En un mundo que avanza a la velocidad de la luz, donde nuestros teléfonos son más rápidos que una carrera de Fórmula 1 y la información vuela a través de Internet a una velocidad casi inhumana, uno podría pensar que nuestros cerebros son unas máquinas de procesamiento ultra eficientes. Pero aquí viene la sorpresa: un nuevo estudio sugiere que nuestro cerebro procesa la información a una velocidad de apenas 10 bits por segundo. ¡Sí, has leído bien! Eso no solo es un chiste, sino que además nos lleva a preguntarnos: ¿qué está haciendo nuestro cerebro con toda esa información que recibe?
La máquina de filtrado: ¿es nuestro cerebro un DJ selectivo?
Imagina que estás en una fiesta (no sé si alguna vez has estado en una, pero la comparación será útil). Hay música, luces parpadeantes, gente charlando, y tú intentando mantener una conversación. ¿Te suena? En esa situación, tu cerebro tiene que decidir qué información es importante y qué puede ignorar —el arte de la filtración cognitiva. Pero, ¿sabías que mientras tu mente está ocupada tratando de seguir el hilo de la conversación, solo está procesando un puñado de bits?
Los 85.000 millones de neuronas que habitualmente consideramos como nuestros aliados en el procesamiento de información se ven limitadas a este número sorprendentemente bajo. Según Markus Meister, coautor del estudio, esto plantea una paradoja intrigante. Cada segundo, nuestros sentidos capturan una cantidad abrumadora de información, pero nuestra capacidad para utilizar esa riqueza es, en comparación, casi insignificante. Entonces, ¿por qué esta aparente ineficiencia?
Procesar información como un ordenador en modo «tortuga»
El estudio, realizado por Jieyu Zheng y su equipo, se adentra en el mundo de la teoría de la información y su relación con la neurociencia. Al analizar una variedad de tareas, desde leer y escribir hasta jugar videojuegos o resolver cubos de Rubik, los investigadores han llegado a esta estimación tan poco halagadora. Pero aquí viene lo que realmente me deja en shock: ¡nuestro cerebro procesa información de manera secuencial en lugar de paralela! Es como si tuvieras un ordenador antiguo que solo puede ejecutar un programa a la vez. Impresionante, ¿verdad?
Si piensas en eso, es una maravilla que podamos funcionar en el día a día. No sé tú, pero me he encontrado en situaciones en las que estoy tratando de hacer malabares entre varias tareas: responder mensajes, trabajar en un informe y preparar la cena al mismo tiempo. Y aquí me encuentro, sintiéndome abrumado, mientras mi cerebro no tiene ni la capacidad de procesar esa información en paralelo. ¡Es como si estuviera intentando ver Netflix en una conexión del siglo pasado!
Evolución y el viaje del cerebro humano
Pensar que nuestra mente es menos eficaz de lo que creíamos nos lleva a una reflexión fascinante sobre la evolución. El estudio sugiere que este estado «lento» se debe a cómo hemos evolucionado. Los primeros animales con sistemas nerviosos solo necesitaban procesar información crítica relacionada con la supervivencia: encontrar comida y evitar ser devorados. En este sentido, el uso de 10 bits por segundo es más que suficiente. ¡Así que la próxima vez que te encuentres luchando por completar varias tareas, simplemente recuerda a nuestros antepasados corriendo de tigres dientes de sable!
¿Te imaginas la escena? Un grupo de cavernícolas a punto de ser atacados. ¿Verdad que no se quedarían ahí pensando “Hmm, tengo muchas cosas que hacer”? La lucha por la supervivencia es algo radicalmente diferente, y hemos heredado nuestro diseño cerebral de esos tiempos.
Un contraste curioso: el cerebro y el resto del cuerpo
Por otro lado, es fascinante notar que aunque nuestro cerebro parece ser algo lento, la velocidad con que nuestro sistema nervioso recopila información es de 100 millones de veces más rápida que lo que en realidad puede procesar. La verdadera pregunta que todos nos hacemos es: ¿qué está haciendo con toda esta velocidad extra? Tal vez deberíamos darle un par de cafés y preguntarle, «Oye, ¿por qué no estás utilizando esta velocidad?»
Pensar en el futuro: ¿más bits por segundo en nuestro horizonte?
Con la creciente integración de la tecnología en nuestra vida diaria, desde los asistentes virtuales hasta las interfaces cerebro-computadora, ¿podría ser posible que eventualmente desarrollemos maneras de aumentar esta capacidad de procesamiento? Hay un gran interés en la forma en que nuestras mentes podrían interactuar con inteligencias artificiales para procesar información de manera más eficiente. Pero cuidado: esta no es una invitación a dejar que el robot haga todo el trabajo por ti. Necesitamos mantener control sobre nuestras propias mentes, no dejar que un algoritmo decida por nosotros.
¿Cómo nos afecta esto en la vida cotidiana?
Todo esto puede sonar un poco desalentador, especialmente cuando la autopista de la información parece estar colapsando en nuestra mente. Pero hay algo que podemos hacer. Toma un respiro profundo. Tal vez, en lugar de intentar abarcar todo a la vez, deberíamos enfocarnos más en una tarea a la vez. ¿Has oído hablar de la técnica de Pomodoro? Al trabajar por intervalos de tiempo y luego tomar descansos cortos, puedes aumentar tu productividad y, al mismo tiempo, evitar que tu cerebro se sobrecargue. Piensa en ello como una especie de entrenamiento cerebral para que pueda manejar mejor esos “10 bits”.
Conclusión: abrazando nuestra mente humana
Así que la próxima vez que te sientas abrumado por la sobrecarga de información, recuerda: no estás solo. Todos estamos lidiando con esta limitación humana. Pero en lugar de ver esto como una debilidad, ¿por qué no lo vemos como un rasgo distintivo de lo que significa ser humano? La evolución nos ha equipado con un sistema que prioriza lo que realmente importa. Tal vez deberíamos dejar de intentar ser superhéroes de la multitarea y abrazar nuestras capacidades.
Recuerda que cada uno de esos 10 bits que procesas es un tesoro. Cada pensamiento, cada acción y cada decisión que tomas tiene un valor. Puede que nuestra mente no sea una máquina omnipotente, pero es lo que tenemos, y entre todas sus complejidades e ineficiencias, está lo que nos hace ser quienes somos. Así que toma un momento, aprecia esos 10 bits y celebra la belleza de la experiencia humana. Y si te sientes perdido, pues ¡relájate! Recuerda que no tienes que correr de ningún tigre dientes de sable, al menos no hoy.
¿Y tú, qué piensas sobre la capacidad de tu cerebro para procesar información? ¿Crees que alguna vez llegaremos a ser más rápidos?