El pasado viernes, una nueva propuesta televisiva irrumpió en Disney+ y, déjame decirte, ¡no podríamos estar más emocionados! Se trata de Custodia repartida, la primera comedia española original de la plataforma que también marca un nuevo hito en la carrera de su director, Javier Fesser. Para quienes no estén familiarizados con su trabajo, Fesser es el genio detrás de películas aclamadas como Campeones y Camino. ¿Como se dice? Siempre hay algo interesante en la mezcla de lo nuevo con lo conocido, ¿verdad?
Entonces, ¿qué hace a Custodia repartida tan especial? La serie no solo deleita con su humor, sino que también navega por temas profundamente humanos. A medida que voy profundizando en la trama con ustedes, acompáñenme a descubrir el ingenioso equilibrio entre lo cómico y lo conmovedor en esta historia sobre la separación y la paternidad.
La trama: una separación que todos podemos entender
La serie sigue la historia de Cris y Diego, dos personajes que, como muchos de nosotros, se enfrentan a situaciones aparentemente cotidianas que pronto revelan sus complicaciones. Cris, interpretada por Lorena López, es una madre dedicada que, a pesar de su amor por su hija Cloe, se ve obligada a balancear su trabajo con la crianza. Diego, por su parte, es un autónomo cuya vida gira en torno a disfrutar el tiempo que pasa con su hija. Estos dos personajes deciden que lo mejor para su pequeña, en medio de su separación, es establecer un acuerdo amistoso… que, como toda buena comedia, pronto se convierte en una mezcla de risas, caos y, digámoslo, un poco de drama.
Esa mezcla de emociones fue lo que más atrajo a Fesser al proyecto. En sus propias palabras, la trama es «libre de prejuicios» y retrata «personas de carne y hueso». Y aunque quizás parezca que la idea de un acuerdo amistoso ante una separación es simple, te prometo que no lo es. Recuerdo la primera vez que me enfrenté a la difícil tarea de organizar mi vida después de una ruptura. Hacer un cronograma era más complicado que armar un mueble de IKEA sin instrucciones. Al final, comprendí que la vida sigue, pero a veces necesitas un poco de humor —y quizás un buen drama— para avanzar, como lo hacen Cris y Diego.
Humor y emociones: ¿una combinación ganadora?
Una de las cosas que me llevó a seguir viendo la serie fue esa autenticidad que Fesser logra plasmar en sus personajes. Ambos protagonistas, en sus momentos vulnerables y cómicos, reflejan a la perfección cómo lidiar con situaciones que a menudo pueden sentirse insuperables. Me recuerda a mis propios amigos y sus peripecias, que van de momentos entrañables a situaciones tan ridículas que a veces me pregunto si realmente están viviendo una serie de comedia.
Es fascinante cómo Fesser ha abordado el concepto de la paternidad y la separación con un enfoque honesto. La serie no intenta ridiculizar los problemas de las separaciones; en cambio, los presenta con una mezcla de ternura y humor que invita a la reflexión. Quizás todos podemos recordar algún evento en nuestras propias vidas que merecería una comedia. ¿No sería genial tener una serie sobre las desventuras de tus amigos intentando criar a sus niños mientras tratan de recordar cómo hacer las tareas del hogar?
Personajes que hacen eco en nuestras vidas
Cris y Diego son personajes multidimensionales que no solo lidian con los desafíos de la crianza compartida, sino que también enfrentan los conflictos con sus respectivas familias. Como muchos de nosotros sabemos, cuando se trata de tiempo con los suegros, los chistes de la comedia nunca están muy lejos. Y, como bien señala Ricard Farré (que interpreta a Diego), la serie nos obliga a reflexionar sobre nuestras relaciones con todos aquellos que nos rodean, desde nuestros propios padres hasta amigos en diferentes etapas de sus vidas.
Fíjate: en una escena hilarante sobre un encuentro familiar, uno de los personajes lanza un comentario que me recordó una reunión similar en la que estuve una vez; la que acabó con mentes reacias intentando resolver qué lado de la familia tiene la mejor salsa de tomate. Spoiler: nunca hubo un acuerdo. En Custodia repartida, esa misma especie de torpeza caracteriza a muchos de los personajes, lo que los hace aún más identificables.
¿Un reflejo de la realidad actual?
El enfoque de Fesser en temas relevantes para nuestra generación, como la paternidad moderna, el trabajo autónomo y la dinámica familiar, hacen que la serie resuene profundamente con la audiencia actual. Todos sabemos que, al final del día, establecer un acuerdo que funcione para todos puede ser más complicado que planificar un viaje a la playa con amigos en la temporada alta.
Claro, puede sonar un poco dramático, pero la serie tiene una esencia que invita a la sanación y la empatía. Al final de cada episodio, hay una sensación de que, de alguna manera, estamos todos juntos en esto. En la vida real, todos enfrentamos altibajos. Y aunque no siempre nos relacionemos directamente con las realidades de Cris y Diego, sus luchas y triunfos son universales. Al igual que ellos, todos pasamos por cambios y aprendizajes, y siempre hay espacio para empezar de nuevo.
Más que una simple comedia
Custodia repartida se aventura más allá de lo superficial. Ofrece un espacio donde los personajes pueden hacer cambios, crecer y aprender de sus errores. Fesser ha creado algo que no solo hace que el público se ría, sino que también crea una conexión emocional. Lo que se plantea es si, al final del día, las comedias no pueden ser más que un campo de batalla emocional disfrazado de risas y buenos momentos.
Algunas de las mejores comedias profundas han logrado este equilibrio, y parece que Custodia repartida entra en esa categoría. Personalmente, creo que es la autenticidad que brilla a través de cada escena la que deja al público reflexionando, preguntándose si alguna vez han experimentado situaciones similares.
El futuro de la comedia en plataformas digitales
Es fascinante pensar en el auge de plataformas como Disney+, que ahora se aventuran más allá de la animación y los superhéroes. Custodia repartida es un ejemplo perfecto de cómo estas plataformas están empezando a ofrecer contenido diverso que va más allá de los géneros típicos. ¡Qué gran momento para ser un amante de la televisión y el cine!
Con la llegada de series como Custodia repartida, es evidente que hay un espacio para la comedia que también se preocupa por temas relevantes, lo que da un nuevo aire y frescura a la oferta del streaming. ¡Y eso es algo que todos podemos celebrar!
Reflexiones finales: una serie que invita a reír y a llorar
A medida que me despido de Custodia repartida, me quedo con la sensación de que esta serie no solo nos ofrece un espacio de entretenimiento, sino también una plataforma para discutir temas difíciles con una sonrisa. La forma en que Fesser y su equipo han construido esta narrativa auténtica es admirable y nos desafía a mirar nuestros propios desafíos con humor.
En resumen, Custodia repartida se presenta como una comedia que no teme abordar los altibajos de la vida familiar moderna. A través de personajes entrañables y situaciones relatable, la serie nos da un importante recordatorio: al final, todos estamos un poco perdidos, un poco confundidos, pero siempre dispuestos a hacer lo mejor que podemos por aquellos que amamos. Y, a veces, todo lo que necesitamos es un poco de risa para encontrar el camino hacia adelante.
Así que, ¿te atreves a sumergirte en el mundo de Custodia repartida? ¡Prepárate para reír, llorar y reflexionar!