En un mundo donde los artistas pasan de ser ídolos a leyendas, a menudo enfrentan un dilema sobre cómo evolucionar con sus carreras mientras lidian con las montañas rusas de la vida personal. Este es el caso del artista The Miguélez, quien ha estado navegando por las turbulentas aguas de la música, la cultura club y los excesos. En este artículo, vamos a explorar su historia, sus reflexiones sobre la vida, y cómo su música sigue resonando en un contexto totalmente diferente. ¡Prepárate para un viaje lleno de nostalgia, risas y un toque de realidad!

¿De los clubs de Berlín a la nueva escena musical en Madrid?

Cuando llegué a Berlín en 2001, había una chispa de emoción en el aire. Era la ciudad del arte, la historia y, por supuesto, la fiesta. Sin embargo, como menciona The Miguélez, Berlín ha evolucionado; lo que antes era un refugio para los amantes de lo underground se ha convertido en un parque temático. Una reflexión que me lleva a preguntar: ¿realmente sabemos lo que queremos de la música y la cultura?

Recuerdo una vez que fui a un club de Berlín, y mientras disfrutaba de la música, me di cuenta de que estaba rodeado de una multitud que parecía más interesada en tomar selfies que en disfrutar del momento. Después de todo, ¿es eso lo que hemos perdido? La esencia de disfrutar de la vida aquí y ahora, en lugar de observarla a través de la pantalla de un teléfono.

La vida de un artista: ¿fanatismo o amor?

Durante la entrevista, The Miguélez menciona su aversión al fanatismo. Todos hemos visto cómo la atención puede volverse tóxica, ¿no es así? Es fácil enamorarse de una imagen pública, de un artista que parece tenerlo todo, y luego caer en la decepción cuando nos damos cuenta de que no son más que humanos, como todos nosotros, lidiando con sus batallas internas.

Yo mismo he pasado por ese dilema. Recuerdo una vez criticar a un cantante en redes sociales, solo para darme cuenta de que estaba proyectando mis inseguridades en alguien que nunca había hecho nada personal en mi contra. ¿No hay algo irónico en eso? La línea entre ser un fan apasionado y convertirse en un “hater” puede ser muchísimo más delgada de lo que pensamos.

Cambios y evolución: de la cultura de club a la vida cotidiana

The Miguélez comparte que él ha cambiado y que ya no se identifica con la cultura de club. ¡Qué interesante! Es como si nos despertáramos un día y nos diéramos cuenta de que hemos evolucionado. Eso me recuerda a mi propio camino personal. De hecho, durante mis años más jóvenes, me pasaba las noches en fiestas, riendo y bailando hasta el amanecer, pero a medida que maduré, también comprendí el valor de unas buenas noches de sueño.

La vida es un ciclo, y puede ser difícil dejar atrás ciertas etapas. Me pregunto, ¿cuántos de nosotros nos hemos visto obligados a redefinirnos en un mundo que avanza rápidamente? ¿O acaso todos seguimos aferrados a las viejas costumbres cuando en realidad deseamos algo nuevo?

Renacimiento musical y la búsqueda de la autenticidad

El COVID-19 fue un gran disruptor para todos; y A través de su proceso creativo tras la pandemia, The Miguélez cuenta cómo renació con la necesidad de crear música que refleje su evolución. Ah, la música… esa señera compañera que puede ayudarnos a procesar nuestras emociones y experiencias más difíciles. Puede que no sea un músico, pero a menudo me encuentro creando listas de reproducción en Spotify como una forma de autoterapia.

Con su nuevo proyecto, The Miguélez, el artista busca un enfoque renovado. Lo interesante es su decisión de distanciarse de las complicaciones que surgen en la formación de grupos. A veces, menos es más, ¿no crees? En momentos complicados, volver a lo básico puede ayudarnos a encontrar claridad.

