La historia de España es rica y variada, a menudo tan exhuberante como las esculturas barrocas que adornan sus palacios y iglesias. En este contexto, la figura de Francisco de Goya se destaca como un faro inquebrantable, guiando a los visitantes a través de los corredores de la historia y el arte. ¿Alguna vez te has preguntado cómo una exposición puede conjugar arte, historia, y un territorio tan antiguo como la Aljafería de Zaragoza? Te invito a explorar esta fascinante conexión, donde las obras de Goya cobran vida en un entorno arquitectónico que ha sido testigo de siglos de historia.

La Aljafería: un palacio con mil años de historia

La Aljafería, conocida coloquialmente como «la pequeña Alhambra», no es simplemente un edificio. Es un acontecer de vidas, un crisol de culturas y un testigo de la historia española. Este palacio, que data del siglo XI, fue construido como un lugar de recreo y se transformó en un alcázar cristiano en el siglo XII, después de que Alfonso I el Batallador reconquistara Zaragoza. Menuda fiesta debe haber sido pensar en la reconquista mientras disfrutabas de unas tapas en un salón dorado rodeado de arte mudéjar, gótico y renacentista. ¡Imagina las historias que podrían contarte sus paredes!

Con el paso de los siglos, la Aljafería ha sido el escenario de acontecimientos significativos, como el Tribunal de la Inquisición, y hasta un cuartel militar bajo el reinado de Fernando VI. La última gran transformación, sin embargo, ha sido la restauración que comenzó en 1947 y la concesión de su uso a las Cortes de Aragón en 1984. Es prácticamente un personaje en sí mismo, absorbiendo historias, intrigas y secretos, como el curioso grafismo que los prisioneros dejaron en sus muros.

Goya: el maestro que dejó su huella

Al hablar de Goya, es imposible no sentir la emoción de ser parte de su legado. Si alguna vez has sentido cómo una pintura puede tocar tu alma o, mejor aún, cómo una imagen puede hacerte reír o cuestionar todo lo que creías, aquí tienes uno de los motivos. Goya, nacido en 1746, fue un artista que no solo documentó su tiempo a través de la pintura, sino que también desafió las normas sociales de su época, creando una conexión directa entre su arte y la experiencia humana.

Su colección se presenta, en este momento, de una manera única en la Aljafería bajo la exposición denominada «Goya. Del museo al palacio.» La muestra, que se inauguró el 5 de diciembre, ha sido un éxito rotundo, recibiendo 31.154 visitantes en solo unas semanas. ¿Qué secretos guardará cada una de esas 62 obras expuestas?

La colaboración entre instituciones y el futuro de la exposición

La historia reciente de la Aljafería está entrelazada con el futuro del Museo de Zaragoza, que cerró temporalmente para someterse a una rehabilitación destinada a modernizar sus instalaciones y adaptar el museo a las exigencias del siglo XXI. A propuesta de Marta Fernández, presidenta de las Cortes de Aragón, los Goya se trasladaron a la Aljafería para que los admiradores del arte pudiesen seguir disfrutando de su trabajo, incluso mientras se llevaban a cabo las reformas necesarias. ¿Quién dijo que no se puede cambiar el mundo del arte cuando se da un paso hacia atrás y se observa el panorama general?

La colaboración entre el Gobierno de Aragón y el Museo de Zaragoza es una muestra de que el arte y la política pueden coexistir y colaborar por un bien mayor. Con un presupuesto de casi 4,2 millones de euros, el museo se reiniciará en 2026, y hasta entonces, los tesoros de Goya continuarán en el palacio que siempre ha sido un símbolo de la intersección entre la historia y la cultura.

Un viaje a través del tiempo: la exposición en detalle

La exposición no es una simple recopilación de obras, sino un producto meticulosamente ideado por Arancha Echeverría-Torres, junto a Isidro Aguilera y Marisa Arguís, que diseñaron un viaje visual. Desde el primer contacto con el busto de Goya, creado por Mariano Benlliure, el espectador es llevado a través de su legado de una manera que invita al asombro y la reflexión.

Entre las joyas exhibidas se encuentran grabados originales de sus famosas series, así como pinturas que reflejan su evolución artística. La sala Pedro IV presenta la producción como grabador de Goya, donde las estampas no seriadas cuentan historias de sufrimiento y crítica social. Cada grafismo, cada línea, parece diseñarse para resaltar un sentimiento, una emoción humana compleja.

Y si alguna vez te has encontrado en la lucha diaria de la vida moderna, Goya entendió eso. Se siente como si, a través de sus obras, te acercara lentos pasos a la empatía y comprensión de la condición humana.

La proyección futura: Goya en el bicentenario de su muerte

La proyección del legado de Goya sigue creciendo, especialmente con el nostálgico bicentenario de su muerte, que se celebrará en 2028. El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha destacado la necesidad de reconocer la influencia de Goya y la deuda cultural que existe con él. ¿Qué mejor forma de rendir homenaje que promoviendo la cultura aragonesa y el arte en espacios como la Plaza del Pilar, donde se espera construir un Centro Goya que amplíe la apreciación de su arte aún más?

Este nuevo espacio se proyecta como parte de una transformación significativa, que incluirá desde un centro de arte hasta propuestas inmersivas que acercarán al espectador a las grandes obras de Goya. Las antiguas magistraturas se convertirán en un nuevo hogar para el vibrante legado de uno de los pintores más influyentes de la historia.

Una reflexión final: el arte nos une

La suma de la Aljafería y la obra de Goya nos recuerda que el arte ha sido, es y será un hilo conductor que une distintas épocas y realidades. A través de exposiciones como «Goya. Del museo al palacio», no solo celebramos su legado, sino que nos unimos para forjar conexiones entre nosotros y el pasado.

Así que, . ¿por qué no te permites un momento para sumergirte en esta experiencia? Buscaré que un viaje a la Aljafería no solo sea una visita, sino un encuentro con el arte y la historia, un diálogo con las emociones humanas, y una hermosa recordatoria de que, a veces, el arte puede ser el mejor refugio ante la bruma del mundo actual. Ya sea que estés allí por amor al arte, la historia, o simplemente un anhelo por nuevas experiencias, Goya y la Aljafería siempre tendrán algo que enseñarte.