¿Has visto esas fotos antiguas donde llevas ese flequillo que parecía más un error de peluquería que una elección estilística? Si tienes una infancia llena de rizos rebeldes (al igual que yo), entonces sabes de lo que estoy hablando. O quizás te acuerdes de la vez que tu madre decidió cortarte el flequillo sin consultar a un profesional. Sí, esas memorias pueden ser un tanto… traumáticas. Pero hoy vamos a explorar este tema desde una perspectiva más amena y reflexiva. Que los flequillos, a pesar de su historia algo complicada, han vuelto y con ellos el debate: ¿son solo para niños o también para adultas?
Infancias con flequillos: un estigma de la niñez
Recuerdo vívidamente el día en que decidí hacerme un flequillo a mis 30 años. ¿Por qué no? Era una especie de renacimiento capilar que me llevó a ponerme en la piel de esa niña que sufrió a manos de la tijera de su madre. Y es que, para muchas de nosotras, aquellos flequillos de la infancia vienen envueltos en una capa de angustia, como si fuesen un recordatorio de los días en los que el espejo reflejaba una versión de nosotras totalmente diferente.
La primera vez que hablé con María Baras, la directora creativa de Cheska, entendí que no estaba sola. Ella misma confesó llevar flequillo desde pequeña, pero con el paso de los años, este accesorio capilar se convirtió en un símbolo de resistencia. “Hay mucha gente que tenía flequillo de niña y luego lo asocia a esa etapa de su vida, pero en realidad, puede ser una decisión muy liberadora en la adultez”, decía María mientras ajustaba su propio flequillo.
¿Por qué el estigma del flequillo persiste?
El director creativo Eduardo Sánchez lo explica con gran acierto: el flequillo corto y recto de la infancia tiene una connotación de niñez que, en el fondo, nos hace sentir vulnerables. ¿Quién no ha tenido una madre que, armada de tijeras y amor, decide que un nuevo look es lo que realmente necesitamos? Eso sí, a veces esas decisiones no terminan del todo bien.
David Lorente, también peluquero y experto, confirma que muchas adultas refrendan su rechazo a los flequillos por haber tenido experiencias desafortunadas en la infancia. Algunos, incluso, mencionan que nunca se lo han hecho y les da miedo el “qué pasará” al llevar un flequillo en una zona tan visible como la frente. Pero, ¿realmente hay tanto que temer?
¿Un cambio desesperado?
Muchas personas buscan un cambio de look drástico cuando cambian de pareja o de trabajo. “El flequillo es una de las primeras cosas que se piden”, dice Lorente. Es curioso pensar que hasta un simple corte de pelo puede llevar consigo tanto simbolismo, ¿no crees? Es una especie de terapia capilar, que a veces resulta mucho más poderoso de lo que parece.
Los beneficios del flequillo en adultas
Mientras que algunas huyen despavoridas al escuchar la palabra «flequillo», otros peluqueros lo defienden como la solución perfecta para añadir frescura y juventud al rostro. Cuando una mujer se hace un flequillo bien cortado, no solo cambia su aspecto; también puede devolverle ese brillo juvenil que, tal vez, ha comenzado a perder debido a los estragos del tiempo.
María comparte su sabiduría: “Un flequillo bien colocado puede suavizar las facciones del rostro, difuminar los rasgos de la edad y servir de camuflaje para esas canitas que empiezan a asomar”. ¿Quién no quiere un superpoder como ese? Así que, tal vez, sea hora de perderle el miedo a ese corte que lleva una historia detrás.
Tipos de flequillo: un universo por descubrir
Lo mejor de todo es que existe una variedad impresionante de flequillos para todos los estilos. No, no estamos hablando solo del icónico flequillo cuadrado ni del baby bang de tus recuerdos. Si eres de las que aún tiene dudas, aquí te traigo un breve resumen de las opciones más populares según los expertos:
- Flequillo cortina: Ideal para cualquier rostro, este flequillo es suave y puede crecer con facilidad, integrándose de manera armoniosa con el resto del cabello.
- Flequillo ladeado: Un clásico que nunca pasa de moda. Este estilo es perfecto para suavizar ángulos y dar un efecto de longitud al rostro.
- Flequillo en triángulo: Diseñado especialmente para caras en forma de diamante o corazón, se abre cuando crece, dándole un toque fresco.
- Flequillo recto: Para las más atrevidas, un flequillo sólido y bien marcado puede ser una declaración de intenciones.
Alberto Sanguino, education manager de Llongueras, enfatiza la importancia de personalizar el corte a cada tipo de rostro. ¡No todos los flequillos son iguales!
¿Es un flequillo para mí?
La gran pregunta del millón: ¿debería hacerme un flequillo? Si bien estos estilos pueden rejuvenecer, también pueden ser un arma de doble filo si no se eligen adecuadamente. Lo fundamental es dejarte asesorar por un profesional que evalúe tus rasgos, la textura del cabello y, sobre todo, tus deseos.
Esto me recuerda a las ocasiones en las que he asistido a la peluquería y he salido con un corte que no se asemejaba para nada a lo que había solicitado. ¿Te ha pasado? Esa sensación de regresar a casa con la carga emocional de un «qué he hecho» puede ser desalentadora. Por eso, confiar en un buen peluquero es crucial para evitar esos desastres capilares.
La influencia de iconos en el mundo del flequillo
Personajes célebres como Julia Roberts o Jane Birkin han llevado su flequillo como un símbolo de empoderamiento. Roberts, con su famosa sonrisa y su característico flequillo, ha demostrado que los flequillos pueden tener un lugar especial en cualquier etapa de la vida. ¿Y qué tal si nos inspiramos en ellas para dar ese paso y buscar nuestra versión capilar?
Es interesante observar cómo, a lo largo de las décadas, el flequillo ha pasado por diversas modas y ha sido redefinido en múltiples contextos. Desde los días en que Cindy Crawford dominaba las pasarelas con su melena y su flequillo, hasta el estilo chic de las actrices contemporáneas, ¡las posibilidades son infinitas!
Reflexión final: ¿Es el flequillo un símbolo del pasado o un futuro dinámico?
Así que, luego de todas estas reflexiones, podemos concluir que el flequillo no es ni un estigma ni una condena. Es simplemente una elección que puede tomar diferentes formas y significados en cada etapa de nuestras vidas. Recuperar el flequillo puede ser un símbolo de autenticidad, de conexión con tu niña interior y, por supuesto, de renovación.
Finalmente, te invito a que observes tu cabello, tus facciones y, por qué no, tu corazón. Tal vez ha llegado el momento de experimentar. ¡Atrévete a dar el salto! Después de todo, la vida es demasiado corta para no jugar con nuestro estilo. ¿A qué esperas? ¡Feliz aventura capilar!