Este 2025, la gala de los Globos de Oro nos trajo una mezcla de citas memorables, obras cinematográficas inesperadas y, cómo no, un repaso a los dramas humanos que se desarrollan detrás de las cámaras. Como un amante del cine y las series, no puedo evitar sentirme como un niño en una tienda de caramelos cada vez que se anuncian estos premios. Pero, ¿realmente reflejan el talento y la creatividad del mundo del espectáculo? Vamos a desglosar la noche de los Globos de Oro, las victorias y derrotas, y cómo todo esto afecta a nuestra percepción del cine contemporáneo.

¿Quiénes se fueron de vacío?

Primero lo primero. Karla Sofía Gascón y Javier Bardem no lograron llevarse a casa esos codiciados premios. Gascón, quien competía por el galardón de mejor actriz de musical o comedia por su papel en «Emilia Pérez», y Bardem, candidato al mejor actor de reparto en la serie «Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez», volvían a casa con las manos vacías. ¡Qué desilusión! Pero, esperen… ¿no es en cierto modo liberador? Quiero decir, cada vez que me he preparado para salir y no consigo que la ropa me quede como en el anuncio de la tienda, me consuelo pensando que al menos no soy la única.

Y no son solo ellos. La gran Tilda Swinton, compitiendo por mejor actriz de drama por «La habitación de al lado», también se quedó sin premio. Casi puedo escuchar sus suspiros en la distancia, como si un buen vino se derramara inexorablemente.

La armada española se despide agridulce

Sin embargo, la verdadera historia de la noche fue el musical narco queer «Emilia Pérez». Este lío de géneros y temáticas, dirigido por Jacques Audiard, arrasó con cuatro premios, incluyendo mejor película de comedia o musical. Es curioso que algo tan, digamos, «sugerente» haya podido conquistar a los críticos. Si no has visto la película, ¿te imaginas a un director francés narrando una historia transgénero en el mundo del narcotráfico mexicano? Suena a una mezcla de Almodóvar y algún thriller de Hollywood. Tal vez la curiosidad fue lo que acabó por conquistar a la audiencia.

Karla Sofía Gascón cerró la gala con un discurso tan poderoso que hizo eco en toda la sala. ¡Menuda forma de despedir la ceremonia! “La luz siempre gana a la oscuridad”, proclamó, recordándonos que la resistencia y la identidad son temas mucho más trascendentes que cualquier estatuilla dorada. Me atrevería a decir que, de alguna manera, Gascón se llevó el verdadero premio.

Premios inesperados y la revolución del cine no anglosajón

Por otro lado, la película «Aún estoy aquí» de Walter Salles sorprendió al mundo y se llevó un par de reconocimientos. Imagínate: un cineasta brasileño logrando brillar en una noche tradicionalmente dominada por producciones estadounidenses. ¿Estamos ante un cambio de paradigma? Es refrescante ver cómo historias de habla no inglesa comienzan a tener más presencia. ¿Qué opinan los puristas del cine? ¿La diversidad en las nominaciones es un signo de progreso o de confusión?

Brady Corbet y su obra «The Brutalist» también dejaron su huella al obtener premios importantes. En la gala, Corbet, conocido principalmente por su trabajo como actor, se dirigió al público diciendo: “Apoyemos a los directores”. Parece que este año, el espectáculo no fue exclusivamente para las grandes estrellas de Hollywood, sino que también nos ofreció un vistazo al trabajo de aquellos que están detrás de la cámara.

La vuelta a la normalidad tras el escándalo

No puedo dejar de mencionar el cambio significativo que se ha producido desde el escándalo de 2022. Para aquellos que no están al tanto, ese año, los Globos de Oro se convirtieron más en un hilo de Twitter que en una auténtica gala llena de glamour debido a las acusaciones de falta de diversidad y corrupción. Pero este año, la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood amplió su número de miembros votantes a 300, aumentando la representación de mujeres y minorías. ¿No es este un paso en la dirección correcta? Aunque, como en toda historia, aún queda camino por recorrer.

Una noche de reflexiones con un toque de humor

Nikki Glaser, la primera mujer en presentar la gala en solitario en décadas, se ganó a la audiencia con su humor mordaz. “Estoy en una habitación llena de productores y por primera vez tengo toda la ropa puesta”, bromeó. Claro, los tiempos han cambiado; las risas pueden haberse suavizado para ser más políticamente correctas, pero eso no significa que no podamos disfrutar de un buen chiste en el momento adecuado. En el fondo, todos estamos aquí por el entretenimiento, ¿no?

Aunque, si soy honesto, no puedo evitar sentir un pequeño vacío al recordar las declaraciones pasadas de Ricky Gervais. Su irreverente estilo nos brindó momentos de humor que siempre dejaron una marca. ¿Sería políticamente incorrecto recordarlo ahora? Bueno, tal vez haya llegado el momento de aceptar que algunos chistes son como el buen vino: mejor dejarlos madurar.

Tendencias y sorpresas de la gala

En otro rincón de la ceremonia, se dieron varios premios que sorprendieron a muchos. «Wicked», por ejemplo, arrasó con el galardón a mejor logro cinematográfico. No obstante, como suele ocurrir en toda ceremonia de premios, hubo quejas y lamentos sobre otras películas que no recibieron lo que, en opinión del mundo, merecían. «Anora», dirigida por Sean Baker, no acumuló premios, y existe un consenso colectivo que grita: “¡realmente merecía más amor!”

A veces, parece que la industria cinematográfica es como un gran juego de cartas: unos se llevan el bote, mientras que otros se quedan mirando, preguntándose qué ocurrió. Así son las cosas en esta gala, donde algunas estrellas brillan intensamente, mientras que otras quedan eclipsadas.

La evolución de las series: un fenómeno global

Las series, como siempre, fueron protagonistas en este evento. Casi como un déjà vu de los Emmy, la serie «Shogun» arrasó con varios premios, incluyendo mejor serie y actuaciones destacadas de Hiroyuki Sanada y Anna Sawai. Esto evidencia que la competencia en el ámbito televisivo no solo es feroz, ¡es más emocionante que una temporada entera de «Game of Thrones»!

Por otro lado, «Mi reno de peluche» se llevó el galardón a la mejor producción, abordando el delicado tema del acoso y el abuso sexual en hombres. Reflexiones como esta son necesarias, y aunque a menudo son difíciles de ver, son fundamentales para el diálogo contemporáneo.

Conclusiones: una noche para recordar

Así que aquí estamos, frente a una gala de los Globos de Oro 2025 que ha demostrado ser más que la simple entrega de premios. Fue una mezcla de talento, reflexión y un necesario giro hacia la inclusión y la diversidad. En un mundo en el que las expectativas están más altas que nunca, es esencial reconocer a aquellos que no solo brillan en la pantalla, sino también a los que batallan detrás de escenas para contar nuestras historias.

Los premios son geniales, pero lo que realmente importa es que estas historias lleguen al corazón de las personas, nos hagan reír, llorar y, sobre todo, reflexionar sobre lo que significa ser humano. ¿Qué opinas? ¿Crees que los Globos de Oro cumplen con su objetivo de reconocer el talento de manera justa, o todavía queda camino por recorrer?

Porque al final del día, tanto en la vida como en el cine, todos queremos alguna estatuilla brillante que diga simplemente: «Lo hiciste bien».