La televisión, ese aparato que muchos han dado por muerto pero que sigue ofreciendo sorpresas. Ahora, en un momento donde el streaming y la inmediatez dominan nuestras vidas, la televisión pública española se lanza con una serie que promete ser un hito: ‘La conquista de la democracia’. Con un presupuesto de 1,6 millones de euros, más IVA, para seis capítulos de una hora, esta producción busca no solo informar, sino también conectar con la memoria colectiva del pueblo español, justo en el 50 aniversario de la muerte de Franco. Pero, ¿realmente podemos entender el presente sin mirar atrás?

¿Por qué necesitamos recordar?

Te confieso que, muchas veces, me encuentro hablando con amigos sobre lo que ha cambiado este país en los últimos años. Nos reímos y reflexionamos sobre estas transformaciones. A menudo me pregunto: «¿seríamos capaces de apreciar lo que tenemos hoy si no supiéramos cómo era antes?». Este tipo de reflexión es exactamente lo que la serie busca al enfocarse en la Transición democrática. En un contexto donde se habla tanto de política y derechos, ¿qué mejor que recordar el camino que nos llevó a donde estamos hoy?

El precio de la memoria: ¿Es un gasto o una inversión?

Ahora, eso de que un programa cueste 270.000 euros por episodio puede hacernos levantar una ceja. Es una suma considerable, ¿verdad? Pero como se dice, «el que no arriesga, no gana». Aunque algunas fuentes internas de RTVE han cuestionado el precio, otras consideran que la experiencia y trayectoria de los directores justifica la inversión. ¿Qué prefieres: un documental de bajo presupuesto con mala producción o uno que realmente deje huella? En la vida, como en el cine, a veces hay que gastar para obtener resultados. Y siempre con las mejores intenciones.

Y hablando de directores, déjame contarte sobre algunos de ellos. Manuel Gutiérrez Aragón, Imanol Uribe y Ángeles González-Sinde son nombres de peso en el cine y la televisión españoles. La producción está guiada por la visión de estos grandes nombres, quienes han sabido retratar momentos complejos y emocionales del pasado reciente de España.

Música para los recuerdos: el trabajo del oscarizado Alberto Iglesias

Si bien la narrativa visual es fundamental, la música también desempeña un papel crucial en cómo nos sentimos y recordamos. Aquí entra en juego Alberto Iglesias, un compositor premiado con el Oscar que aporta su talento a la banda sonora de la serie. No sé tú, pero cada vez que escucho una melodía bien elaborada, siento que la historia se vuelve más cercana y personal. ¿Te imaginas ver imágenes históricas de la lucha por la democracia mientras suena la poderosa música de Iglesias? La experiencia podría ser, como diría un amigo mío, «una bomba emocional».

Un elenco de directores comprometidos con la historia

La estructura de la serie se compone de seis capítulos, cada uno con su enfoque y director particular.

  1. Se hace camino al andar: Este primer episodio, dirigido por Arantxa Aguirre, comienza con protestas estudiantiles en 1956. Ah, la juventud, esa época en que uno se siente invencible y, al mismo tiempo, algo perdido. Recuerdos de manifestaciones, mixtos con el deseo de cambiar el mundo, resurgen en este capítulo.
  2. El principio del fin: Ángeles González-Sinde toma las riendas aquí, retratando los años setenta y las movilizaciones sociales que llevaron al cambio. Este es un momento crucial en la historia de España. A veces pienso que los jóvenes de hoy deberían entender que sentarse en un sofá con un control remoto no es la única forma de pasar el tiempo. ¿Qué tal salir y hacer algo que realmente importe?

  3. Una galerna de huelgas: Aquí, Azucena Rodríguez narra cómo, tras la muerte de Franco, la sociedad española se unió y se movilizó. Esa ola de huelgas no fue solo ruido; fue un clamor de un pueblo que anhelaba un cambio. Es como decir: «¡Ya basta!». Recuerdos de mis propias participaciones en protestas vienen a mi mente.

