El mundo del espectáculo es un lugar fascinante, lleno de personajes excéntricos y hábitos insólitos. Uno de esos personajes es Javier Gutiérrez, un actor español que ha conquistado corazones tanto en el teatro como en la pantalla. Pero, ¿quién diría que detrás de esa sonrisa encantadora y su talento increíble, se esconde un verdadero maniático? Durante una reciente aparición en el programa Martínez y hermanos, Gutiérrez se abrió sobre sus peculiares costumbres y su profunda conexión con el mundo que lo rodea. ¿Listo para conocerlas a fondo y reír un poco en el camino? ¡Vamos allá!

¿Qué tiene de especial ser maniático en el escenario?

No es de extrañar que los actores tengan ciertas manías. En un profession que implica saltar entre emociones, intensidades y personajes, ¿quién no necesita un poco de ritual personal? Con la mirada traviesa, Javier Gutiérrez explicó: “Carmen Machi y yo podemos ser las dos personas más maniáticas del teatro español”. Al escucharlo, no pude evitar recordar aquellas noches antes de una actuación importante, cuando me aseguraba de que cada accesorio en mi disfraz estuviera en su lugar. ¿Alguna vez has sentido que la preparación es una forma de controlar los nervios?

Gutiérrez se ríe al hacer referencia a su manía de ser el último en salir del camerino y el primero en entrar en escena. Mientras lo decía, sentí que me estaba hablando a mí. ¿No nos pasa a todos en algún momento de nuestras vidas? Quiero decir, hay quienes necesitan prepararse y meditar en silencio antes de un gran evento. ¿Y qué tal ese momento en que llegamos tarde y, de repente, sentimos que todo se va a desmoronar?

Tocar la madera: superstición o ritual?

Una de las manías más inusuales de Javier es su necesidad de tocar toda la madera que encuentra en el camino, así como los carteles verdes que ve en el teatro. Esto me lleva a preguntarte: ¿tienes tu propio ritual antes de un evento importante? Tal vez un toque a algo específico o un mantra que repites en silencio. A todos nos gusta sentir que tenemos el control, incluso si es a través de supersticiones.

Gutiérrez también comentó que, si ve un cartel de “exit”, se siente obligado a dar un salto y tocarlo tres veces. Cuando escuché eso, no pude evitar imaginarme a todos los actores de teatro haciendo malabares tras bambalinas en medio de lo que parece ser un gran espectáculo. Pero, ¿quién puede culparlos? En la realidad del teatro, el ritual es igual de importante que la actuación en sí.

Una manía en el cine: la claqueta como compañera

Aparte de sus idiosincrasias en el teatro, Javier reveló una manía específica para el cine: tocar la claqueta constantemente. Imagínate esto: durante el rodaje de Campeones, estaba rodeado de un grupo de actores, todos pendientes de su actuación, y Javier ahí, tocando la claqueta como si fuera el tamborilero de su propio show. Sus risas mientras lo cuenta hacen eco y, honestamente, me hace sentir una conexión.

Cuando vio a sus compañeros actuando y tocando la claqueta también, no pudo evitar reírse. “Les tuvieron que decir que no hacía falta porque íbamos a tardar mucho”, dijo. La imagen de esos jóvenes actores mirando a Javier, estupefactos, tratando de entender por qué deberían hacer lo mismo, es sencillamente hilarante. ¿Te imaginas cuánto tiempo se habría tomado esa filmación si todos hubieran seguido ese pequeño ritual?

Al final de ese relato, Gutiérrez terminó por replicar su manía, tocando los paneles verdes de la pantalla mientras demostraba cómo lo hacía: “Son tres toques”. Lo vi tan entusiasmado que me dio ganas de aplicar la misma lógica en mi día a día. ¿Quién necesita un toque mágico para iniciar el día? Tal vez lo incorpore al beber mi café matutino.

La conexión entre manías y autenticidad

Pero más allá de la risa, lo que realmente me lleva a reflexionar es la relación que tenemos todos con nuestras manías. Tal vez los actores son más abiertos sobre sus rituales, pero todos tenemos nuestras pequeñas costumbres que nos ayudan a lidiar con la ansiedad o a encontrar un poco de paz en medio de la locura del día a día.

¿Qué hay de las restricciones en la vida real?

En momentos de incertidumbre, como en estos tiempos de cambios constantes, los rituales se vuelven aún más significativos. La reciente cancelación de ‘Martínez y hermanos’ tras dos temporadas en Cuatro, nos recuerda cómo las cosas pueden cambiar rápida y drásticamente. A veces, esas manías incluso nos parecen absurdas, pero reflejan el deseo de aferrarnos a algo mientras vemos que el mundo se reestructura a nuestro alrededor.

En mi experiencia personal, he cambiado mis hábitos en respuesta a situaciones externas. Ya sea una rutina de ejercicio o un plan de comidas, tenemos que hacer ajustes. A veces, solo se necesita un simple toque de claqueta en el momento adecuado para que todo se sienta en orden.

La cultura del espectáculo y la vida cotidiana

El hecho es que la cultura del espectáculo se filtró en nuestros hogares de maneras inesperadas. La manera en que los artistas, como Javier Gutiérrez, expresan su personalidad y sus manías, nos recuerda que todos luchamos con alguna forma de caos.

No hay duda de que la actuación es un viaje increíble, lleno de retos, triunfos y risas. Todos admiramos a quienes tienen el valor de mostrarse tal como son. Por más que el camino sea espinoso,** las anécdotas y los rituales son los que dan sabor a nuestra existencia**. Y en la vida, igual que en el cine, a veces esas pequeñas manías son lo que nos mantiene en pie.

¿Qué puedes aprender de las manías de los demás?

¿Has considerado alguna vez lo que puedes aprender de las manías de los demás? Puede que te sirva para entenderte mejor a ti mismo. Tal vez sea hora de abrazar esas pequeñas rarezas o de reírte de tus propias manías. ¿Quién no tiene al menos una? Conozco a una persona que necesita beber un vaso de agua a temperatura ambiente justo antes de hablar en público. ¿Y tú? ¿Cuál es tu manía secreta?

Celebra tus quirks

Así que, querido lector, al final de este viaje por las manías de Javier Gutiérrez, espero que hayas disfrutado tanto como yo. Recordemos que es perfectamente normal tener una conexión personal con nuestros rituales. Quien sabe, tal vez un día surja la magia detrás de un toque de claqueta, llevándonos a un nuevo nivel de autenticidad.

Dejemos que nuestros hábitos alimenten nuestra humanidad y la creatividad que todos llevamos en nuestro interior. En el camino, recuerda que lo que nos hace diferentes es lo que nos une. Así que la próxima vez que te sientas extraño por esas manías poco convencionales, solo piensa: ¡puede que un futuro Javier Gutiérrez también se esté riendo de la misma manera!

Conclusión final

Las manías de Javier Gutiérrez no son solo un cúmulo de excentricidades. Son un recordatorio del lado humano que vive dentro de cada uno de nosotros. A través de las risas y las recordaciones, encontramos conexiones con quienes nos rodean. Entonces, abracemos nuestras rarezas y celebremos el bello caos de la vida. ¿Tienes alguna manía que pueda superar las de este talentoso actor español? Si es así, ¡cuéntamelo!

En un mundo que siempre parece en movimiento vertiginoso, tomémonos un momento para tocar la madera. ¿Por qué no? ¡Hasta la próxima!