Una mirada a la vida sin excesos: la lucha constante

La conversación se vuelve profunda cuando The Miguélez aborda el tema de la sobriedad. Muchos artistas hablan sobre los excesos como parte de la vida bohemia, pero también es valiente reconocer que hay un camino diferente —y más saludable— por recorrer. ¿Qué hay de aquellos días llenos de diversión y locura? A veces el precio que pagamos es demasiado alto.

En mi vida personal, he conocido a varios amigos que han decidido dejar atrás sus hábitos peligrosos. No ha sido fácil, pero los resultados han sido asombrosos. La claridad y la paz interior que sienten es envidiable. Así que, ¿deberíamos todos hacer un examen de consciencia sobre nuestros hábitos? La respuesta puede ser más compleja de lo que parece.

Nostalgia y el arte en los tiempos de Instagram

Uno de los puntos destacados de la entrevista es la reflexión sobre la nostalgia por los excesos pasados. La era de las redes sociales ha cambiado drásticamente la manera en que consumimos la cultura. A menudo, me siento abrumado por el bombardeo constante de «perfectos momentos» que Instagram nos ofrece. Recuerdo cuando salíamos sin preocuparnos de capturar cada instante; éramos simplemente nosotros mismos viviendo el presente.

El artista menciona cómo ya no se siente cómodo revelando su vida en redes sociales, y tiene sentido. A veces siento que mi vida se convierte en una serie de posts de Instagram, en lugar de ser una experiencia auténtica. ¿No es frustrante? La cultura del «like» puede despojar a la verdadera belleza de un momento.

La búsqueda del propósito artístico: más allá de ser activista

The Miguélez también nos recuerda que el acto de crear no siempre tiene que estar ligado a un mensaje de activismo. Cada artista tiene su propia historia y, a veces, esa historia es simplemente vivir. A todos nos gustaría pensar que nuestra vida puede ser un poderoso símbolo de lucha y resistencia, pero también debemos recordar que, al final, somos individuos creando nuestro propio camino.

Es fascinante pensar en los diferentes estilos y enfoques que un artista puede tomar en su carrera. Todos tenemos diferentes razones y motivaciones detrás de nuestras decisiones creativas. Personalmente, he escrito sobre cosas profundas y otras más ligeras, simplemente porque sentí que debía hacerlo. ¿Y tú? ¿Cómo conectas con tu lado creativo?

Reflexiones finales: riendo a través de las lágrimas

Al final, The Miguélez nos deja con una clara reflexión sobre la vida: llorar es saludable. A veces es necesario soltar las tensiones acumuladas, y aunque puede sonar contradictorio, a menudo hemos encontrado más conexión con los otros cuando mostramos nuestra vulnerabilidad.

Es probable que nosotros, como oyentes, apreciemos más las historias detrás de la música que consumimos. Las emociones crudas pueden ser un puente hacia la empatía y el entendimiento. Siempre recordaré un momento en el que lloré durante un concierto; no era solo la música, era la historia detrás de ella.

En fin, al escuchar a The Miguélez y reflexionar sobre su viaje, uno no puede evitar sentirse conmovido. Desde las noches de excesos hasta la sobriedad elegida, pasando por el deseo de encontrar autenticidad en la música, su historia resuena con muchas otras. Al final del día, todos somos seres humanos tratando de encontrar nuestro camino en un mundo en constante cambio. ¿No es así?

Cierro este artículo con una sonrisa, recordando que la música tiene el poder de unirnos a todos, incluso en nuestras imperfecciones. Porque, aunque el camino no siempre sea recto, lo importante es disfrutar del viaje, caernos y levantarnos, y reírnos un poco en el proceso. Así que, amigos, ¡brindemos por la música y por todos nosotros!


Espero que este artículo te haya resonado y que encuentres en él un eco de tus propias experiencias. La música puede ser un refugio y un espejo que refleja nuestras luchas y triunfos. Al final, sean hípsters de club o nostálgicos de los excesos, todos estamos aquí para disfrutar del mismo espectáculo llamado vida.