  4. Rebeldes con causa: el hervidero universitario: El célebre Imanol Uribe pone su enfoque en los estudiantes y su valentía. Hablando de valentía, ¿no hemos sido todos, en algún momento, valientes en nuestra vida diaria?

  5. La mayoría silenciosa: Tania Balló nos ofrece un repaso por diversas luchas sociales, incluidas las feministas y LGTBI+. Este episodio es un grito de reconocimiento a todos aquellos que han estado en la sombra, luchando por sus derechos. Nos hace reflexionar sobre cómo todos tenemos un papel en la lucha por la justicia y la igualdad.

  6. El resurgir de la esperanza: Cerrando la serie, Manuel Gutiérrez Aragón nos lleva a la movilización masiva de la sociedad. Es una invitación a mirar hacia el futuro con optimismo, a pesar de los obstáculos.

Más allá de la historia: reflexiones personales

Al pensar en estas temáticas, no puedo evitar recordar mi propia experiencia de participar en manifestaciones por la igualdad de derechos. Aunque no viví la Transición en primera persona, puedo sentir el fuego revolucionario de aquellos que sí lo hicieron. En ocasiones, me encuentro hablando con mis abuelos sobre sus vivencias durante esa época tumultuosa. Las historias de sus luchas y aportaciones me inspiran y me hacen sentir parte de algo más grande. Es un camino de memoria que, al igual que la serie, nos invita a aprender y crecer.

La relevancia de ‘La conquista de la democracia’ hoy

En un contexto donde la polarización política parece estar en auge, y donde la desinformación abunda, la serie se vuelve aún más relevante. A medida que nos enfrentamos a desafíos sociales, escuchar las historias del pasado puede ayudarnos a encontrar el camino hacia un futuro más justo.

Por ejemplo, la reciente polémica sobre la ley de amnistía ha suscitado diversos debates. La producción se encuentra en medio de una serie de eventos políticos que podrían influir en la percepción pública. Cool, ¿verdad? Aquí es donde la serie puede ofrecer una perspectiva amplia y reflexiva, permitiendo que la audiencia forme su propio juicio informado.

Un evento de gala y la participación del pueblo

El lanzamiento de la serie no pudo ser más impresionante. Con una presentación en el Teatro Monumental de Madrid, el acto reunió a figuras destacadas como el presidente de RTVE, José Pablo López, y otros miembros del gobierno. La falta de presencia del presidente Pedro Sánchez debido a la cumbre con Macron sobre Ucrania nos recuerda que, a pesar de los esfuerzos por divagar en el pasado, el presente a menudo nos exige atención inmediata. A veces, estamos tan distraídos con el trabajo que olvidamos lo que realmente importa. Una lección de equilibrio, ¿verdad?

La actuación de Ana Belén en la gala, interpretando himnos de la Transición junto a la Orquesta y Coro de RTVE, nos transporta a tiempos de lucha y esperanza. En un momento en que la música es una forma de conectar y recordar, su voz resonó potente en una sala llena de recuerdos y emociones.

La audiencia y su papel en la historia

La serie también refleja la importancia de audiencia. RTVE acordó fijar un ‘share’ de corte para garantizar que el programa sea visto por un buen número de personas. Esto nos recuerda que siempre tenemos un papel que desempeñar junto con las instituciones. ¿Por qué no pensar en ello cuando decidimos qué ver en la televisión? Cada visualización cuenta, y el interés del público es fundamental para la sobrevivencia y éxito de producciones como esta.

En conclusión, ‘La conquista de la democracia’ no es solo un documental; es un viaje a través de nuestra historia colectiva, con todas sus complejidades, triunfos y luchas. Al ver esta serie, no solo recordamos lo que hemos vivido, sino que también reflexionamos sobre cómo podemos contribuir en el presente y construir el futuro que todos merecemos. Porque, al final del día, cada uno de nosotros tiene el poder de ser parte del cambio. ¿Estás listo para hacer historia?