolló entre 1608 y 1609 para uno de sus mecenas, Nicolaas Rockox. Pero como bien sabemos, en el mundo del arte, las cosas no siempre son lo que parecen.

Doxiadis destacó que, entre todos los detalles de la pintura, uno se alzó como particularmente sospechoso: Rubens, tradicionalmente conocido por su meticulosa atención al detalle, nunca habría cortado los dedos de los pies de Sansón. ¿Un error de principiante? Quizás. O tal vez una falta de respeto a la iconografía de Rubens. Pero antes de sacar conclusiones, es vital explorar más a fondo lo que esta investigación ha revelado. ¿Quién más podría estar involucrado en esta red de engaño artístico?

La falta de autenticidad en las obras

Los ojos de Doxiadis no solo captaron la pintura, sino también el trasfondo de su autenticidad. Esto nos lleva a la revelación crucial del fallecido Jan Bosselaers, un banquero y experto en arte que había documentado una fotografía antigua del cuadro. La imagen, tomada antes de una venta en 1980, contradecía la afirmación de la National Gallery sobre que el panel de la pintura había sido adherido a un soporte moderno.

Habrás notado que muchas veces nos encontramos con pinturas sobre lienzo que han sido remendadas, tocadas, e incluso refabricadas. Raros son los cuadros que llegan a nosotros en su forma pura y auténtica. Esto plantea preguntas no solo sobre las obras, sino también sobre la integridad de las instituciones que las presentan como auténticas. Si la National Gallery y Christie’s, la casa de subastas que manejó la obra, se muestran reacias a comentar, ¿acaso están sentados sobre un polvorín de controversia?

La conexión con Sorolla: ¿Plagio o influencia?

Un giro inesperado en esta narrativa es la conexión con el pintor español Joaquín Sorolla. Según Doxiadis, el restaurador que había manipulado el cuadro, Gaston Lévy, estaba vinculado al círculo de Sorolla. Esto es como un episodio de “Cazadores de fantasmas artísticos”. Lévy y su equipo habrían recreado un variado del original que se perdió, basándose en las copias contemporáneas. Entonces, uno se pregunta: ¿QUÉ es lo que sucede cuando los estudiantes de arte deciden copiar a un viejo maestro? Según Doxiadis, existe una norma no escrita en la que siempre se omite algo. Este es un pequeño guiño a las inseguridades en la enseñanza artística, lo que hace que la autenticidad y el plagio se entrelacen de formas complejas.

Revelaciones y análisis: Un juego de expertos

Las revelaciones no se detienen aquí. Michael Daley, director de ArtWatch UK y principal investigador, ha resaltado la importancia de comprobar si el cuadro era realmente un panel cuando llegó a Londres. Si es así, la pregunta sobre por qué fue rebajado y montado sobre una plancha de blockboard cobra relevancia. ¿Estamos hablando de un accidente o de manipulaciones intencionales para darle una nueva vida a la obra?

Además, se ha señalado que en 2021, la empresa suiza Art Recognition utilizó inteligencia artificial para analizar la obra y concluyó que existía más del 90% de probabilidad de que la misma no fuese auténtica. ¡Eso es un número impactante! En un mundo donde incluso los robots se están uniendo a la conversación sobre el arte, ¿quién puede decir lo que es verdadero y lo que no lo es?

La importancia de las fuentes

Un elemento a resaltar es la valiosa evidencia que la investigación ha proporcionado, incluyendo el testimonio de Sir Isaiah Berlin, filósofo y antiguo fideicomisario de la National Gallery. Antes de su muerte en 1997, le confesó a Doxiadis que sus dudas sobre la autenticidad de la pintura estaban bien fundamentadas. Y así surge la pregunta: ¿cuántas de estas dudas permanecen sin respuesta en el vasto universo de obras de arte?

Es interesante ver que el arte, a primera vista, puede parecer un campo de certeza, pero al acercarse, se convierte en un laberinto de incertidumbres y especulaciones. Esto no sólo afecta a las obras de arte, sino también a los propios artistas, sobrevivientes de la gloria y el fracaso en una rueda de la fortuna donde cada giro puede ser su último.

Reflexiones personales sobre la búsqueda de la verdad en el arte

A lo largo de mi vida, he recorrido museos y exposiciones, cada uno de ellos lleno de historias. Recuerdo una vez, en una galería, tropezándome con una obra que parecía ser una versión de un famoso cuadro de Van Gogh. Cuando me acerqué, me di cuenta de que era una “recreación”. ¿Ves? Hasta en el arte hay espacio para la creatividad, pero debo admitir que ese sentimiento de decepción es universal. Cuando se trata de arte, la búsqueda de la verdad es un objetivo noble y a menudo frustrante.

Doxiadis ha tomado el camino del cuestionamiento y la resistencia. Si hay algo que podemos aprender de esto, es que, en el arte y en la vida, siempre debemos preguntar. Quizás, en esta búsqueda de respuestas, encontremos no solo arte, sino también autoconocimiento.

Conclusión: El arte de la controversia

Así que aquí estamos, al borde de un nuevo capítulo en la historia de ‘Sansón y Dalila’. A medida que se acerca la conferencia de Doxiadis en el King’s College London, no puedo evitar preguntarme: ¿Qué otras verdades se nos revelarán? ¿Se corregirá la historia del arte, o continuaremos atrapados en un juego de sombras y luces en el que la autenticidad es sólo una ilusión?

La historia de esta obra desafía y enriquece la conversación sobre el arte, su interpretación y su valor. Siempre habrá quienes sostengan la bandera de la verdad, mientras otros sean contentos con vivir en el engaño.

El arte no es solo una representación visual; es un testigo de la historia, un espejo del deseo humano, y a veces, una farsa elaborada por manos audaces. Lo que es seguro es que, independientemente de su autenticidad, ‘Sansón y Dalila’ nos desafía a pensar, a cuestionar y, sobre todo, a disfrutar de la belleza que nos rodea, ya sea real o recreada. Al final del día, esto es lo que hace que el arte sea verdaderamente fascinante. ¡Que sigan la controversia y el diálogo en este apasionante mundo!